Pronto llegaron al parque, Coraline abrió sus ojos y analizó su alrededor en busca de un lugar tranquilo para platicar. Miró a Jaque y le sonrió, indicándole que fueran a adentrarse en la malesa y perderse un rato entre los árboles.
Caminaron un corto tiempo y perderse de la poca gente que había en aquel lugar. Pues comenzaba a obscurecer y empezaban a irse a sus hogares.
Coraline se sentó sobre el pasto mientras miraba cómo el cielo se obscurecía y algunos bichos se escuchaban, un par de autos a lo lejos también. Ella le indicó a Jaque que se sentara a su lado para seguir con la plática que tenían antes de salir de la casa y así fue.
-Bien, puedes seguir preguntando todo lo que desees. - dijo para romper el silencio que se formó.
-... Bueno, realmente tengo demasiadas preguntas, pero no quiero incomodarte con ellas. - respondió el lobato mientras jugaba con sus manos. Coraline le miró, él siempre jugaba con sus manos de pianista cuando estaba nervioso. Aquellas manos que tenían algunas cicatrices...
-Está bien. Después de todo no conoces mucho de mí. Creo está bien que tengas dudas y te las pueda responder.
-Está bien...- respondió un tanto serio. -Coraline, quizá esta sea una pregunta muy personal pero... -se quedó callado. La chica esperó a que le dijera aquello pero pareciera que él se arrepentía de querer preguntarlo.
- ¿Jaque...? Pregunta lo que quieras. Por mi está bien responderte.
-...Coraline, ¿Por qué... por qué siempre lloras por las noches? - Soltó rápido, la castaña se sorprendió por aquella pregunta y no sabía que responder en el momento.
Llevó sus ojos al frente mientras abrazaba sus rodillas contra su pecho. Poco después tomó su lector en manos para escribirle la respuesta.
-Bueno... veras... perdona si te incomodaba o no te dejaba dormir. Lloro por los recuerdos. Sólo eso. Extraño a mi familia y a mí amigo. Quizá sea tiempo de dejar ya eso de lado, pero me es difícil evitarlo a veces. - respondió el lector y ella se mordió sus labios. Intentando comprimir el nudo de su garganta inactiva - ¿Qué otras cosas quieres saber?- añadió sonriéndole.
-... bueno, también quisiera saber por qué no estudias o trabajas.
-eso es porque... dejé la escuela ya que si la pagaba no completaría para los gastos de la casa. Y no trabajo porque desde el accidente no puedo hacer muchas cosas. -la chica se encogió de hombros- No sé si te diste cuenta pero no puedo hacer mucha fuerza con mis manos en especial la izquierda- se arremangó el suéter y le mostró una cicatriz demasiado grande que había sobre su brazo. -el ser muda me complicaría las cosas y bueno, también tengo complicaciones en encontrar trabajo con mi condición. - volvió a encogerse de hombros con una sonrisa de lado.
-La vez pasada, cuando me tropecé con la mesa y todo cayó al suelo..., encontré un examen clínico... perdona, no sabía lo que era hasta que lo leí. Sé que no debe pero...- se quedó en silencio.
- ¿Examen clínico? ¿Que decía?
-Decía que tu cuerpo producía una especie de cosa. No estoy seguro pero creo era algo malo, "HR" si no mal recuerdo. Nunca había escuchado sobre ello... ¿Qué es?- Coraline se extrañó, luego comprendió.
-"HR"...- Coraline se quedó pensativa y luego recordó y entendió a lo que él se refería. -es "HF" es abreviatura de "Hormona Fantasma" está allí pero no tiene uso ni afecta en nada. O no han encontrado para que sirva.- escribió y su lector lo reprodujo -soy de los pocos que tienen esta anomalía. Solo 2 personas de cada millón la tienen. Y como no afecta pues no se ha estudiado del todo. Creo lo único que afecta es que las personas que desarrollan esta cosa es que difícilmente dan descendencia, o tienen más complicaciones que una persona normal... y bueno, yo... aunque fuera normal quizá no podría tener hijos. - Soltó una risilla muda -una de las láminas, en el accidente, daño mi vientre y según estudios de ginecología, mi probabilidad de tener descendencia es aún menor del promedio... pero pues, creo puedo adoptar algún niño a futuro. Sería mejor. - se sonrió para sí misma, intentando animarse.

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Protegerla de mí...
LobisomemUna noche común de otoño, ella, pidió algo diferente para cambiar su vida. Algo que le hiciera ver las cosas de otro color, pero nunca creyó que esa petición se cumpliera. Mucho menos que fuera muy literal el "algo diferente que me cambie la vida"...