𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 [Timothée Chamalet]

I'm in love

Timothée

Llevaba 45 minutos mirando en techo, sonriendo, pensando en absolutamente todo lo que había pasado, entre más recordaba, más sonreía, no sentía mis mejillas.

No había siquiera tocado mis mensajes, no me importaba absolutamente nada. Sin siquiera darme cuenta me perdí en mi sueños.

Desperté con una sonrisa gigante, me estiré como gato, me arreglé más de lo normal, intenté acomodar mis chinos que normalmente son un desastre, me puse un poco de loción.

Salí de mi casa con una sensación de inmensa alegría, como si todo fuera de lo mejor, la mañana era increíble, me sentía increíble.

Llegué a la universidad buscándole, miraba por todos lados en el montón de gente que había. Este poco a poco se desvaneció y la vi, estaba con sus amigos, pude notar como una de ellas me señaló, así que ella me miró.

Me sonrió y yo le sonreí de vuelta alzando una mano. Comenzó a acercarse a mi, no podía creer lo radiante que se veía, yo en cambio me puse todo nervioso, mis manos comenzaron a sudar como el primer día y no tenía idea de por qué.

Acomodé mi cabello, esperando que no me hubiese despeinado en el camino.

- Hey ¿Te peinaste? - Señaló mi cabello.

Nervioso y algo sonrojado le respondí. - Pues algo así.

- ¿Por qué? - Preguntó extrañada.

- Pues, es bueno variar de vez en cuando ¿no crees? - Intenté explicar, mientras que tronaba mis nudillos.

Ella se acercó más a mi. - Me gusta más tu cabello con tus ondas sueltas y despeinadas. - Comenzó a desenredar suavemente mi cabello que tenía un poco de gel.

Yo sólo la veía detenidamente, apreciando lo cerca que estaba, y la paciencia, la delicadeza con la que formaba con sus dedos cada uno de mis mechones.

- Listo. - Retrocedió.
Simplemente no pude contenerme, la tomé de la cintura con una mano y la acerqué rápidamente a mi de nuevo.

Ante mi acción ella se consternó con los labios entre abiertos.

- ¿Qué haces? - Preguntó mirando mis labios como yo los de ella.

- No sé, creo que perdí por un segundo el control. - En la misma posición, la acerqué más a mi, podía sentir su agitada respiración y estoy seguro de que ella sentía la mía.

- Somos... Somos amigos Timothée. - Respondió aún en mis brazos.

- Lo sé, lo somos. - Intentaba con todas mis fuerzas separarme de ella pero no podía, y al parecer ella tampoco podía o quería.

- De... Deberíamos actuar como tal. - Mordió su labio inferior, lentamente fue quitando mi mano de su cintura, lo cuál me pareció más provocativo, pues pude sentir la curvatura de esta, hasta su cadera.

Sin separar nuestras miradas de nuestros labios, dijo. - Te veo después. - Intentó sacar su mirada de mi, hasta que lo logró, y se fue.

- ¿Qué fue eso Timothée? - Escuché la voz de Richard más no pude quitar mi mirada de Jean alejándose.

- No lo sé, pero nunca había empezado tan bien mi día. - Respondí con mi mirada siguiendo aún su silueta.

- Tim, ¡Timothée! - Richard me giró para que le mirara. - ¡Es novia de Michael! ¡Entiende! - Me sacudió.

Lamentablemente regresé a mi cordura, recordando todo, me es tan difícil e imposible aceptar eso cuando estoy con ella.

- Richard, no puedo, Michael tiene que saberlo. Ya no aguanto más ¿De acuerdo? - Los ojos de Richard se abrieron de par en par.

- ¿Estás diciendo que...? - Interrumpí.

- Sí, estoy enamorado de ella, y no tengo dudas, me ha contado toda su vida, sus gustos y lo fríos que son sus pies todo el tiempo. La quiero. Y ya no puedo con verla, ya no puedo con esta "amistad". La quiero a ella.

- Demonios. - Respondió congelado.

- ¿¡Qué?! - Me giré a verlo enérgico.

- Estás perdido. - Mencionó sorprendido. - Tim, yo te apoyo, pero, no puedes hacerle eso, se conocen desde pequeños.

- Nunca le he bajado la novia a Mike, jamás lo haría, y no digo que lo vaya a hacer, es decir, no sé cómo se sienta ella. - No había pensado en eso. - Dios mío. - Susurre.

- Tan sólo le diré lo que siento. - Le expliqué.

- Sabes que él te impedirá verla. - Interrumpió Richard.

Me moví de un lado al otro pensando en todo.- Lo sé, no lo sé. Pero la quiero a ella. ¡La quiero Richard! Maldita sea, la quiero.