22. LA BESTIA

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VELKAN

Tenía la esperanza de pasar un día tranquilo con Carmen, después de todo quería desestresarme de estar tres tortuoso días seguidos con los insoportables de Lilith y Samael.

Todo marchaba a la perfección, desde el pequeño beso qué Carmen me había dado, hasta la realización exitosa de nuestro proyecto final de física.

¿Cuándo se fue todo a la mierda?, cuando el idiota de Mauricio se había metido con Carmen y conmigo. Nunca debió vaciarle una botella de agua, y al grabarla semi-desnuda provocó que mi odio hacía él subiera un nivel más arriba.

Minerva al igual que yo, desprendía un aura de rabia y algo me decía que podríamos hacer muy buen dúo para darle una lección a ese estúpido niñato. En el rostro de mi ahora pareja, se asomaba un halo de preocupación al notar la mirada de complicidad que habíamos hecho entre la chica ruda y yo.

- ¡Vamos Velkan!.- Tiró de una manga de mi ropa y me llevó dentro del salón, interrumpiendo la conexión de ojos que teníamos los dos.- ¡Hay que tomar buenos lugares!.-

La clase pasó con normalidad, al estar ocupados durante las dos horas el tiempo parecía haber pasado muy rápido, para el final de la clase el maestro había dejado los requisitos para la evaluación final del semestre. El profesor de Lectura y redacción era muy joven, no se veía mayor de 30 años y era una persona muy seria para su edad.- Entonces jóvenes, quiero que me hagan resumen de los libros que encargué leyeran, mínimo quiero tres cuartilla y máximo sietes por cada uno. Lo quiero para dentro de dos semanas, quiero reportes bien hechos. Si el trabajo es entregado extemporáneo, no habrá prórroga para la fecha de entrega. Se tomará en cuenta la presentación, la redacción, la forma de expresarse, la gramática y la ortografía.- Borró el pizarrón y guardó sus cosas en su maletín.- Es todo por hoy, pueden retirarse.- Al resonar esa última frase en el aula, el salón se fue quedando sin alumnos poco a poco. Mientras tanto, Carmen se veía un poco inquieta por algo.

Cuando estaba a punto de preguntar qué era lo que le molestaba, se levantó de su silla y le dijo algo al profesor.- Maestro, ¿Cree qué estén los libros en la biblioteca de aquí, de la escuela?.- Estaba hasta el otro extremo del salón pero podía escuchar claramente.

El maestro le sonrió amablemente, cosa extraña porque no era muy expresivo con los alumnos.- Lo más probable es que la Odisea si se encuentre en la biblioteca, pero la novela de La Ilíada y la de Patroclo, no.- Sacó de su bolso una especie de papel.- Como eres la mejor alumna del grupo, te diré en donde puedes conseguirlos a precios muy accesibles.- Escribió en el papel y se lo entregó a Carmen, ella sonrió ya más tranquila y se despidió con un gracias.- ¡Hasta luego señorita Carmen¡.- El hombre movió su mano de un lado despidiéndose él también.

Se dirigió a mi dirección, donde yo me encontraba sentado y tomó su mochila para salir, me puse de pie, al igual que Carmen tomé mi mochila y ambos emprendimos una caminata para salir del salón. "¿Ahora como le haré para conseguir el dinero?, no puedo pedirle dinero ni a mi mamá ni a mi hermano, en estos días ha faltado para a completar la renta y se les suma el gasto de la comida". Mordía la parte superior de su dedo índice, no me prestaba ni la más mínima atención como si sus pensamientos la estuvieran agobiando.- ¿Todo bien?.- Dio un sobresalto al escuchar mi voz.

- Si.- Sabía que no le iba a creer porque después evitó el contacto con mis ojos.- Es una cosa sin importancia, no te preocupes, ya veré como arreglarlo.- Cambió su mirada a una más alegre, aún así podía notar algo de inquietud en sus ojos, "No quiero preocupar más a Velkan".- ¿Qué tal va la relación entre tú y tus invitados?. - ¿Cómo no quería que me preocupara si ella era mi prioridad?

FUERA DE LUGAR (EN PROCESO DE EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora