Un ojo azul y un ojo verde.
Me era difícil dejar de verlos y ella tampoco apartaba la mirada de mí.
— ¿Con que te golpeaste esta vez? — escuchamos al fondo del baño.
La voz nos sacó de nuestro trance, nos regresó a la realidad y nos percatamos de lo cerca que estábamos. Ambos nos soltamos al mismo tiempo.
— ¿Estás bien?— me obligué a preguntar otra vez.
— Estoy bien. — dijo en un hilo débil. — perdón.
— Ok. — respondí alejándome. Mi mente se quedó en blanco, al verle sus ojos, realmente me formateo todo el disco duro.
Su hermana pasó a un lado de mí, casi corriendo para llegar junto a la castaña.— ¿Estás bien? — escuché como Nyx le preguntaba a su hermana, preocupada.
Ni fue para tanto, no la golpee tan duro.
— Si, sin querer un chico me pegó con la puerta.— explicó apagada Lune.— No es nada, Nox.
— Sabes que no es eso.— reprendió la gemela.— No debiste venir a la escuela, pero eres necia y odias faltar.
Salieron del baño, dejándome aún más pensativo.
Trataba de cuestionarme sobre lo que había escuchado, pero no podía, no lograba sacar de mi mente la imagen de sus ojos, aquellos ojos de dos colores. El ojo color azul no era claro o transparente, era color azul profundo y brillante, jamás se podría confundir con el gris, como los míos. El otro ojo era color aqua, tan brillante como el otro.
Si pensaba que ellas eran peculiares, ahora lo comprobaba.
Lune tenía heterocromía completa. Eso no solo la hacían más extraña, más de lo que sus acciones demostraban, la hacía mucho más atractiva e hipnótica.
Por eso usaba los lentes tipo John Lennon.
Si ya de por sí, todo el mundo volteaba a verla, no me imagino lo incómodo que debe ser que se le queden viendo detenidamente a los ojos todo el tiempo. Por otro lado, estaba preocupado por mi propia salud mental. Tan solo de ver sus ojos y tocar levemente su piel, mi mente se había nublado y eso era malo. Demostraba que ellas si tenían algo diferente, algo que lograba joder la mente de los demás o solo era yo reconociendo que era hermosamente peculiares. Sin embargo, las palabras de Ámbar sonaron en mi cavidad cerebral – Dicen que son adictivas— Justo ahora lo comprendía, eran una droga que te hacia perder la mente y solo pensaras en ellas, en su tacto.
Me tenía que alejar de ella.
Regresé a la mesa algo distraído.
— Martensi ¿Estás bien? – me preguntó Nuria.— Estas pálido.
Carajo.
— Si.— corté secamente.
— Nos dice Ámbar que la próxima semana, el viernes para ser más específicos, será la fiesta de bienvenida.— informó Alex.— Ya mandamos la info al grupo de la generación, para ver quién va a llevar qué.
— ¿En el lugar de siempre?— cuestioné más relajado.
— Si, en la casa de Zarte— aseguró Ámbar.
Competíamos en clases, nos llevábamos bien entre todos— excepto Carolina— y sabíamos cómo hacer una buena fiesta. Sí, no éramos los mejores amigos en la vida normal, pero para irnos de fiesta, claro que nos podíamos poner de acuerdo. Al final de cuentas a todos nos beneficiaba, pagábamos menos por el alcohol, refrescos y todo lo que consumimos.
ESTÁS LEYENDO
PROYECTO HETEROCROMÍA [Parte I] (Completa✔️)
Science FictionDNA. Genes. Ciencia. Para mí, todo eso era normal, una cosa de todos los días. Y aún así, no me imaginaba que la ciencia podía ser tan cruel y menos que dos chicas podían hacer todo esto. Jamás me lo esperé y mucho menos, lo vi venir. Su llegada fue...