46. CAMBIOS

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VELKAN 

Mi querida Carmen ya estaba un poco más tranquila, tomaba una taza de café que le había preparado Lilith mientras que ella la consolaba. En ese momento quería ir a abrazarla y decirle que todo estaría bien porque yo la apoyaría en todo y nunca la dejaría sola, pero mi lado racional me decía que tenía que esperar a que se sintiera con el suficiente valor como para mirarme a la cara, por eso seguí observándola desde la parte superior de las escaleras, en medio de la oscuridad, en donde no se diera cuenta de mi presencia. 

- No quiero regresar a mi casa.- Escuché que esas palabras salían de su boca.- Ahora sé porque todos me miraban de manera extraña y eso me hace sentir aún peor.- Sorbió su taza de café.

- Te entiendo.- Lilith acarició su hombro.- Puedo decirle a Velkan que te permita quedarte un poco más de tiempo aquí, no creo que ponga pretextos porque el realmente te quiere. Además pasarás unas cuantas semanas más aquí, recuerda que tu madre y Velkan acordaron que te ibas a quedar en tus cuatro semanas de recuperación, pero ella no tiene porque enterarse que ya estás bien.- Le guiñó un ojo.- A veces las pequeñas mentiras no son tan malas.- Mi cabeza no terminaba de procesar que Lilith tuviera comportamientos tan cercanos con las personas, pero me agradaba que comenzara a cambiar su actitud despreciable por una más amigable, aunque solo se comportara así con Carmen.

Carmen sonrió.- Tiene razón, no le diré nada a mi madre.- Dejó su taza, que evidentemente ya estaba vacía, en la barra de comida que se encontraba en la cocina.- Puedo hacerle una pregunta señora Lilith.- En sus ojos de reflejaba una tristeza inmensa.

- Claro.- 

- ¿Cree que Velkan me odie ahora?, es decir, ahora yo misma me tengo mucho asco y me siento sucia,y aunque sepa que no haya tenido la culpa de lo que me pasó, hay algo en mi interior que hace que me sienta culpable. Antes ya había tenido este sentimiento, cuando me molestaban en la escuela, antes de que Velkan llegará a México, pero ahora se siente mucho peor.- Tocó su pecho como si le doliera.- Sentir que una persona puede golpearte y estrujarte como si fueras solo una cucaracha, me hace pensar que no valgo nada.- Carmen agachó la cabeza y una pequeña lágrima salió de su ojo izquierdo.- Ahora que lo recuerdo, siento las manos de ese sujeto pasando por todo mi cuerpo. No me siento con la capacidad de volver a sentir el tacto de alguien en mi piel.- Su cuerpo comenzó a temblar, no podía dejar de mirar al suelo, como si sus emociones no le permitieran ver a Lilith a la cara.

- Querida.- Lilith alzó su mentón para poder mirar directo a sus ojos.- Escucha con atención. Velkan supo todo este tiempo lo que había pasado y aún así esta aquí contigo. ¿No crees que si él te despreciara ya hubiera desaparecido de tu vida?, cada segundo se la pasó lamentándose por no haber estado ahí, cargó él solo con una culpa que no le correspondía a nadie.- Limpió las gotas de agua salada que recorrían las mejillas de Carmen. No me agradaba escuchar eso, pero Lilith tenía razón, sentía que el culpable de la casi violación a Carmen había sido yo.

- ¿Por qué no me dijo la verdad antes?.- Preguntó con la voz entrecortada.

- Fue porque no quería hacerte daño, no quería que te alteraras. Además, no solo tuvo la culpa él, todos sabíamos la verdad, incluyendo a tus amigas, estuvimos de acuerdo en que nadie dijera nada para evitar que sufrieras. Queríamos evitarte exactamente todo por lo que acabas de pasar ahora.- Lilith le dio un pequeño abrazo.

Ya no quería solo escuhar, quería hablar con ella frente a frente. Bajé lentamente los escalones para no ocasionar ruido, contaba cada paso que daba, pero algo me detuvo, un comentario de Carmen.- ¿Puedo confesarle algo señora Lilith?.- Me detuve en seco, Carmen levantó la cabeza pero no podía hacer contacto visual, subió sus mano a sus brazos, haciendo una especie de autoabrazo. Lilith solo afirmó con dos movimientos de cabeza.- Tengo la hipótesis de que esos recuerdos que mi cabeza mantenía ocultos, volvieron porque cuando usted sanó mis heridas, no solo sanó mi daño físico sino también mi daño mental, curó ese pequeño vacío que había en mi mente.- Carmen señaló su cabeza y por fin logró observar los ojos de Lilith directamente, todo lo que había confesado lo había dicho sin dudas, muy segura de sí misma. ¿Acaso había escuchado toda la plática que había tenido con Lilith la noche anterior?, ¿O tal vez la joven Minerva le había contado todo?.

FUERA DE LUGAR (EN PROCESO DE EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora