Aunty Social

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Jean






Estaba tirada en el suelo de mi habitación escuchando un eco que venía de las voces de mi amigas. No pensaba en algo, sólo sentía mis ojos tan hinchados que no podía abrirlos bien, algo tiezos por las lágrimas algo secos por tantas de ellas.

- Jean... ¡Jean! - Giré a ver a Caro.

Suspiré profundamente. - ¡Es ese maldito! ¡Está ahí afuera! - gritaba desesperada y enfurecida.

Yo simplemente no podía sentir nada, y la ignoré.

- Jean, déjame decirle de lo que se va a morir por favor. - Moni y Nicole se preparaban para ir a debatir con Timothée.

- No. - Les respondí.

- ¿Qué? - Me miraron.

- Como les dije, no. - Seguí mirando en techo sin expresión alguna pues no la tenía.

- ¿Estás hablando en serio? - Se sentaron a mí lado.

- Dije no. - volví a suspirar.

Pude sentir como ambas se miraron por unos segundos.

- No quiero hablar, ni que hablen de nada. Sólo quiero descansar de este drama ¿entendido?

- Entendido. - Dijeron en uni sonido.

- Me alegra que Paul hubiera podido ir por ti. - Caro tomó de mi mano.

- Lo sé, yo también. ¿Aún no despierta? - Pregunté preocupada.

- No, Jean, era muy de madrugada, tiene sueño, además, estuvo consolándote toda la mañana hasta que llegamos. - Me tiró una mirada comprensiva.

- Debía dormir. - Agregó Moni.

- Es cierto. - Caro tomó de mi cabello.

- Tú también debes ir a dormir.

- No tengo sueño. - Les miré.

- Lo sé, pero necesitas dormir. Has llorado por más de 10 horas. Mira tus ojos. - Ella tenía mucha razón.

- Intentaré hacerlo. - Tomé la manta que estaba en mis pies y me cobijé.

- Jean... ¿No crees que deberías dormir en tu cama?. - Señaló arriba de mi.

- El suelo me parece cómodo por ahora. - tapé mi cara con la cobija. - Pueden irse cuando quieran, o mejor cuando Paul despierte.

- Tranquila, tú duerme. - Sentí como ambas se levantaron del suelo.

- Y Jean... - Escuché.

- ¿Si? - Respondí desde abajo de mi cobija.

- Después tenemos que hablar de todo. - Escuché como se cerró la puerta de mi habitación.

- Claro. - Susurré.

Obviamente ya les había contado todo, sólo que lo hice llorando como una loca así que probablemente no fue la mejor explicación.

Quité la cobija de mi rostro y a gatas me encaminé a mi ventana, sin siquiera levantarme tiré de ella para que se cerrará la cortina. Me recargué en la pared con lágrimas en mis ojos. Mi estado de ánimo había cambiado de desconsolada a un inmenso enojo.

No pude ser tan estúpida ¿O sí?

- Si, si lo fuiste. - Me respondí.

Tomé mi teléfono pues no dejaba de recibir mensajes de mis amigos que ya se habían enterado de todo. Quité el Wi-Fi pues no quería responder nada. Además borre la conversación que tenía con Michael. Después de todo eso comencé a eliminar las fotos que también tenía con él o de él que estaban en mi galería, llegué muy abajo de mis fotografías tanto que hasta comencé a eliminar mis propias fotos y otras más que ya no me servían.

Hasta que... 

Pude sentir en mi estómago un gran nudo, pude sentir como se paró un segundo mi corazón.

- Esta foto... - Hasta un tick brotó de mi ojo.

Un enorme recuerdo llegó a mi mente, esa tarde que caminábamos juntos, un hermoso atardecer estaba en nuestra presencia, el muy estúpido me hizo tomarle una foto...

- Estúpido.

- Estúpido

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𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 [Timothée Chamalet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora