12. CORAZÓN ROTO

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CARMEN

Había estado pensando últimamente en la declaración de Velkan, lo había hecho desde la misma noche en que ocurrió. La respuesta definitivamente a la pregunta que se esmeraba en hacer, era que sí, definitivamente me gustaba y mucho. Había intentado posponer el momento de mi confesión por mucho tiempo y cuando por fin me había esforzado muchísimo para hablar con él tranquilamente y en privado, nos interrumpían, parecía que el destino no quiería que le digera. 

Al parecer no había sido un día tan malo después de todo, solo habíamos tenido una clase y podríamos salir temprano; tenía planeado irme a mi casa en cuanto me enteré que el profesor se había ido, quería ver un rato alguna serie que hubiera en Netflix, y aprovechar que era viernes para dormirme un poco más tarde de lo habitual, pero al parecer Velkan tenía otros planes, que yo no sabía que me involucraban.

Después de que tomará mi mano, me "arrastrará" a la fuerza fuera de la escuela y me subiera a su auto, intenté platicar un poco con él.- ¿Ahora a dónde vamos?.- Miré por fuera de la ventana, los colores anaranjados y amarillos característicos del atardecer ya habían comenzado a reclamar el cielo. Pude notar que no respondía mi pregunta, además un silencio incomodo se comenzó a apoderar del interior del vehículo. - Velkan con respecto a lo de tu pregunta, creo que ya es momento de que sepas como me...- 

- Espera.- Habló de manera abrupta, acallando mi voz e interrumpiendo lo que había buscado confesarle de manera desesperada en todo el día.- No quiero que me lo digas aquí.- Sus ojos azules se posaron en mi rostro y luego una sonrisa se asomó por su boca, dejando expuesta su hermosa dentadura blanca con sus colmillos inigualablemente largos, y que, según parecía, eran algo característico de él,  porque nunca había visto a alguien más con el largo de sus colmillos.- Quiero que sea un momento especial, sin importar cuáles sean tus palabras.- Moví mi cabeza asintiendo, para finalmente mirar mis piernas y tranquilizar el nerviosismo que poco a poco iba sintiendo mi cuerpo a cada momento que pasaba.- No te pongas triste.- Su mano tocó mi barbilla y con un movimiento suave alzó mi cara.- Mis sentimientos por ti no cambiarán, aunque tu no sientas lo mismo que yo.- Mi estómago sintió un hermoso hormigueo al escuchar aquellas palabras.

Sonreí, estiré un poco la espalda y luego recargué mi cabeza en su hombro, aprovechando el alto del semáforo.- No estoy triste, es imposible si tú estás a mi lado.- En el momento en que la luz roja cambió a verde, me alejé de Velkan para sentarme correctamente en mi asiento y no estorbar para que él conductor manejara a gusto.

Cerré un momento mis ojos, disfrutando de la brizna que entraba por mi ventana, hasta que me vi interrumpida por un carraspeo "disimulado" de garganta.- ¿Qué pasa?.- Abrí solamente un ojo.

- Tengo una pregunta.- No dejaba de mirar a la calle mientras hablaba.

- Pues tendrás un respuesta.- Mi tono de voz era un tanto risueño.

- Es respecto a Juan, ¿Qué importancia ha tenido en tu vida?.- Había pasado desapercibido un reflejo de celos en la cara de chico, había logrado verlo porque al ser tan inexpresivo era casi imposible no ver cuando algo le molestaba.

- ¿Por qué la pregunta?.- Estaba confundida, ¿Por qué preguntaba de eso ahora?.

- No es nada de qué alarmarse, pero creo que no le agrada mucho que esté contigo o, simplemente yo no le agrado en general.- Frunció el ceño haciendo que unas arrugas muy graciosas se marcaran en medio de sus cejas.

- Mmm, pues te voy a contar.- Me recargué sobre el asiento.- Mi relación con él comenzó desde que yo tenía unos nueve o diez años, yo siempre he sido una persona muy tímida, y cuando era pequeña no fue la excepción. Estudié mi educación primaria en una sola institución, en ese entonces, estaba en 4°  y seguía sin poder hacer amigos porque me consideraban algo extraña y no entraba en sus "estándares de belleza", ya que desde niña fui un poco rellenita.- Me quedé un minuto callada, al recordar eso me afectaba  y me hacía sentir la soledad que experimentaba como si lo estuviera viviendo en estos momentos. Tomé aire y lo saqué lentamente para tranquilizarme y continuar.- En un día cualquiera Juan llegó a mi grupo, recién se había cambiado tanto de casa como de escuela. Como pudiste notar, es bastante atractivo, así que desde el primer día todas las niñas querían tener su atención, excepto una: yo. Fue un niño que estaba acostumbrado a tener la atención de todos, y como notó que no era de importancia su presencia para mí, comenzó a platicar rutinariamente conmigo aunque yo no le respondiera a sus conversaciones.- Reí un poco.- Ahora que te lo cuento suena realmente patético, en fin; poco a poco traté de interactuar  más con Juan y me di cuenta que no era tan mala persona como lo había pensado, había tenido un prejuicio tonto sobre él. Tuvimos una buena relación desde entonces,  nos llevábamos muy bien, a la vez éramos muy diferentes, él era muy extrovertido y yo muy introvertida pero eso no impidió  tener una amistad agradable.- Guardé silencio para ver que decía Velkan, si quería hacer un comentario o hacer alguna otra pregunta. En realidad no me molestaba que el indagara sobre mi vida, sobre mi pasado, ya que la confianza que le tenía, y a pesar de tener una amistad relativamente corta, era demasiado grande.

FUERA DE LUGAR (EN PROCESO DE EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora