Me divierto mucho en la escuela. Tengo muchos amigos con los que siempre suelo jugar aunque, a veces, no quieren jugar conmigo porque dicen que soy muy brusca. ¿Quién no es brusco jugando Fútbol o Congelados? Se supone que hay que correr y tocar. Si para alcanzarles debo balancearme sobre ellos hasta que queden estampados contra el barro, lo haré. Yo no perderé un juego por ser delicada.
Hace una hora y media sonó la campana que indica que ya podemos irnos a nuestras casas. Todos los días espero en el patio por veinte minutos hasta que Jessie viene por mí, pero hoy se ha demorado más de lo común.
Ya todos los niños se fueron a sus casas y en la escuela solo quedamos el vigilante, mi maestra y yo.
La maestra Carol está esperando a que vengan a buscarme para poder irse a su casa. Hace quince minutos llamó a mamá para preguntarle quién vendría por mí y esta se sorprendió al saber de la demora de Jessenia además de que pidió permiso en su trabajo para poder venir a recogerme.
No tengo ni idea de donde está Jessie o por qué no vino por mí, aunque deduzco que me olvidó o que planeó dejarme aquí porque está celosa de que soy el hada madrina de papá.
Jessie es muy mala a veces.
¿Qué le hice para que ahora me trate así?
Los pasos de mamá suenan fuertes contra el pavimento sacándome de mis pensamientos. Cuando llega hasta donde estoy con mi maestra se disculpa con ella y me dirige al auto de la mano. Mi progenitora está enojada, pero no conmigo.
—Le he marcado más de siete veces a Jessie y me envía al buzón. No está en la escuela, salió a la misma hora de siempre y tampoco está con sus amigas —habla mamá al teléfono cuando estamos en el automóvil—. No sé dónde se metió y Oliver dice que tampoco sabe nada; eso no me sorprende, Jessenia ni siquiera les dirige la palabra a sus hermanos por voluntad propia.
—Jessie es mala. —Es lo único que digo cuando la veo terminar con su llamada.
—No, cariño. Tu hermana no es mala, solo es un poco rebelde a veces —explica—. Cuando sepamos donde está hablaré con ella y ella se tendrá que disculpar contigo, ¿entiendes?
No me importa lo que mamá diga, me parece que mi hermana es mala y no cambiaré de opinión.
Las únicas preguntas que vagan en mi mente sin respuesta alguna son: ¿Las hadas madrinas también se enojan con sus hermanas cuando estas las olvidan? ¿Las hermanas de las hadas madrinas las olvidan?
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Como un cuento de hadas
Historia CortaSi alguien tuviera que describir a Alyssa Weber usando solo tres palabras, esas indudablemente serían: curiosa, traviesa y bondadosa. Esa escurridiza niña de cinco años lucha contra todos los dragones que la acechan a ella y a su familia, sin embarg...