Omnisciente
La noche llegó y parecía que sería una muy lluviosa, comenzaban a caer gotas en el parabrisas del auto de su amigo, Jean sentía unos nervios incontrolables, sus piernas daban pequeños espasmos, no dejaba de morder sus labios.
Ella quería llegar y verlo, pero también quería que no estuviera ahí. Después de todo él fue quien la hirió.
Jean y Paul llegaron a la fiesta, la chica bajó del auto sin dejar de mirar la casa, se veía bastante tranquilo.
Al ver la reacción de la chica - Te lo dije. - Le mencionó el Paul.
- Si, se ve bastante tranquila. - Jean colocó sus manos en sus bolsillos traseros en símbolo de timidez.
- Él no va a estar. - Agregó para animarla a pasar.
Jean sólo asintió y entraron a la fiesta.
Encontraron a sus amigos y la recibieron como si fuese una despedida de soltera, más tomaron en cuenta que debían dejarla poco a poco volver a estar cómoda.
Jean no podía mentir, realmente se sentía mejor, comenzaba a superar todo, pero no podía ocultar su mirada dirigida a todos lados, en busca de aquel cabello rizado, su amigo podía notar las miradas que lanzaba la chica, al pensar que estaba inquieta por el hecho que Timothée estuviese ahí, buscó su perfil y mostró las fotos de la fiesta en la que él estaba.
- Mira. - Ella tomó el celular en sus manos, recorriendo cada una de las fotografías en las que estaba etiquetado.
- ¿Estás más tranquila? - Preguntó esperanzado Paul.
Jean suspiró. - Sí, sí. - Por dentro tenía un gran alivio saber que no estaba ahí, aunque la decepción también la pellizco.
- Igual no me veía bien. - Se dijo a ella misma.
Después de ver que el chico se encontraba en otro lado completamente diferente comenzó a soltarse más y perder ese temblor en las piernas. Dejó que la música la liberara, poco a poco comenzó a disfrutar más de la fiesta y compañía de sus amigos, dejándose reír al igual que bailar con todos.Al otro lado de la ciudad, una historia en Instagram hizo tener una pequeña taquicardia a Timothée
Este que se encontraba recostado en el sofá de la fiesta donde se encontraba, miró el estado de Paul, él sabía muy bien que era el mejor amigo de Jean, siempre las veía, esperando que ella estuviera en alguna para saber de dónde estaba, más no esperó verla esta vez, pero así fue.
La imagen borrosa mostraba a todos los amigos de Jean, y por supuesto a ella en medio de todos, ella sonreía, era una sonrisa pura. De pronto el estómago se le hizo añicos y con la historia aún detenida por sus dedos en la pantalla, mordió su labio. Tomó marcha a su auto, dirigiéndose a un sólo lugar, al único en el que tenía que estar.
Jean no podía creer que la felicidad podía regresar de igual forma en la que antes. La felicidad se adapta a quien eres ahora. Jamás volverás a ser feliz como antes lo fuiste, y ella lo sabía, está nueva felicidad la aceptaba, la aceptaba tan bien que no podía con ella. No necesitó una sola gota de alcohol, ni drogas para saber que bien se sentía ser libre una vez más. No recordaba la última vez que había bailado como sólo ella sabía hacerlo, no recordaba la última vez que cerró sus ojos para poder dejar llevar su cuerpo por la música, se permitió hacerlo y olvidarse de todo lo demás, justo como antes lo hacía, se perdió en el ritmo de aquella canción, más una inquietante sensación la alertó, más lo dejó pasar, sin embargo dejó sus ojos abiertos. Su mirada recorría la fiesta por completo.
Y se detuvo, eran esos ojos verdes que chocaban con los suyos que la paralizaron. Alguien la miraba del otro lado de la barra, y no apartaba su vista de ella.
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𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 [Timothée Chamalet]
FanfictionNo es fácil descubrir quién eres, pero es mejor cuando lo haces con alguien a tu lado.