VELKAN
- ¡¿Qué?!... ¡¿Qué?!... ¡¿Qué están haciendo?!.- Después de un estruendoso portazo, en el marco de la puerta se encontraban Caleb y Samael. Caleb tenía la mano en la boca y al parecer se estaba riendo, mientras que Samael se mostraba algo molesto.
Carmen al escuchar el grito de Samael, se levantó rápidamente, tomó la sábana y nos cubrió a ambos. Gruñí de frustración, era un momento muy íntimo para los dos y estaba siendo interrumpido, además notaba vergüenza, incomodidad y arrepentimiento en la mirada de mi amada. Yo no me sentía sorprendido ni incomodó, pero sí que estaba enojado y decir enojado era poco, estaba furioso.
Me levanté de la cama con cuidado de no exponer a Carmen ante las miradas de los foráneos que se encontraban en la puerta, ni siquiera me digné a ponerme pantalón y fui a su dirección con lo único que tenía encima, mi ropa interior.- ¿Con que ya no tocamos la puerta?.- Dije con seriedad y una ceja levantada, encarando a Samael.
- ¿Qué carajo estás haciendo?- Contestó ignorando mi pregunta. Evidentemente él también estaba enojado.
Hubo un prolongado silencio mientras teníamos un duelo de miradas, hasta que la voz de otro hombre, ajena a nosotros respondió sin ninguna traba.- Estaba a punto de tener sexo con mi hermana.- Contestó Caleb con una lágrima a nada de desbordarse de su ojo después de tanto reírse en silencio.
Los dos miramos al chico confundidos ante su reacción.- Si, bueno, es obvio, pero no me refería a eso exactamente.- Samael le habló a Caleb con un tono más calmado.
Sabía a lo que quería llegar. Hace poco tiempo habíamos tocado el tema de qué precauciones debía tomar si llegara a tener relaciones con Carmen, pero no la estaba obligando a nada, así que no estaba haciendo nada malo, había consentimiento de ambas partes porque yo nunca forzaría a Carmen a que hiciera algo que ella no quisiera.
Samael regresó a su tono de voz anterior y se dirigió a mí.- ¿Qué demonios te pasa por esa cabeza?, ella es sólo una niña, apenas tiene dieciséis años.- Colocó la mano en la pared haciendo un sonido hueco ante el movimiento tan brusco.
Crucé los brazos y me recargué en el marco de la puerta, fruncí el ceño con enojo.- Sé lo que hago, no es necesario que me reclames.- Mantuve mi mirada firme en sus ojos para que supiera que yo también estaba molesto.
Él se irguió y sus ojos comenzaron a brillar por la irritación.- ¿Sabes lo qué haces?, ¿En serio sabes lo qué estás haciendo?.- Caleb lo miró atentamente y después abrió la boca por la sorpresa de ver aquel resplandor salir de sus pupilas.- Ella no puede tomar decisiones con claridad todavía, sus hormonas son las que le dicen qué hacer, no su cerebro. Y tú tampoco estás pensando con la cabeza, al parecer lo que tienes entre las piernas es lo que te hace actuar.- Apuntó su dedo a mi cara, mostrando autoridad.
Ahora estaba colérico pero intentaría controlarme por el bien del joven Caleb, pero sobre todo por la seguridad de Carmen.- No discutiré más contigo, número uno porque no es el lugar, número dos no es el momento y número tres hay personas que pueden salir heridas.- Apreté mi mano haciendo que mis uñas de clavaran en mi brazo.- Así que te invito a que me esperes en la sala si quieres hablar, necesito arreglarme.- Tomé la puerta.- Una disculpa por todo Caleb, pero a ti también te pediré el favor de esperarnos en la sala por ahora.- Azoté la puerta sin dejar que Samael contestara y me dirigí nuevamente a la cama.
Me recosté a un lado del cuerpo de Carmen, suspiré para calmarme a mí mismo, no quería arruinar el ambiente entre ambos por mi estado de ánimo recientemente estropeado por el angelical; ella estaba muy quieta y tenía la mirada perdida en la nada, a pesar de estar casi inexpresiva las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos cristalizados.- Pe... perdón.- Un hilo de voz apenas perceptible salió de sus labios rosados.
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FUERA DE LUGAR (EN PROCESO DE EDICIÓN)
VampirosCarmen es una chica que sufre de depresión y baja autoestima por tener sobrepeso. En la escuela sufre de bullying, por lo que ha intentado acabar con su vida como forma desesperada de huir de su realidad. Su vida cambiará a partir de una serie de s...