38. ¡YA QUIERO IRME DE AQUÍ!

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VELKAN

Comprendía que Carmen tuviera amigos, pero porqué precisamente él era al que teníamos que encontrarnos ahora, suficiente tenía con Samael que había tomado su actitud de puberto de nuevo y se comportaba como un idiota. 

Me molestaba muchísimo que Juan no soltara a Carmen, el niño no podía controlar sus hormonas y sus evidentes celos. Pero más decepcionado estaba yo de mi comportamiento, por más que intenté mantener la calma al ver la mano del joven en los hombros de mi querida, mis instintos me decían que en ese preciso momento le arrancara el brazo; al no ser posible eso, solo podía darle como respuesta una mirada llena de odio y rabia.

Carmen, como era su costumbre, parecía no notar lo que pasaba, platicaba con normalidad con el chico mientras se acercaba a nuestra dirección.

- Juan verá la película con nosotros.- Soltó sin más en lo que sonreía de manera tranquila.

- ¡Hola Velkan!.- Extendió su mano para que la tomara, por lo menos recordaba mi nombre.

- Saludos joven Juan.- Mis emociones no dejaron que hiciera una cara de amabilidad y como respuesta solo alcancé a hacer una mueca de desagrado. Tomé su mano y seguido de esto la apreté un poco.

- Creo que no nos han presentado.- Samael acaparó la atención del niño.- Soy Samael, pero todos me dicen Lucy de cariño.- Saludó a Juan con la mano.

- Mucho gusto.- Soltó mi mano, para después agitarla en señal de que mi apretón le había dolido.

- El gusto es mío, nunca me imaginé que aquí hubiera tantas personas atractivas.- Samael le guiñó el ojo.

El chico aclaró su garganta y luego un ligero rubor se presentó en su rostro.- Si, igual tú eres muy atractivo.- Miré de reojo a Carmen y intentaba no reírse de la situación.

-¿Nos quedaremos aquí todo el día o iremos a ver la película?.- Interrumpí su conversación con disgusto.  

- Claro, tenemos que irnos ya para tomar buenos asientos.- Quitó el brazo de Juan de sus hombros y se adelantó para ir a la taquilla.- Invitaré hoy los boletos.- Me sonrió.- Siempre compras todo tú.- Se volteó nuevamente y siguió caminando. 

- Pero no tienes de qué preocuparte, no me molesta invitar.- Inmediatamente contesté en mi defensa.

- Ya dije que yo los compro, no hay ningún problema porque Caleb me dio dinero para gastar y comprar de vez en cuando la comida para la casa.- No iba protestar más. No podía decirle que no a esa energía que ella desprendía.

Después de algunas peleas entre Samael y yo para ver qué combo compraríamos en la dulcería, finalmente entramos a la sala. Todo estaba particularmente vacío y silencioso, casi no había personas. Yo cargaba con las palomitas y Samael con los refrescos, mientras que Juan solo se limitaba a invadir el espacio personal de Carmen. Ella sonreía, no sabía el motivo, pero lo hacía.

En el ambiente se podía notar una vibra extraña que el puberto desprendía, por más que intenté acercarme a Carmen, el encontraba alguna manera de alejarme. Samael por su parte disfrutaba ver el comportamiento del adolescente, al parecer le causaba gracia verme enojado, pero lo que Samael no sabía era que si no lograba estar al lado de Carmen, descargaría mi mal humor con él.

- ¡Esperé esta película con ansias!, ¿Tú no Carmen?.- El chico entrelazó su brazo izquierdo con el brazo derecho de Carmen.

- La verdad nunca ví la primera parte, siempre preferí ver las caricaturas de Cartoon Network antes que verla.- Mi pareja se comenzaba a ver algo incómoda por el repentino acercamiento de Juan.- Tal vez a Caleb si le hubiera gustado ver esta segunda parte.- Quitó de manera discreta su brazo del agarre del chico.

FUERA DE LUGAR (EN PROCESO DE EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora