FUERA DE LUGAR (EN PROCESO DE EDICIÓN)

27. UN POCO DE HISTORIA NO HACE DAÑO

Solo la conozco muy poco, pero algo en ella me atrae como el néctar de las flores lo hace con la abejas.

DEMIAN

Conocer al novio de Carmen había sido un poco decepcionante para mi, nunca planeé llegar a sentir algo por ella y saber que tenía pareja había sido un golpe bajo para mi corazón, pero había algo extraño en Velkan y al olerlo mis dudas crecieron cada vez más. Me había preguntado qué sucedía con ese hedor que desprendía su cuerpo, llegué a pensar que incluso mi olfato estaba fallando pero era imposible, el olfato de los hombres lobo nunca fallaba, fue así, que gracias a mi olfato y al olor de sangre que estaba impregnado en la calle, que había podido ayudar a tiempo a Carmen, era diez veces más eficaz que el de los perros sabuesos, ¡¿Qué probabilidad había de que él fuera uno de los pocos individuos sobrenaturales que habitaban en la tierra mortal?!, solo un 15% de los "hombres" era capaz de ser una criatura sobrehumana como yo. 

Para poder dejar de lado las dudas que tenía, le pregunté al abuelo Esben, el hombre más sabio que conocía, el líder del clan Vanir, el clan conocido antiguamente por gobernar los demás clanes y mantener todo en paz. 

- ¡Abuelo!.- Corrí a donde se encontraba, que era en la biblioteca, acomodaba libros como era su costumbre.

- ¿Qué pasa Demian?.- Volteó con un libro en la mano a la dirección de donde venía corriendo.

- Necesito hablar contigo.- Me dio una mirada que me decía que me comprendía.

- Solo dejame terminar de colocar estos libros en sus estantes y enseguida estoy contigo.- 

Le ayudé para que terminara más rápido y poder acelerar la conversación que me urgía tener con él. Después de una media hora de estar moviendo el carrito de los libros, fuimos a un lugar de la casa, la cual estaba conectada con la librería, que mi padre, mi madre y mi abuelo llamaban el santuario sagrado.- Ahora sí, puedes decirme con toda libertad de qué es lo que quieres que hablemos.- Se sentó en una enorme silla hecha del roble más resistente, a pesar de ya estar entrado en edad, el abuelo era una figura imponente.

- ¿Recuerdas que hablamos de los seres sobrenaturales que habitaban la tierra desde hace siglos?.-

- Por supuesto que lo recuerdo, yo personalmente me encargué de que aprendieras esas lecciones.- 

- ¿Recuerdas algo acerca de alguna criatura en específico que llegue a oler a putrefacción?.- Hice una cara de desagrado.

Mi abuelo se quedó pensando.- Espera un momento.- Se levantó de la silla y regresó con un libro, "El libro de la sabiduría", el cual solo pasaba de lider a lider en nuestro clan. Era muy grande y pesado y sin importar eso mi abuelo todavía podía cargar con él.- Haciendo memoria, ya no pudimos llegar a las lecciones que hablaban del infierno y los tipos de demonios que en él existían.- Abrió el pesado libro casi llegando al final.- Recuerdo que tu padre insistía mucho en que tenías que poner más atención en las clases de tu escuela porque era algo más importante.- Rió.- ¡¿Quién diría que la dejarías para poder ser el proximo lider del clan?!, ¡La verdad tu padre es un idiota y zopenco!, sino fuera porque tu madre se casó con él, ya lo abría sacado de la casa.- Ligeras carcajadas salían de su boca.

- ¡Abuelo!.- Llamé su atención para que regresara a hablar del tema que le había preguntado.

- ¡Oh sí!, ¡Lo siento!,¡Lo siento!, ¿Cuál es de la última criatura de la que recuerdas que viste en tus lecciones?.- Esperó a que respondiera.

- Mmm... las brujas.- Sólo tenía ocho años, pero algo que nos caracterizaba era que teníamos una excelente memoria.- Hablamos sobre las diferentes tipos de brujas que se encontraban alrededor del mundo: las que tenían una conexión estrecha con la naturaleza, las que usaban la metafísica, las que tomaban su magia de dioses antiguos,  las que tenían tratos con entidades desconocidas y las que utilizaban su fuerza interior.- Cerré mi ojos para recordar más a fondo.- Son de la únicas que recuerdo, creo que hasta ahí aprendí.-