¿Qué pasó con ella Jeycob? —pregunto inquieta—.
—se queda callado—.
Me acerco un poco más y me siento en su cama.
–No puedo decirte. —baja la mirada—.
–Hey, —agarro con mi mano su mentón y se lo levanto— puedes confiar en mi —le digo—.
–En serio, no puedo. —añade—.
–Es lo que no entiendo... a que le temes?.
–Aisha no hablemos de eso por favor. —murmura—.
–Esta bien Jeycob, como quieras.
—Se levanta de la cama—.
–Iré a decirle a Susan que nos suba la cena a la habitación e igual a Dominick.
–Esta bien. —respondo—.
Sale de la habitación.
—Me levanto de la cama y camino al escritorio—.Había dejado la libreta que tenía marcado el nombre de la señora Jane. Se me olvido cuando pase todas las cosas al estudio.
Me siento en el escritorio, la tomo entre mis manos y de repente siento un fuerte jincon en el vientre. Auch —me quejo— y se me cae la libreta al piso. Pongo mi mano sobre mi vientre y cuando desvió mi mirada hacia la libreta veo que se estan pasando las hojas una a una. Me asusto porque ni siquiera hace viento, y las ventanas están cerradas... estoy estática viendo ese suceso casi inexplicable. Se detiene justo en la última hoja. Veo algo escrito así que me llama la atención, la levanto y empiezo a leer. A medida que lo hago me voy quedando helada. Nunca imaginé que alguien pudiera escribir algo tan profundo y desgarrador;
"Hijos míos. Los amo mucho, nunca duden de ello. Cada vez siento que puedo menos. He tratado de darme por vencida en muchas ocasiones... pero cuando siento que ya no puedo más, los veo y me doy cuenta de que por ustedes soy capaz de luchar contra todo y todos. Los amo desde el instante en que supe que venían en camino, los ame aún más cuando escuché latir sus corazones por primera vez, los amé desde el primer minuto que nacieron, cuando los tome entre mis brazos y sobre todo cuando vi sus caritas y tomaron mi mano, desde entonces supe que yo daría la vida por ustedes. Los protegere hasta que hayan crecido. Espero que la vida me preste muchos años más para eso, y sino es así... Mi corazón estará con ustedes y los protegere desde donde quiera que esté por favor nunca me olviden... y si algún día dicen que yo me fui, y los abandoné por favor, no lo crean. Y recuerden Hijos míos, nunca dejen que nadie les diga que no pueden hacer algo. Si tienen un sueño, deben de protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer algo les dirán que ustedes tampoco pueden. Asi que si quieren algo, vayan por ello. Cuídense mucho. Amense y apoyense siempre. Escribo estas letras con lágrimas en los ojos. Le temo, y está es la única forma en la que puedo reflejar mi temor... escribiendo para ustedes. Jeycob cuida de Dominick porque estoy segura de que si en algún momento de tu vida esto que he escrito llega a tus manos lo recordaras todo y para entonces yo ya no estaré. Los amo y los amare siempre incluso más allá de esta vida. Con mucho amor de su madre; Janes Brown.
Mi corazón se acelera a mil por hora, no puedo creer lo que acabo de leer. Es decir que la Sra. Jane no los abandonó. ¿Y entonces qué le ha ocurrido?. Jeycob debe de leer esto lo antes posible. Pienso mientras sigo leyendo de arriba abajo la carta.
—entra a la habitación Jeycob—
–Jeycob, Jeycob —digo agitada—.
—y zaz entra Dominick segundos después de él—.
–¿Que pasa Aisha?. Tienes cara de espanto. Parece que has visto un fantasma.
—me quedo callada, pensando que no le puedo decir esto que he descubierto delante de Dominick que aún es un niño—.
–No, no nada.
–No en serio que pasa —se acerca a mi y me toca la cara y manos—.
–Por Dios estas helada, dime que ocurre.
–No, no es nada —insisto, me le aparto y guardo la libreta en una de las gavetas del escritorio—.
—Segura que no pasa nada? —pregunta Dominick—.
–Si mi amor, segura. —respondo fingiendo una sonrisa—.
Jeycob se ve desconcertado por mi actitud pero ya no me sigue cuestionando.
–Susan nos traerá la cena aquí para que compartamos los tres juntos.
—dice Dominick feliz—.–Que bien, me parece excelente.
—sonrío fingidamente—.—llega Susan, Samira y Luz con la cena—.
La ponen sobre la mesa del escritorio de Jeycob.
—salen de la habitación— y nos sentamos a comer.Todos estamos callados disfrutando de la cena.
Terminamos de comer...–Jey, miremos nuestra película favorita. —dice Dominick—
–Mmmmm, esta bien campeón. —responde—.
–Nos acompañas Aisha —pregunta Dominick—.
–Claro que si mi amor. —respondo—.
Se levanta del comedor busca un CD y lo mete en el DVD, seguidamente se tira en la cama y nos hace señas de que vayamos.
Jeycob se levanta y se tira también a la cama.
–Chicos yo iré a buscar palomitas empiecen sin mi. —digo, levantándome del comedor y caminando hacia la puerta—.
–Esta bien, pero no dilates —dice Dominick—.
–Claro que no. —respondo y salgo de la habitación directo a la cocina me urge hablar con Susan hay muchas cosas que aún no entiendo y después de lo que leí más incógnitas tengo—.
Llego a la cocina y por suerte esta Susan sola lavando unos platos.
–Susan...
–Dime mi niña?.
–Tienen palomitas?.
–Si, van a ver películas?
–Si. —respondo—.
–Ok, ya mismo las preparo y las llevo.
–Bueno, pero Susan tengo unas preguntas...
–Si, dime?.
–Nunca buscaste a la Sra. Jane?
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Completamente Tuya.
Random¿Estarías dispuesta a sacrificarlo todo, a cambio de salvar la vida de las personas que más amas, incluyendo la tuya? Sin importarte el precio o todo lo que debas de soportar a cambio de su bienestar.