10. RESPUESTAS

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VELKAN 

Ya han pasado tres semanas desde la última vez que había salido con Carmen. Una incógnita no me dejaba de molestar  y rondaba por mi cabeza desde hacía días, e incluso, me quitaba el sueño en las noches. Desde aquella última cita Carmen no mencionaba nada de mi conducta en donde le expresaba abiertamente mis sentimientos hacia ella. Se a comportado con normalidad como si nada de aquello hubiera pasado, tal vez ignorando lo que le había dicho a propósito.

Todos los días la recogía en mi auto para asistir a la escuela. Todo el trayecto transcurría con normalidad y las pláticas eran las mismas.

- ¿Cómo te sientes con los maestros?.- Carmen veía su celular que tenía entre sus piernas, sin siquiera mirarme.

- Cómodo, todos son buenas personas. Entiendo su manera de enseñar y eso me agrada.-

- Tienes razón, el maestro Abraham me cae bien, es muy bueno enseñando.- Por fin levantó la cabeza para mirar al frente.- Mmm.- Guardó silencio por un tiempo hasta que sus ojos cafés pararon en mi rostro.- Tengo, más bien, quiero hacerte una pregunta que me he hecho durante mucho tiempo después de que llegaste a la escuela.- Entrecerró los ojos y esperó mi respuesta.

- Adelante, puedes hacerla.- Estaba un poco ansioso por saberla, pensaba que tocaría el tema de la "cita". Podía escuchar los pensamientos de los demás, pero extrañamente en ese momento Carmen no pensaba en nada o tal vez yo no quería saber qué estaba pensando y eso aumentaba mi ansiedad.

- Bueno.- Carraspeó un poco la garganta a forma de juego.- ¿Cómo es que entraste a medio semestre en CCH?, tengo entendido que solo se permiten solicitudes de cambio a inicios del ciclo escolar.- Arqueó su ceja y puso sus dedos índice y pulgar en forma de "L" en su mentón.- Tengo amigos, bueno, más bien, conocidos que han intentado ingresar a la escuela por dos años seguidos y los han rechazado, ¡¿Acaso tu papá en realidad es alguna clase de persona importante y amenazó a alguien de administración escolar para que entrarás?!.-

Me sentí un poco desilusionado pero su energía alegre me ayudaba a olvidar mi estado de ánimo.- ¡¿Pero que cosas estas diciendo?!.- Sonreí.- En la escuela donde estudiaba solicité un intercambio corto de aproximadamente 8 meses.- La volteé a ver.- En mi país se maneja un poco diferente el tiempo de los periodos escolares, cuando llegué a estudiar aquí estaban a mitad de semestre, cuando en mi país apenas iba comenzando el ciclo escolar.-

- Claro.- Arrastró un poco la palabra con un tono de ironía.- Está bien, te voy a creer porque con tu rostro de niño bonito, dime, ¡¿Quién no lo haría?!.- Se recostó en el asiento.- Con tu permiso, voy a echarme una pestañita.- Cerró sus ojos y ya no habló.

La verdad, era que había tenido que controlar mentalmente a algunos administradores para que aceptaran que yo entrara a la escuela, otra opción hubiera sido pagar alguna escuela privada pero me habían llegado rumores de las escuelas públicas, en donde estas tenían mejor manera de enseñar en este país, nada perdía con intentar cursar un "semestre".

Al llegar a la entrada de la escuela, desperté a Carmen, estacioné el carro y descendimos del vehículo.

- ¿Qué hora es?- Talló uno de sus ojos para después bostezar.

- Son las 2:30 p.m.- Miré mi reloj, poniéndome mis lentes de Sol.

- Llegamos muy temprano, vamos a los jardines que están enfrente de la biblioteca.- Me tomó de la mano, metiendo sus dedos entre los míos.- Nos vamos cinco minutos antes de que empiece la clase para llegar temprano.- Me jaló y caminó, para ser sincero, ya me había acostumbrado a que hiciera eso, me tomó confianza desde los primeros días que la conocí.

FUERA DE LUGAR (EN PROCESO DE EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora