Pasó un mes desde aquello. Jaque pensaba en cómo conseguir el dinero suficiente, pues el que recibía Coraline apenas le era suficiente para los gastos y poder sustentarse. La mejor forma de conseguir dinero era en peleas, pero no se fiaba demasiado de ello, pues Caín no era muy amable en ese aspecto. Aquello no le molestaba, pero no le agradaba la idea de si Caín se volvía el psicópata de siempre y terminaba encharcando todo con un fluido rojizo muy particular... Quizá podría conseguir un trabajo de medio tiempo, pero también estaba el problema de Caín y que llegaran a descubrirle. Otra opción que tenía era robar, pero ni a él ni a Coraline le gustaba aquella idea, además de que Caín era demasiado orgulloso para estar mendigando sobras.
Por otra parte, Coraline, pensaba y buscaba algún tipo de trabajo que se pudiera acomodar a ella. Pero su incapacidad de no poder hablar del todo y por cortos periodos le dificultaba aun más las cosas, quizá más que antes. Todos los días buscaba en periódicos o anuncios algún trabajo, lo más frecuentes eran de modelaje, y aunque ella tenía una figura proporcional, no le serviría de nada estando embarazada y tener miles de cicatrices por su cuerpo. Otros eran para recepción o para oficina, y no podía por su voz. Otro que encontró fue de computación, ella sabía algo de sistemas, y arreglar algunos electrónicos, pero requerían un titulo de"ingeniero en sistemas de computo", cuando Coraline siquiera había terminado la preparatoria. Quizá podría ir como recepcionista de un consultorio recién abierto y utilizar su lector, pero cuando llamó, ya habían dado el puesto.
A ambos se les acababan las esperanzas y de ser así, sólo quedaría la opción de dar en adopción.
Un día llegó, Coraline, con unas flores hasta las lapidas donde estaban gravados los nombres de sus padres. Se sentó como de costumbre sobre alguno o a un lado y comenzó a relatar todo lo que había ocurrido desde la última vez que había ido con ellos. Desde aquel día en que se decidió para ir a contarles todo lo que Graham había hecho y su embarazo. Platicó con su tenue voz, mientras limpiaba ambas lapidas, lo difícil que se estaba volviendo el encontrar un trabajo. Además de que requería más dinero para ir a chequeos médicos. Soltó un gran suspiro mientras una lágrima rodó por sus ojos. Pidió que le ayudasen, le dieran siquiera una palmada de aliento para poder seguir, les dijo todo lo que les necesitaba y sufría. Sí no fuese por Jaque, ella quizá ya no estaría allí ahora. También les había contado de Jaque, que era un lobo, y de alguna forma terminó enamorada de él y que éste ahora también se estaba quebrando la cabeza intentando encontrar, de forma desesperada, un trabajo para poder conseguir el dinero necesario.
Se sentó después de limpiar las lapidas y miraba las fotos detrás de la vitrina. Les sonrió a las fotografías mientras cerró los ojos y pidió que le ayudaran a seguir. En ese momento sintió una mano en la espalda, ella se giró y era Jaque que recién había llegado allí. Le limpió las lágrimas de los ojos y abrazó mientras ella intentaba no volver a llorar.
Poco después de estar allí un rato, se decidieron por irse. Pasaron por la entrada donde el señor les saludo muy amablemente como de costumbre y se fueron. La chica le pidió al licano que pasaran a caminar por el parque para despejarse un poco y él aceptó.
Caminaron en silencio, ambos metidos en el mismo problema de conseguir el dinero. Hasta que un papel, de un color rosa chillante, se pegó a la pierna de Coraline y les interrumpió su incomodo silencio. Ella lo tomó mientras lo hacía a un lado, pero se quedó observándolo. Leyó su contenido y mostró a Jaque. Él lo tomó en manos y leyó mientras vacilaba el que decía. Se dirigieron a la dirección que venía en el papel y Coraline tocó el timbre. Era una casa un tanto vieja pero bien cuidada. Era grande y tenía un jardín que pareciera no estar muy bien cuidado.
Una anciana de unos 75 años, con cabellos plateados bien recogidos por un moño café que hacia conjunto con su traje de pana de igual color. La chica se sintió de pronto demasiado fachosa para ir a presentarse a tal casa ante tal mujer que se acomodó unas gafas que hicieron sus ojos crecieran drásticamente para mirarla. Ella preguntó el que se les ofrecía y Coraline, con un suspiro atorado en su garganta, le mostró el papel. La señora lo tomó en manos e inspeccionó, luego les pidió que pasaran dentro. Era una casa con muebles viejos pero cuidados. Con un poco de polvo acumulado sobre sus superficies.
![](https://img.wattpad.com/cover/25040631-288-k547515.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Protegerla de mí...
WerewolfUna noche común de otoño, ella, pidió algo diferente para cambiar su vida. Algo que le hiciera ver las cosas de otro color, pero nunca creyó que esa petición se cumpliera. Mucho menos que fuera muy literal el "algo diferente que me cambie la vida"...