#17 Parte.

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PDS: ignoren al perrito sensualon de la imagen... es que fue la unica que encontré que se adaptara a la parte... ajajjaja. Ya, pueden seguir leyendo.

      "El perro" se lanzó a atacar primero y casi al instante Jaque reaccionó esquivando el ataque y contraatacó con un golpe izquierdo que falló. Coraline notaba lo nervioso que estaba el licáno, quizá demasiado tenso y ella sabia el porqué. Aunque Caín fuera blando con ella y más tolerante con Aley, seguía siendo demasiado agresivo con los demás.  Pronto la gente comenzó animar y gritar, mirando la pelea y aquello puso más nervioso a Jaque. Seguía esquivando y contraatacando, manteniendo la ilusión de Coraline al del ring, mientras la real había logrado alejarse un poco para que su hijo no presenciara todo aquello que sucedía sobre el cuadrilátero. Entonces en un momento, recibió una fuerte patada en el estomago que le derribó. Al ver que otra patada venia hacia él, giró por el suelo, logrando salir ileso. Coraline se estaba frustrando y comprobó que nadie pudiera verle o escucharle y notaba cómo Jaque miraba de vez en cuando a dirección de ella cuando hablaba. Estaba atento a la chica.

–Jaque, déjalo. No te esfuerces. – pidió y Jaque se detuvo en seco con la cabeza agachada. Soltó un suspiro y esquivó un gancho derecho que iba a gran velocidad a su costado.

Él hizo caso omiso a Coraline y siguió con el combate, cada vez más relajado y haciendo más rápidos y precisos sus movimientos. Ambos comenzaron a pelear con tanta rapidez que incluso comenzó a costar el llevar un hilo a la pelea. Jaque se estaba centrando más en el combate que en mantener las ilusiones. A Coraline le pareció que su copia casi desaparece por un momento pero pronto se volvieron nuevamente visibles y daba ánimos al azabache. Jaque mofó* a su contrincante y esté se molestó, volvió más agresivo como torpe en sus movimientos. El combate finalizó en un descuido, el cual Jaque aprovechó para dar un puñetazo en el estomago y un rodillazo que terminó por derribarlo. Coraline se sorprendió de aquello al igual que todos en el lugar. El vencedor giró sobre sus talones y bajó ágilmente del cuadrilátero, para pasar a estar al lado de la ilusión de la castaña.

–Wow, Nadie esperaba este final. Ha sido impresionante. – aceptó el locutor.

–Muchas gracias. Me alegra que digan ello.- respondió la copia de Coraline con una sonrisa. El joven se le quedó mirando, quizá no se había dado cuenta de ella, pero había mucha gente para saber quiénes estaban allí.

–Pero ¡No podemos aceptar esta derrota! –habló y todos hicieron ruido, dando a entender que estaban de acuerdo con el que hablaba. –Quizá sólo tuviste suerte porqué nuestro campeón ya estaba cansado de su pelea anterior. ¿Qué les parece si éste forastero–Apuntó a Jaque– reta a nuestro otro favorito? Sí gana, ¡entonces él se lleva el nuevo puesto y una gran recompensa! –más gritos. De un pasillo salió otra figura muy grande y robusta.

El licano le miró y lo analizó de pies a cabeza, buscando debilidades que pudiera usar a su favor. Por otro lado, Coraline se quedó sin habla. ¿Qué rayos estaba haciendo? Sólo necesitaban el dinero para algo de comer y el helado del niño. No era bueno que la pelea se repitiera. El otro subió al ring, donde levantando los brazos recibió una bienvenida alborotada de la multitud. Jaque volvió a subir y movía los dedos de las manos, quizá nervioso. De nuevo el sonido chillante que Coraline comenzó a odiar.


   Ambos tomaron la postura que más les facilitaba el ataque o defensa y se prepararon para la pelea. Smbos se quedaron esperando un par de segundos, analizándose ¿Cómo era posible que ese tipo, desconocido, y menos fuerte –a simple vista- pudiera derrotar a uno de los 2 grandes campeones de aquel lugar de mala muerte?. Jaque comenzó a arrastrar entonces sus pies, rodeando con lentitud al "Galardo", sin quitarle los ojos de encima, analizándolo, mientras él comenzaba a caminar en círculos para no des prevenirse.  Pronto ambos se lanzaron al otro, Jaque retrocedía de a saltos y su oponente se acercaba a gran velocidad para propinarle una patada. Él sabía que estaba en desventaja ante aquel contrincante. Algo había diferente, y pareciera que aquello le emocionaba más, haciendo sus ataques tan rápidos al igual que sus movimientos. Coraline comprendió entonces que quien peleaba no era Jaque.  ¿En qué momento había sucedido? A simple vista era el mismo estilo de pelea que en el primer combate, pero la diferencia es que esta vez no se detenía a atacar y pareciera jugar, como un gato jugando con una bola de estambre. Coraline se puso nerviosa mientras Aley miraba con los ojos abiertos de par en par la pelea.

Protegerla de mí...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora