𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 [Timothée Chamalet]

Love my way

Jean

Intentaba dormir como cada día, cuando consolaba el sueño, los flashbacks de aquella noche me venían a la mente interrumpiendo mis sueños.
Despertaba y miraba al techo por horas, intentando pensar ¿Por qué pasó lo que pasó? Por qué tuve que conocerlo.

Mis amigos y los de Michael nos habíamos hecho unidos después de esa noche, convivíamos más.

- Hey, por acá chicos. - Llamó Paul la atención de Richard.

Los chicos se acercaron a nosotros y tomaron asiento.
- ¿Cómo están? - Preguntó Dan.

- Estamos cansados, y algo desanimados. - Le respondió Sergio.

- Entiendo... - Agachó la cabeza Jasper.

- ¿Y si salimos? - Opinó Moni.

- Hace mucho que no hemos salido a ningún lado. - Contestó Michael.

- Podemos ir a la fiesta del viernes... Como solíamos hacerlo... - Propuso dudosa Andrea.

- No lo creo, las fiestas siempre son con personas de aquí, no estoy preparado para otro escándalo. - Respondió Richard.

- Tienes razón... Yo tampoco estoy preparada para ver personas que conozca. - Añadió Salma.

Hace tanto tiempo que estábamos tan decaídos, nadie salió a ninguna otra fiesta desde entonces. Había un silencio que siempre se apoderaba del momento, y sabíamos que todos pensábamos en lo mismo. Timothée.

- Podíamos ir al antro que está en el centro de la ciudad. - Terminando con el silencio Michael habló, se encontraba a un lado de mi. Me miró- Podemos intentarlo, y ahí nadie nos conoce. - Se refrió a los demás. 

Todos se miraron esperando una respuesta de cualquiera.

- Creo... Creo que sería una buena idea chicos. - Habló Richard.

- Yo también lo creo. - Secundó Fer.

- Y yo. - Alzó la mirada Dan.

- Entonces... ¿Salimos? - Preguntó Michael a los restantes.

Todos estuvieron de acuerdo, aún se podía ver una mirada de esperanza por recuperar sus vidas. Al fin del día, estábamos en la universidad.

Era hora de clases, todos nos paramos y quedamos de ir el viernes. Michael me llevó a mi salón.

- ¿Si tienes ganas de ir? - Preguntó besando mi mejilla.

- Claro. - ¿Por que no? - Le miré lo más segura que pude y le regalé una sonrisa para que me viera más natural.

- Perfecto, paso por ti. - Acarició mi mano. - Tengo que irme, te veo en la salida. - Michael se iba, pero tomé de su brazo.
Sabía que quería saber si sabía algo de él...
Me miró en respuesta de mi agarré. - ¿Que pasa?

- Am, nada, ten un buen día. - Se acerco a mi, me dio un corto beso, en los labios.

Poco a poco dejé de preguntar, dejé de pensar, y pude comenzar a dormir. Aún cuando no sabía nada de él, sabía que él no sabía nada de mi, y nunca lo sabría.

Cada día de la semana que avanzaba, empezaba a sentirme mejor. Tomé acción en mi apariencia, mis ojeras volvieron a su normalidad y mi ánimo estaba casi a como estaba antes. Estaba reparando un corazón previamente roto con un ataque inesperado de una "conexión" que sólo yo sentía.  

Lo mismo pasó con todos, salieron del shock y nuestros días comenzaban a ser normales. Creí que eso jamás pasaría, pero sabíamos que pasara lo que pasara, debíamos salir adelante.

Y de nuevo me vi sentada frente al espejo, igual que la última vez. Me miré por algunos minutos.

- Tienes que seguir. - Tomé el cepillo, y comencé a peinar mi cabello.
No iba a decaer, no pasaría.
Terminé mi maquillaje colocando un labial rojo intenso, acompañé este, con un vestido igual.
Rojo, ajustado, me sorprendía de nuevo poder verme diferente a los demás días. Me hacía muy bien sentirme linda de vez en cuando. 

Intentaba que esos flashback no me molestaran, todo sería diferente desde ahora. No permitiría que Timothée Chalamet me rompiera.

Me miré de nuevo al espejo, me gustaba lo que veía, me gustaba que podía seguir adelante, me gustaba que regresé a la vida.

Michael llegó y salí.

- Preciosa, no puedo creer lo hermosa que estás esta noche. - Me besó.

Me aparté de él.- Gracias. - Le regalé una sonrisa. - ¿Nos vamos?
- Claro que sí, permíteme. - Me abrió la puerta y entré. - Hey ¿Estás segura de esto?- Me preguntó antes de cerrar la puerta de la camioneta.

- Ya te dije que estoy bien ¿Tú que dices?.- Le miré

- Digo que sería un placer llevarte a bailar esta noche. - Se inclinó para darme un beso en la mejilla. - Vamos.