𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 [Timothée Chamalet]

Wait

Omnisciente

Después de unos segundos en que los corazones de ambos se detuvieron, Jean salió corriendo de la casa, quitando a su paso a cualquier persona que se le pusiera en frente.
Timothée no dudó un segundo en seguirla e ir por ella, cuando pudo salir de la casa, la buscó desesperado, Jean había tomado rumbo a la calle, y corrió a ella.

Timothée sabía que no podía soportar un momento más alejada de ella, no podía estar un día más sabiendo que ella pensaba que no le importaba. Él sabía que la quería, lo supo desde que la miró con Michael, lo supo desde que tuvo que correr al baño para aguantar sus lágrimas. Nadie llora por alguien sin razón y él lo sabía, pero siempre lo calló. La quería, y no pasaría un segundo más sin ella.

- ¡Jean! - Gritó para que se detuviera.

La chica lo hizo, más no se giró para con él.

- No quiero hablar contigo. - Respondió de espaldas, y siguió caminando.

- ¡Tienes que saber la verdad! - Intentó hacerla girar nuevamente.

- Timothée. - El silencio de la noche causó un gran e hiriente momento a lo que ella respondería. - No quiero verte.

Él sintió como cada tendón que sostenía su corazón se desgarraba uno por uno, creando un hoyo enorme en su estómago sacando sus lágrimas sin pensar ni un momento.

Timothée corrió hasta ella, y giró para que lo mirara, más ella bajó la cabeza.

Unas pequeñas gotas mojaron la nariz de la chica, haciendo que esta mirara al cielo, al igual que él. Comenzaron a caer más y más, ambos aún mirando las gotas que se aproximaban, bajaron lentamente sus miradas hasta unirse. Ambos mostraban tanto dolor en ellas, que parecía imposible no llorar.

- Jean. - Llamó a la chica.

Esta estaba tan cerca de él, tanto de su mirada y  sus labios.

- Perdóname. - Sollozó mientras que la lluvia cubría su rostro.

En cambio ella, con lágrimas en sus ojos, le dijo.

- No puedo, no puedo, lo siento. - Timothée tomó de su helada mano impidiendo que se fuera de ahí.

- Michael, él... Causó todo. - La chica le prestó más atención después escuchar las palabras que salieron de Timothée.

- ¿De qué hablas? - Le miró

Timothée miró al cielo y después de un gran suspiro respondió. - Yo no quería que lo supieras así, pero ya no soporto esto. - Jean confundida esperó que terminara. - Michael me drogó el día que me viste en la fiesta.

De inmediato la chica se soltó de la mano de Timothée retrocediendo de él.

- No... No es verdad. - Negaba con la cabeza. Jean no podía imaginar todo lo que hubiese pasado si ella hubiese seguido con él.

- Lo es. Jean, él no quería que estuviera cerca de ti, armó todo un acto para me vieras de esa forma. - Intentó explicarle.

Jean con lágrimas en sus ojos. - Bien... te drogó, pero cuando fui a esa habitación ¡tú estabas ahí, mirándome, para después decirme que me fuera! ¡Me miraste Timothée! ¡Y estoy segura que sabías quién era!

- ¡No lo sabía! Estaba perdido, ¡Perdido como nunca! - El chico no se detenía a evitar sollozar. - Yo no quería volver a drogarme, no quería, no quería.

Ambos se quedaron en un gran silencio que sólo la lluvia podía distraer.

- Michael me dijo después que nos vio llegar juntos, me propuso que fuéramos a una fiesta. Acepté, me dio un trago, y no supe más. Después él me lo confesó todo. Dijo que lo hizo por que tenía miedo a que... - Ambos con los rostros empapados mantuvieron la vista a pesar de la intensa lluvia.