Estrangers

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Jean






-Yo sabía que le gustabas a Omar, siempre lo supe. - Fer me decía emocionado mientras que caminábamos de regreso a clases.

-Cállate. - Lo miré molesta.

-Oye pero tal vez no debiste ser tan directa, pudiste decirle que estabas ¿ocupada?- Sugirió preocupado Paul. - ¿Viste su carita de decepción cuando le dijiste que no? 

- Yo si la vi, parecía que quería llorar. - Dijo burlón Fer.

-Tal vez... Pero saben que a mi no me gusta, no quiero darle esperanzas o que piense que podemos llegar a ser algo más.- les recalqué.

 Era verdad lo que decía, además no me sentía bien.

Llegamos al salón y me desparramé en la silla como si hubiese corrido tres maratones completos. No tenía ganas de nada, y todo el tiempo me sentía cansada y sin ningún motivo para seguir con mi "agotadora" rutina.

Más tarde, fuimos a la biblioteca a realizar un proyecto que teníamos que entregar pronto. Al terminar, había muchos libros por todos lados de la mesa de trabajo.

Todos nos quedamos viendo con los ojos entre cerrados para saber quién iba a dejarlos a los estantes.

-Yo lo hago. - Les dije.

-Ay muchas gracias que amable. - Me sonrió Moni tomando sus cosas para irse.

- Te debemos una. - Dijo Sergio

-¿Quieres que te ayude? - me miró Fer con unos ojos de "di no por favor, lo pregunté para ser buen amigo"

Me reí y le dije que se fuera, podía hacerlo sola, además me relajaba a un poco.

Al salir de la biblioteca ya estaba casi obscuro todo, caminé hacia la parada del autobús que estaba justo fuera de la salida de la universidad. Me quedé parada esperando el autobús, aunque había unas bancas para sentarse, ya estaba muy harta de estar sentada.

Me coloqué mis audífonos, y me puse a leer mientras que el autobús llegaba. Constantemente voltea a a ver si alguien venía hacia la parada o al rededor por seguridad, pero me sorprendí la tercera vez que di un vistazo.

Di un vistazo rápido y hacia la salida de la universidad. Era Timothée. Venía a la parada, me giré lo más pronto y disimulada que pude. Respiré profundo. Intenté actuar como si nada extraordinario estuviese pasando.

-Él jamás se fijaría en ti Jean, recuerda eso. Perdida de tiempo. - me dije a mi misma, y me tranquilice.

Llegó a él pequeño techo que había en la parada y se sentó algo casando sacando un suspiro.
No volteé a verlo, ni nada, recordándome sus finos gustos. Movía mis pies adelante y atrás esperando.

Después de un rato intenté verlo de re ojo. Ahí estaba, con un libro en sus manos, y audífonos.
De pronto llegó el autobús, me subí primero puesto que él ni siquiera se había levantado de su asiento.  De seguro no era su autobús, pensé, pero cuando me di cuenta. Él había subido también.

Él recorrió todo el autobús y supuse que se había sentado en la parte de atrás, ya que habían dos puertas. Yo me encontraba un poco más atrás de la parte de en medio.
Todo el camino pensaba en donde se podría bajar. Pero claramente no me quería ver como una acosadora fijona que volteaba a ver a cada minuto.

Después de un rato de camino, llegaba mi parada y a mi parecer, él ya se había bajado.
Tomé mis cosas y me dispuse a levantarme cuando el autobús se detuvo abriendo las puertas consigo.

Al momento de levantarme, Timothée ya había bajado los escalones.
Se bajó en la misma parada que yo.









Timothée

Salí sin muchas ganas de la universidad, lo único que quería, era llegar a mi casa para poder dormir.

Tomé mi tiempo para llegar a la estación, iba caminando contemplando lo sólo y tranquilo que era por las noches.

Miré hacia al frente y choqué la mirada con...

Jean. - Tragué seco después de que se girara como si le hubiese válido que yo estuviera ahí.

Detuve mis pasos para llegar un poco normal a la parada, me asomé un poco y ahí estaba.

De pie junto a la señal de autobús. Llevaba sus audífonos puestos y como siempre, ni siquiera me miró.

Suspiré ante tal falta de acción y me senté en las bancas de aquel techo. - no podía dejar de verla, esperaba que me dijera algo. Pero como era de esperarse ni siquiera se molestó en agregar una palabra.

Vamos tienes que hablarle, se gentil, no te veas raro ahí sentado, dile algo de la noche o el clima, no es difícil. 

-Umm- Llegó el autobús. Justo cuando iba a decir algo, no podía ser cierto. Ante mi decepción y mi torpeza. Cuando alcé la mirada el camión ya se iba...

Ella ya había subido , fui detrás corriendo... Había un asiento disponible junto a ella. Pensé inmediatamente en sentarme junto a ella.

Iba directo hacía ella, estaba apuntó de llegar al asiento cuando una bola de nervios e inseguridad se apoderó de mí y sin siquiera hacer un esfuerzo, seguí derecho hasta terminar al fondo del autobús.

Carajo Timothée. - Me regañé, no puede ser que no lo hayas hecho. Me sentí tan estúpido por no haber podido hacerlo, no sé que me detenía, si eran los sentimientos de Michael por ella o los ¿míos? 

No podía apartar mi mirada en ella, veía que persona se sentaba a su lado, como se acomodaba su cabello, y el poco reflejo de su rostro por la ventana.

Después del corto viaje...

Era mi parada y tenía que bajar, no quería, tenía que saber a dónde iba ella. Pero tenía que bajar de algún modo. Me dispuse a bajar y así fue, maldije por lo bajo al haberme ido de ahí sin saber a dónde iba ella.

Ahora triste y agotado, extrañamente no dejaba de pensar en Jean, en la estación, en que hubiera pasado si tan sólo le hubiera dicho una sola palabra , todos imaginan cosas, historias que nos hubieran gustado que pasaran, me imaginaba despreocupado hablando con ella contándole cosas... Cuando.

𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 [Timothée Chamalet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora