—narra Jeycob—.
Estoy bastante inquieto después de haber visto a Aisha esta mañana... me revolvió cosas es obvio que no la voy a olvidar y ni siquiera estoy haciendo el intento de hacerlo. Solo quiero que sea feliz...—Suena mi teléfono convencional—.
–Dime Lau. —respondo—.
—es mi asistente—.–Jefe me acaban de llamar de recepción que hay un joven al que le urge hablar con usted.
–Que extraño yo no tengo agendada cita con alguien.
¿Cuál es su nombre?.–Quedese en linea voy a marcar para que pregunten el nombre.
—me quedo en línea esperando—.
–Alo, Sr sigue ahí.
–Si Lau, aquí estoy. ¿Cuál es el nombre?.
–Heibrajan.
—me quedo desconcertado que se supone que venga hacer el enamorado de Aisha a mi empresa—.
–Hazlo pasar Lau.
Minutos después tocan la puerta...
–Pase —respondo—.–Aquí esta el joven. —dice Lau—.
—Heibrajan entra a mi oficina—.
–Dejanos solos Lau y que nadie nos moleste no me pases llamadas ni nada.
–Esta bien Sr. Como usted ordene. —sale de mi oficina y cierra la puerta—.
–Y bien Heibrajan que te trae por acá?.
–Hola Jeycob se que solo nos hemos visto en una ocasión y que te parecerá muy atrevido de mi parte el hecho de que haya venido hasta acá. Pero debes de entrar en razón.
–¿De que hablas? —cuestionó pues no estoy entendiendo absolutamente nada—.
–De Aisha. —dice—.
–Sientate por favor, te escucho. —añado—.
—Heibrajan se sienta y yo me quedo callado—.
–Jeycob hay cosas que tienen un valor incalculable y muchas veces no somos consientes de lo grandes que son. Y donde digo cosas, digo personas.
Aisha es increíble. Es la mujer más maravillosa que he conocido en la vida. Ella es de esas personas que no escapan de la tormenta, es de las que eligen mojarse contigo. Y tu que la tienes, porque vaya que la tienes... solo eliges perderla.
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Completamente Tuya.
Random¿Estarías dispuesta a sacrificarlo todo, a cambio de salvar la vida de las personas que más amas, incluyendo la tuya? Sin importarte el precio o todo lo que debas de soportar a cambio de su bienestar.