Soltando suspiros cansados, un tanto melancólica por el día que era hoy. Llevando consigo una caja en mano y colgada su bolsa pequeña mientras buscaba con la mirada estar segura y seguir avanzando. Unos 50 minutos caminando pasaron para que ella llegara ante las grandes paredes de concreto viejo. Tomó el aire suficiente para armarse de valor y traspasar por la puerta oxidada donde la recibió un señor, de avanzada edad, amablemente. Coraline abrió la caja que tenía en manos y sacó un pedazo de tarta para dárselo al señor en muestra de agradecimiento por lo que había hecho la vez pasada por ella -pedirle un taxi-. Después de hablar un rato con el hombre y por fin sonreír por primera vez en esa semana, se decidió por ir a visitar a su padre en su día de cumpleaños. Pasando por esos solitarios caminos llenos de polvo y recuerdos olvidados, buscando con tristeza la lapida que tenia gravado el nombre de su padre.
Llegó a las últimas filas y giró a la izquierda para seguir el camino y llegar a donde sus padres se encontraban. Se percató que el lugar donde sus padres dormían plácidamente había sido limpiado recientemente y había unas flores un tanto frescas. Podría decirse que hacia unas horas habían sido colocadas. No tomó mucha importancia a aquello, pues su padre en vida fue un profesor y había muchos alumnos que le agradecían. Así que era común encontrar flores el día de su cumpleaños o en días festivos.
Como de costumbre dejó sobre el suelo sus cosas y se sentó a la orilla de alguna de las lapidas de sus padres, cerrando los ojos dedicándoles canciones en su mente o hermosas cartas que formulaba mientras estaba allí. Pero siempre con lágrimas sobre sus ojos que le empañaban su vista y su boca formaba una sonrisa.
Les contó, en su mente, lo que había hecho en ese tiempo, les platicó de Jaque y los problemas que tenia a menudo con Caín. Les pedía consejos y apoyo, les pedía sabiduría para saber qué hacer en esos casos de locura, les contó todo lo que se le ocurría, les cantaba en su mente o intentaba tararear unos momentos, pues comenzaba a doler un poco su garganta al esforzarse demasiado. Para al final, volver a pedirles disculpas por lo que había ocurrido.
Pasaron 2 horas, marcando el reloj las 5:14 de la tarde y el sol amenazaba a esconderse. Se decidió por irse, volvió a dedicarles a ambos una carta para al final, volver a pedirles disculpas por lo que había ocurrido... pues aun se culpaba de que sus padres estuvieran como estaban ahora... Agarró sus cosas para irse pero se quedó detenida allí unos momentos, pues había recordado que aún tenía que ir a comprar algo de comer, pues seguro sabiendo lo orgulloso que era Caín, no habría probado alimento alguno.
Pensando en que comprar para la cena mientras se giraba y limpiaba las lagrimas de sus mejillas, abrió su bolso sacando el monedero para ver si tenía el dinero suficiente para comprar la despensa de la semana o sólo la comida necesaria para la cena de hoy.
Caminando mientras comprobaba aquello cuando de pronto fue detenida porque le tomaron de los hombros, al venir distraída, aquello le tomó por sorpresa haciendo que soltara lo que llevaba en manos. Si mirar quien le detuvo, creyendo que era el señor de la entrada, sólo se agachó tomando el lector que también había caído y escribir rápido sobre este una disculpa mientras notó que la otra persona se agachó para ayudarle a recoger el dinero que había saltado del monedero al caer. Agradeció, tomó el monedero y lo metió a la bolsa de su chaqueta y al sacar de nuevo la mano cayó el pañuelo. Ella se quedó mirándolo, pues no recordaba haberlo puesto en su bolso e intentó levantarlo para sacudirlo del polvo pero la otra persona lo tomó en manos, fue entonces fue cuando Coraline levantó la mirada sólo para quedarse sin reacción al ver que era Graham el que estaba frente a ella, quien se quedó mirando el pañuelo, reconociendo que era suyo y volvió su mirada a la chica que ahora tenía un gesto de susto.
Ella agarró pronto todo en manos y se levantó para irse, casi corriendo, pero al instante fue detenida por Graham mientras la sostuvo del brazo, Coraline hizo una expresión de dolor al ser el brazo que había sido lastimado sin intención por jaque y sin evitarlo, por el dolor, se dejó caer de rodillas mientras este aún la sostenía.

ESTÁS LEYENDO
Protegerla de mí...
Manusia SerigalaUna noche común de otoño, ella, pidió algo diferente para cambiar su vida. Algo que le hiciera ver las cosas de otro color, pero nunca creyó que esa petición se cumpliera. Mucho menos que fuera muy literal el "algo diferente que me cambie la vida"...