𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 [Timothée Chamalet]

Me and Michael

Jean

Llegué a la conclusión de que por cada fiesta es un nuevo drama. Esperaba que todo habría salido como pensé que saldría.

Soy un asco seduciendo, es decir, sólo soy yo, no puedo ser así de coqueta con alguien... Me esforcé supongo, y en cuanto a Michael, estaba demasiado sospechoso, nos fuimos de dónde bailábamos con todos para ir a la parte de atrás de la casa.

- ¿A dónde vamos? ¿Debería asustarme? - Le pregunté sarcástica. Michael rio, continuó guiándome de la mano.

Abrió la puerta trasera del jardín que se conectaba con otro jardín, este estaba adornado con luces, una pequeña mesa en el centro nos esperaba con una cena.

- ¿Tú...? - Michael interrumpió.

- Si, yo quería festejar nuestro primer mes juntos. - Me sentó en una de la sillas.

Jamás nadie había hecho esto por mi.

- Vaya... Yo no había pensado en esto... En el mes. - Lo mire sentarse del otro lado de la mesa.

- No tienes por qué, sé que este mes fue difícil para los dos, sólo quería que olvidáramos todo. - Él tomó de mi mano.

Demonios, ¿por qué es tan bueno?

- Pues gracias por esto, lo necesitaba... Y bueno ¿A comer? - Michael rio ante mi comentario, tomó sus cubiertos y cenamos.

Toda la cena reímos de todo, hablamos de anécdotas, e historias de la universidad y amigos.

Sin poder respirar por la risa Michael continuaba con su historia. - Te lo juro, yo estaba muy nervioso, no quería arruinar mi oportunidad de invitarte a salir. - Reía aun más por recordar como le temblaban las manos aquel día.

- Por Dios, yo no quería decirte nada, pero claro que noté lo nervioso que estabas. - Sus ojos se abrieron de par en par, parando su risa por completo.

-¿En serio? No puede ser, que pena. - Comencé a reír aún más y él rio conmigo.

Dejamos de reír poco a poco, tomé un trago de agua para refrescarme de la risa extrema.

-Jean... Quiero que esto, nosotros, dure más de lo que esperemos, Dios... Espero que no pienses que es muy temprano para decir esto. - Tragué en seco sabía que iba a decir, no podía decirlo, no aún, yo no sentía lo... - Te amo.

Yo no sentía lo mismo.

Me quedé sin palabras por un buen rato. - Wow... Que... Wow. - Ni siquiera podía mirar a Michael a los ojos.

- Está bien si no sientes lo mismo aún, yo sólo quería decirte lo que siento, por que de verdad lo hago, no quiero perderte. Si llegara a haber algún cambio en tu sentir, por favor, dime. - Su mirada era sincera, y eso me hacía sentir muy mal.

- ¿A que te refieres con "algún cambio en tu sentir"? - Michael suspiró y me miró muy fijo.

- Yo... Hablé con Timothée... ¿Qué... Que es Timothée de ti? - Esa pregunta hizo que mi piel se erizara por completo.

- Un amigo, o por al menos el que me acompaña a casa.- No mentía, habíamos quedado como amigos, y sí me acompañaba a casa.

Vi un poco de duda en Michael, intentaba hilar las cosas, que supongo Timothée había hablado con él.

- ¿Por qué esa pregunta? - Reí para disimular un poco.

- Pues... Pensaba que ustedes tienen una conexión, es decir, después del accidente tú, prácticamente salvaste su vida, debe de haber algo especial ahí. - No podía evitar ver celos, o decepción en su mirada.

- Pues... Yo no siento nada. - Mentira. - Somos amigos eso es todo, hubiese sido igual si ese día hubiera sido Richard o Dan. ¿Me explico? - Mentira mentira mentira. - Somos buenos amigos... Es como mi... - Michael interrumpió.

- Hermano. - Me miró.

- Exacto, es especial, pero por como nos llevamos, es de hermandad.- Demasiada mentira, debía parar.

Aunque ante mis mentiras pude ver que la expresión de Michael se miró mucho más tranquila.

- No quiero que pienses que soy inseguro, sólo bueno conoces a Timothée. - Wow, era su mejor amigo ¿Dudaba de él?

- No te preocupes, estoy seguro que él jamás haría algo así. - Le regalé una pequeña sonrisa.

Él sonrió de vuelta. - Tienes razón, creo que me sobre pasé un poco con mis ideas.

- Todo está bien. ¿De acuerdo? - Michael asintió.

- Vamos, te llevo a casa.

Después de aquella noche, no pensaba en más que las mentiras que le dije a Michael, quería que no fuera así. Pero si él pudo sentir la conexión entre los dos ¿Qué espero yo? ¿Pensar que todo eso no existe?

Más que mentirle, me estaba mintiendo a mi misma.