U N O.

34.5K 868 152
                                    

-                 ¡Que no, Ally! ¡No quiero ir! - gruñí haciendo un pequeño berrinche con mi mejor amiga. Estaba queriendo convencerme de salir a uno de esos bares a los que ella ciertamente acostumbraba a ir. No era como si Ally fuera la clásica chica fiestera, pero comparada a mí, ella sí era divertida. Yo sólo era la típica chica que pasaba los días encerrada en su habitación viendo maratónicas series de Netflix encerrada en mi habitación con todas las luces apagadas y un tazón gigante de pop corn a lado mío. El que me quisiera hacer salir de mi comodidad era casi un insulto.

Después de tantos intentos de parte de la chica con la que compartía apartamento, terminé accediendo y me comencé a arreglar. Un poco de máscara, y labial. Realmente nada especial, no solía maquillarme con frecuencia y por eso, no era una experta en aquellos productos. Me vestí con un lindo crop top color negro y un pantalón blanco para que contrastara con mi piel morena clara.

-           Venga, Camila. Te ves guapa, ya sal que me muero por ir a bailar. - me reí ante su comentario y tras una rápida y última checada en el espejo de cuerpo completo que había unos pocos metros antes de estar fuera del departamento, salí por fin y tomé a mi mejor amiga de la mano. Se veía guapísima, Ally siempre lo estaba. Ella era... 1.50m de perfección.

La ciudad estaba rodeada de taxis, en New York no había un momento en el que no encontraras un chofer para llevarte al lugar que desearas. Subimos tras saludar al hombre que conducía en un gesto amable. Me sentía bien con lo que llevaba a pesar de portar unas bonitas zapatillas altas color negro. Las adoraba. Ally igual se veía linda, con la cara que tenía, como de una pequeña muñeca de porcelana, cualquier cosa que se pusiera le sentaba de maravilla. El rojo le iba estupendo. Dudaba que no se fuera esa noche a un hotel con Troy, su novio, y mi amigo.

Al llegar al bar, al que por cierto no recordaba haber venido jamás, - aunque bueno, no es que yo supiera mucho de bares o clubs nocturnos - , nos bajamos del coche tras haber pagado al chofer unos pocos dólares y caminamos hacia la entrada. Me dejaron pasar al instante, pero no a Ally, ya que ella parecía muy joven, y su estatura no mejoraba la situación, por lo que tuvo que mostrar su ID, y tras comprobar su mayoría de edad los hombres encargados de la puerta nos permitieron entrar.

-           ¿Quién te ha invitado a este lugar? - le pregunté a Ally. - Jamás lo habías mencionado.

-           Tal vez porque jamás había venido aquí tampoco. Troy me ha dicho que viniera y que trajera a una amiga. - ¿Una amiga? ¿Para qué? ¡Mierda! ¿Acaso Troy planeaba presentarme alguien? ¿Acaso Ally sabía que Troy planeaba presentarme a alguien? ¡Nooo! ¡No venía preparada psicológicamente para aquello!

-           ¡Joder, Ally! ¿Me hiciste una puta cita a ciegas? Sabes que a mí eso no me va. - giré los ojos y ella rió. Ally tenía una risa encantadora que me hizo imposible siquiera el hecho de pensar enojarme. No podía, no con ella.

-           No hagas lío, ¿de acuerdo? Todo estará bien. Me han dicho que está guapísimo. Aparte sabes que no te dejaría pasar un mal rato. – Ajá. ¿Y qué de los momentos en los que en el departamento se besaba a cada momento con Troy? ¡Noticias, Ally! ¡Ese es un mal rato!

Me separé un momento de Ally para ir al baño, odiaba ir acompañada y a todas las personas que conocía eso les parecía completamente extraño. Igualmente fui y luego de retocar el brillo de labios, salí de ahí y me senté en la barra. Pedí un tequila y sonreí para mis adentros. Era una amante de esta bebida, siempre me había encantado lo ardiente que se sentía cuando se deslizaba por la garganta, lentamente, quemando cada pedazo de mi boca para finalmente llegar a mi estómago para que ardiera con fuerza. Mamá me había dicho que cuando me sintiera morir por un mal de amores, tomara tequila para sentir el dolor desaparecer, pero jamás había sentido un dolor del corazón roto del cual todo mundo solía escribir canciones. Bueno, sí lo había sentido pero... prefería no recordarlo. Cuando dejé aquella relación ni siquiera solía beber.

UNDRESSED {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora