30. PASTEL DE CHOCOLATE

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Mírame bien, contemplame, porque en este momento extenderé mis alas para emprender el vuelo en dirección a mi felicidad y no me molestaría que tu estuvieses ahí, sin importar qué estaré contigo amándote, queriéndote y consolándote.

CARMEN 

Ese tacto especial, tan inesperado, sus labios fríos contra los míos, tocándose como si fueran uno solo, se había sentido como una caricia suave por la sutileza con que me había besado. Nunca imaginé que Velkan me besaría de esa forma, pensaba que tal vez nunca llegaría a experimentar este tipo de situaciones, por alguna razón creía que moriría sin conocer el amor, pero Velkan había llegado para superar mis expectativas.

En todo el trayecto del lugar para desayunar no podía dejar de tocar mis labios, la hacía de manera automática con una sonrisa tonta en el rostro. Estaba en un hermoso trance del que no podía salir. En mi mente se repetía la escena en donde Velkan se acercaba a mí, una y otra vez como si mi memoria se hubiera descompuesto.

Veía los carros pasar al lado de la ventana pero no prestaba verdadera atención hasta que un toque en mi hombro izquierdo me sacó de mis pensamientos.- Ya llegamos.- Velkan abrió su puerta para bajar y al estar tan inmersa en mis pensamientos, con el sonido de la puerta al cerrarse, me sobresalté.

- Si.- Solo dije con una sonrisa boba en los labios.- Ya voy.- Antes de que me diera cuenta el galante joven ya estaba abriendo la puerta del lado en donde me encontraba.

Mademoiselle.- Extendió su brazo para que lo tomara. 

- ¿Sabes?, amo que seas tan educado, pero... - Tomé su brazo y lo coloqué en mis hombros con mi mano derecha para que abrazara mi espalda.- ¿Qué te parece si intentamos acercarnos un poco más?.- Como siempre sucedía, mi novio ni se inmutó ante tal acto y solo se limitó a sonreír y asentir; en mi caso era diferente, mi corazón estaba palpitando muy rápido pero no estaba nerviosa, tenía una sensación extraña en el pecho, no era incomodidad ni molesta, al contrario, se sentía muy bien como si un calor intenso me abrazara todo el cuerpo, me reconfortaba.

- ¿Segura que está bien así?.- Sonrió, esta vez su rostro parecía mostrarse un poco victorioso.

- Dejame decirte que la vida es muy corta, futuramente no quiero lamentarme de algo que haya querido hacer y por culpa de mi timidez no lo haya hecho.- Entrelacé mis dedos con los suyos en mi hombro.- La verdadera pregunta es: ¡¿Y por qué no hacerlo?!.- Le devolví el gesto risueño con el que siempre me miraba. 

Finalmente, al estar seguro de que sabía lo que yo quería cerró el auto y comenzamos a caminar en ese semi-abrazo a un lugar desconocido para mí. 

Unos cuanto minutos pasaron y llegamos a una cafetería que se encontraba en un lugar poco concurrido, y sin embargo, muy agradable a la vista: no había basura en las calles, no había mucho tránsito, tenía muchos árboles y arbustos, era realmente hermoso.- Puedo preguntarte algo.- Velkan asintió.- ¿Cómo es que puedes lograr sorprenderme tan rápido?, ¿Cómo es que puedes convertir un simple desayuno, en una comida romántica?.-

Una pequeña carcajada salió de sus pálidos labios.- ¿De qué estás hablando?.-

- ¡Vamos Velkan!, no te hagas el inocente conmigo, si no me equivoco, los postres de este lugar deben de costar una fortuna.- Señalé la puerta del local.- Puedo conformarme con una barrita de cereal y una mini-leche lala como desayuno, puedo comer lo que sea, siempre y cuando estés conmigo.- Mi boca no podía dejar de mostrar una enorme curva de felicidad.

- ¡Ya!, está bien me atrapaste.- Se soltó de mi mano y dejó| de abrazarme.- La razón, es porque todo lo que hago por ti, lo vale.- Sus manos hicieron un nuevo agarre en mi rostro.- Todo lo que hago por ti, te lo mereces.- Se acercó peligrosamente a mi rostro.- Además, el dinero no debe preocuparte.- Su voz sonaba muy baja casi como un susurro.- Está bien que de vez en cuando tengas pequeños lujos, como yo lo hago.- 

FUERA DE LUGAR (EN PROCESO DE EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora