VELKAN
Entre todos decidimos que la indicada para ir por Carmen a su habitación sería Edith. Creímos fervientemente que si iba Minerva las cosas empeorarían, ¡Porque vamos!, seamos sinceros, su carácter era incontrolable hasta para ella.
El resultado había sido beneficioso para todos, teníamos las de ganar ganar. Edith se disculparía con Carmen y así podríamos discutir libremente en la sala sobre que pasaría después, así no involucraríamos a más personas de las deseadas.
La insistente mirada de la pelirroja comenzaba a ponerme incómodo y nerviosos, ¿Cómo era que una simple chica de diesiocho años podía tener tanto valor para fulminar con la mirada a un legendario vampiro? No cabía duda de que Minerva era diferente al resto.
- ¿Y bien?, ¿Ya me contarán qué es lo que pasa?, porque no por nada discutí con mis dos mejores amigas.- Los cuerpos de Lilith y Samael desprendían tensión.
Aclaré mi garganta para desacerme de la incomodidad que sentía.- Lilith fue quien le curó las heridas como agradecimiento.- Crucé mis piernas para parecer más tranquilo.
- Mmm, ¿Ya veo?, ¿Puedes decirme qué son exactamente ellos?, porque comprendo que tu seas un vampiro, pero no quiero suponer de manera incorrecta diciendo que son iguales a ti pero tienen habilidades específicas como en Crepúsculo.- ¡Vaya que era directa! Alzó una ceja, sin dejar de observarnos con esa mirada penetrante y acusatoria. Pero lo más importante del asunto era, ¿Qué era crepúsculo?
A Samael le pareció divertido el comentario pero Lilith se veía muy seria.- Samael, no es un vampiro, de hecho es alguien mucho más importante de lo que crees.- No sabía si decírselo porque no tenía ni la menor idea de cuál sería su reacción al revelarle que era el mismísimo Diablo.
- Dilo de una vez sin hacer tantos rodeos.- Exigió con una mano en su cintura.
- Es Satán.- Dije al fin.
Relajó un poco su expresión, y de verme a mí pasó a ver a Samael.- ¿En serio?.- Le preguntó directamente.
- Así es mi querida ricitos de cobre.- Respondió en un tono burlón, qué mala elección de palabras.
- ¿Y por qué no tienes cuernos, la mitad de tu cuerpo no es de una cabra y no tienes la otra mitad roja, un trinche y una cola?.- Mientras decía eso, puso sus manos en su cabeza y simulo los cuernos, que más parecían una imitación de orejas de animal. Lilith rió levemente por la pregunta absurda y la mala mímica de Minerva.
- Es porque no soy esa cosa que creen los humanos, mi padre jugó un poco con mi imagen para que los mortales me temieran. Claro que existe un demonio con esa apariencia, pero créeme querida, no soy yo, yo soy la encarnación de la palabra "perfecto".- Samael peinó con sus dedos un lado de su plateada melena de forma pretenciosa y arrogante.
Ante aquellas palabras, la pelirroja sonrió con diversion.- Eres bastante apuesto a lo que creía.- La chica sonrió.
- Es obvio, hubo un tiempo en donde era el ángel más hermoso de toda la creación.- Alardeó. Siempre dando más crédito del que en realidad tenía, ¡Típico de él!.
- ¿Y qué hay de Lilith?.- Regresó su vista a mí.
- Ella es la primera mujer, fue la encargada para emparejarse con Samael en el infierno. También se convirtió en la primera vampiresa y la madre de todos los demonios. Hay más detalles pero necesitaría más tiempo del que disponemos para contarte.- Ya con más confianza, relajé mis hombros.
- ¡Oh!.- Dio un largo y profundo suspiró, dejándose caer en el sofá.- Toda está bien entonces.- Cerró sus ojos.- No le diré nada a nadie como te lo había prometido Velkan, pero Carmen comienza a sospechar, dijo que quería hablar conmigo por mi comportamiento.- Sacó aire al decir esto último.
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FUERA DE LUGAR (EN PROCESO DE EDICIÓN)
VampirosCarmen es una chica que sufre de depresión y baja autoestima por tener sobrepeso. En la escuela sufre de bullying, por lo que ha intentado acabar con su vida como forma desesperada de huir de su realidad. Su vida cambiará a partir de una serie de s...