Medicine

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Jean



De camino a casa pensaba en muchas cosas, pero a la vez en nada, solo sentía como un gran peso que cargaba en mi había desaparecido. Era una sensación rara y nueva para mi, después de todos esos años encerrándome en un mundo en el que sólo yo vivía. 

Habían tantas cosas que no entendía aún, como todas las veces en las que Timothée me demostró ser ese tipo de las que todas hablan, cuando se suponía que me "quería".  Es decir, si Michael, el chico de en sueño que todas las niñas quieren y piensan que es perfecto pudo ser un loco tóxico. ¿Por qué sería diferente?

No quiero creer que Timothée es malo para mi, sólo que no permitiría un daño más, estoy siendo una mejor versión de mi como para que de nuevo tenga un corazón roto.  ¿O es que estoy en un error?

Después de la terrible lluvia y olvidar mis llaves en el auto de Paul, sin siquiera pensarlo estaba en su casa. No quería que todo esto me consumiera en una noche, intentaba distraerlo, distraernos para que no pensáramos en nosotros. No quería hacerlo por ahora. Fue un gran golpe saber todo lo que dijo Timothée.

Al entrar a su habitación pude conocer una parte de él que no se veía superficialmente, todo estaba perfectamente ordenado. No había tantas cosas en su cuarto, su escritorio sólo tenía una computadora y una lámpara. No había ropa tirada ni nada que saliera de sus cajones, todo estaba impecable. 

Ver su a través de su ventana me trajo tantas sensaciones extrañas, desde el terrible dolor de mejillas de tanto sonreír cuando hablábamos por teléfono, hasta sentir el dolor incurable en mi pecho y las lágrimas secas en mi rostro. Cualquiera puede creer que es una decisión fácil, pero yo, estaba muy confundida. 

- Jean... ¿Qué sientes por mi? - Un enorme hueco se apoderó de mi estómago al escuchar esas palabras. 

Sentía un enorme nudo en mi garganta, quería llorar y gritarle todo lo que sufrí por su culpa, pero también quería besarlo y decirle cuanto esperé ese momento. 

- ¿A que te refieres?- Intenté evadir la pregunta. 

Timothée sin moverse me respondió. - Sí, yo te dije absolutamente todo lo que siento por ti. ¿Tú... sientes lo mismo? ¿O algo?- Preguntó con su voz ronca. 

-Sé que hoy fue difícil, pero ¿Podrías por favor decirme algo? Lo que sea. Esto... Jean esto está matándome, no sabes cuanto tiempo tuve que soportar esto. No es reclamo sólo que... sólo necesito que me digas que sientes. Eso es todo. Aún si no es de mi, aún si no es de los dos...  

No podía seguir callando todo, ni distraer la evidente situación. Mis lágrimas salían de mis ojos, agradecía que él no estuviese viéndome. 

-Yo... yo creo que...- No podía hacerlo, dos partes de mi se estaban matando por decirlo y otra por contenerlo. 

- Dime. Por favor.- La voz de Timothée parecía quebrantada.

Vamos idiota, no puedes dejarlo así, tu maldito ex novio lo drogó, necesita respuestas ¡Dilo! 

- Sí, sí lo sentí, sentí cada pequeña y grande conexión contigo, cada rose, cada mirada, lo sentí. Sentí todo, por dios santo, sentí todo, maldición. Sentí que mi corazón iba a explotar aquella noche que nos besamos al ver tus ojos, tus malditos ojos. Sentí que iba a morirme cuando te vi tirado ahí en el suelo sin responder, verte con tantos cables conectados a ti, ¡Y tú no despertabas! Lo sentí todo. - Cerré mis ojos con fuerza para no ver su reacción. 

No tenía ni idea de lo que había hecho, todo brotó de mi como cuando haces del baño después de aguantar tanto tiempo. Abrí mis ojos al sentir una mano tomar la mía, seguía mirando el techo cuando lo miré, más la poca luz que iluminaba su rostro me daba la impresión de las lágrimas que había derramado. 

- ¿Estás bien?-Pregunté dudosa. 

Él rió secando sus lágrimas. - Tú dímelo. 

- Espero que sean lágrimas de alegría por que si no es así me sentiré como una estúpida que está enamorada de ti. - Suspiré

- ¿Estás enamorada de mi?- Preguntó sorprendido. 

- No... no quise referirme a eso, fue como una... fue como un ejemplo, algo así, no lo sé. - Respondí nerviosa.

-Pues yo si lo estoy, desde hace tiempo debo confesar. - Respondió con toda la seguridad del mundo. - Tranquila, no me respondas si lo estás  o no, déjame disfrutar esto. 

- Gracias por decirlo. - Volteó su mirada a mi, para después ambos regresar la mirada al techo blanco. 



 

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𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 [Timothée Chamalet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora