VELKAN
Después de regresar a la cama para dormir, no pude conciliar el sueño. Si bien Carmen me había pedido que no le tomara mucha importancia al asunto de por qué estaba llorando, yo no podía dejar de pensar acerca del tema, así sin más.
Me encontré por un buen rato mirando a Carmen dormir entre mis brazos, tranquila y sin ninguna preocupación. Había reaccionado muy extraño y al querer saber la razón, en el momento, intenté meterme en lo más profundo de su cabeza, pero nada, no había encontrado ni un pensamiento, ni tampoco ningún recuerdo que hubiera provocado el sorpresivo llanto, era como si solo hubiera tenido unas repentinas ganas de llorar y su cuerpo se limpiara sacando las lágrimas que tenía guardadas.
El Sol se asomó por una de las cortinas de la habitación, finalmente había amanecido. Sabía que necesitaba descansar más que un chupasangre normal porque llevando una vida humana, me debilitaba demasiado, me exigía mucho a mi mismo, pero por más esfuerzos que hacía, no lograba dormir.
Me resigné cuando escuché las alarmas del celular de Carmen sonar, ya era tarde y yo no había logrado mi meta de descansar aunque fuese por un par de minutos. Después de que Carmen se volteara lejos de mi agarre, me quedé un largo rato mirando el techo porque sin que yo me diera cuenta se me estaba haciendo un tipo de costumbre cuando le daba vueltas a un asunto que me consternaba.
Ignoraba las alarmas de Carmen, no quería tocar sus cosas personales, no quería meterme mucho en su privacidad, tal vez tomar su celular podría malinterpretarse en una idea de un "novio" posesivo y controlador, tan solo de pensarlo me daba escalofríos en la espalda.
Después de treinta y tres minutos de escuchar una canción que decía "Todos quieren ser ya gato jazz" en repetidas ocasiones, Carmen despertó. Me miró un poco extrañada y después me sonrió.- No parece que hayas dormido.- Estiró su espalda y luego un largo y liberador bostezo salió de su pequeña boca.- Haré el desayuno, si no te molesta.- Se levantó y en el marco de la puerta giró para poder ver mi cuerpo que estaba extendido por sobre toda la cama.- Si quieres puedes dormir otro poquito en lo que cocinó, te ves muy mal por la falta de sueño.- Asentí con un poco de cansancio, creo que mi aspecto físico decía todo sin pronunciar palabra alguna.- También curaré la heridas de tus manos, no quiero que se infecten.-
Ella lucía bien, al parecer, como había dicho anteriormente, no le molestaba la causa del llanto en medio de la noche, además de que reflejaba mejor aspecto que horas antes, incluso podría decir que se veía muy pálida para ser distintivamente rosadita de la cara.- Está bien.- Solo contesté eso en un tono de voz entrecortado.
Al verla un poco recuperada de los dolores de cuerpo que decía tener, tuve un poco de paz, finalmente y después de muchos intentos, logré conciliar el sueño.
Me despertaron unas sarandeadas bruscas después de algunos minutos.- ¡Oye Velkan!.- Era Samael.- ¡Ya está listo el desayuno!.-
Abrí solo el ojo izquierdo.- ¿Y para eso haces tanto escándalo?.- Volteé la cabeza para ver a Samael con cara de desprecio.- ¡Tienes que tener más delicadeza cuando interrumpes el sueño de alguien!.- Toqué su mano para que la alejara de mí.
- ¡Si!, ¡si!, ¡si!, ¡Como digas principito!, ¡Pero ya levantate de la cama!.- Otra vez puso su mano en mi hombro y comenzó a darme palmaditas.- ¡La niña Carmen cocina bien!, ¡Apurate que sino se lo comerá todo Lilith!.- Cerré los ojos, con el ceño fruncido y a regañadientes me levanté.
- ¿Principito?, ¿A qué viene tal humillación?.- Me parecía un apodo tonto.
- ¡¿Acaso no eres el príncipe de Valaquia?!.- Se rió de una manera muy burlona, llegando a fastidiarme.
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FUERA DE LUGAR (EN PROCESO DE EDICIÓN)
VampirosCarmen es una chica que sufre de depresión y baja autoestima por tener sobrepeso. En la escuela sufre de bullying, por lo que ha intentado acabar con su vida como forma desesperada de huir de su realidad. Su vida cambiará a partir de una serie de s...