El molesto sonido de mi alarma, ocasionó que mi conciencia comenzará a despertarse. Dejé que sonara un par de minutos más, antes de tratar de abrir mis ojos y ser completamente consiente de mi vida, grave error.
Mi cuerpo pesaba, aun estando acostado en mi cómoda cama, mis ojos irritados apenas dejaban pasar algo de luz y mi boca estaba tan reseca que no tenía ganas ni de hablar. Todos esos síntomas eran consecuencia de la gran noche de fiesta que tuve ayer. Con toda la flojera del mundo, obligue a mi cuerpo a levantarse, no llegue muy lejos. Quedé sentado en el borde de la cama, con la vista perdida en mis pies sobre el tapete afelpado negro que decoraba el piso blanco.
Era gracioso poner el blanco y el negro juntos. El negro parecía nunca ensuciarse, en cambio, el blanco con cualquier cosa ya estaba hecho un desastre, eso no quiere decir que el negro no se ensucie, pero es menos obvio.
De acuerdo, ya estoy divagando.
Necesito café.
Ni siquiera me di cuenta de que la maldita alarma seguía sonando. De mala gana y más tosco que de costumbre, tomé mi celular y solo apagué el ruido para, luego aventar el aparato devuelta a la cama. No me molesté en ver la hora, ni si tenía mensajes o notificaciones, no quería saber de nada, ni de nadie. Ya sabía la hora por la alarma y que iba a tiempo a mi escuela, no necesitaba más.
En un intento desesperado de despertarme por completo, restregué mi rostro con mis manos. No lo logré, seguí igual de ido. Afortunadamente no me dolía la cabeza, nunca me dolía después de tomar alcohol, era algo de lo que estaba orgulloso. Nada más necesitaba agua, un buen desayuno y una ducha, para estar como nuevo.
Me coloqué mis sandalias y me dispuse a salir de mi habitación, otro grave error. Al abrir mi puerta, quise volver a cerrarla; Una chica rubia, muy delgada y de voz chillona, que desafortunadamente conocía, estaba saliendo de la habitación de enfrente, la habitación de mi hermano.
— Buenos días, Cameron.— Su voz lastimaba mis oídos ¿Por qué no podía hablar bien?
— Yara.— saludé molesto y volteando los ojos.
Yara o como yo suelo llamarla, momia. Es la chica con la que se acuesta mi hermano. No se molesten por el sobrenombre, eso parece; Flaca, pequeña, ojerosa y muy, muy pálida, mi mente iba directamente a una momia.
— ¿Tan temprano y de malas?
Y ahí vamos de nuevo.
La mujer quería acostarse conmigo y cada oportunidad que tenía de dirigirme la palabra, lo hacía — según ella— seductora y sensual. Claramente su voz de ardilla solo me hacía querer huir de ella, hacerle desplantes muy groseros y descarados. Y lo hacía.
— Siendo tú lo primero que veo, no podría estar de buenas.— Solté con asco.
— Cameron.— Reprendió Seth saliendo de su cuarto.
Me miro desafiante, como si fuera un niño pequeño que no puede controlar su lengua. Le sostuve la mirada con la misma intensidad, no iba a ceder y él lo tenía presente, yo era mucho más terco que él.
— No te preocupes Seth. – dijo Yara despreocupada y nada ofendida.— Sé cómo es Cam...eron. —Odiaba que me dijeran Cam, ella y todos los que me conocían estaban informados de eso. Seth desapareció del pasillo algo molesto, cosa que no me importó, me importó más que me haya dejado a medio pasillo solo, con esta loca.— Un día.— Profetizó la momia en casi un susurro.
Me dieron arcadas de solo pensarlo.
Cuando se iba trató de pasar su mano por mi pecho, pero fui más rápido y me quité, logrando que su mano tocara el aire. Me aplaudí internamente por dormir con pants y playera, porque sino, esta me comería vivo.
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PROYECTO HETEROCROMÍA [Parte I] (Completa✔️)
Science FictionDNA. Genes. Ciencia. Para mí, todo eso era normal, una cosa de todos los días. Y aún así, no me imaginaba que la ciencia podía ser tan cruel y menos que dos chicas podían hacer todo esto. Jamás me lo esperé y mucho menos, lo vi venir. Su llegada fue...