Bad religion

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Jean









Estaba parada frente a la estación de autobuses, viendo el reflejo del que ahora era un moretón. No dejaba de preguntarme si yo había provocado eso, en algún momento todo se distorsionó en mi.

Camino a casa, no pensaba en algo realmente, dejaba que el sol pegara en mi rostro, disfrutaba de estos reflejándose en mi piel. Una voz me hizo reaccionar, Timothée.

Más aquella sensación murió al ver lo que no quería, Michael estaba en mi casa, inmediatamente sentí un dolor de estómago, pero estaba decidida a terminar todo.

Entré a casa, Michael estaba prepando lo que parecían malteada y hotcakes.

- Llegaste. - Dijo alegre.

Yo dejé mis cosas, y decidí ponerme la sudadera para ocultar el moretón que había dejado en mi. Había planeado según yo, mis palabras al verlo, más este extraño e inesperado comportamiento me hizo cambiarlo.

- Hola... - Terminó de servir el último y se dirigió a mi con ellos.

- Te hice la cena, o bueno, un bocadillo. - Puso estos en la mesa junto con las malteada.

- Sólo hay una malteada... - Le mire esperando una explicación.

- Sí, es que tengo que hacer unas cosas, cuando vuelva me haré la mía. - Encendió el televisor.

- ¿Volver? ¿A dónde irás? - Es una... Es algo para ti. - Michael tomó sus cosas.

- No entiendo lo que está pasando aquí, creí que hablaríamos de lo que pasó. - Le dije en tono serio.

- Preciosa, todo está bien ¿Si? Fue una pelea, eso es todo. - Se acercó a mí, más yo me alejé.

- ¿Qué sucede? - Preguntó cómo si nada estuviera pasando.

- ¿Qué qué sucede? Tú dime a mi que sucede. - Comenzaba a alterarme.

- Escucha, de acuerdo, si vamos a hablar, pero por eso quiero llevarte a un lugar, para escucharnos mejor. Regresaré por ti en una o dos horas yo te avisaré. - Intentó despedirse de mi con un beso, más me moví, y él me lo dio en la frente.

- Te amo. - Dijo antes de salir de la puerta.

Yo no respondí.

Subí a mi habitación buscando señal de Timothée, más no lo encontré.

Me tumbé en mi cama, sin si quiera pensarlo me quedé perdidamente dormida.

Desperté por el sonido de mi teléfono, era Michael.

- Ya estoy a fuera. - Salí de mi casa, hacía mucho calor.

Subí a la camioneta de Michael, él comenzó a conducir por la ciudad.

- No vas a decirme a donde vamos ¿Cierto? - Le dije seria.

- Es... Una sorpresa. - Mencionó amable.

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𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 [Timothée Chamalet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora