¿Estarías dispuesta a sacrificarlo todo, a cambio de salvar la vida de las personas que más amas, incluyendo la tuya? Sin importarte el precio o todo lo que debas de soportar a cambio de su bienestar.
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Agosto 9.
—Tocan la puerta—.
El ruido me despierta —gruño— aún quiero seguir durmiendo es sábado.
—Vuelven a tocar la puerta—.
Me pongo la almohada en la cara.
—Y vuelven a tocar la puerta—.
Definitivamente ya no puedo seguir durmiendo.
–Pase. —grito—.
—Entran Zac y Owen, y se tiran a mi cama—.
–Buen día Aissssssssss. —dice Owen mientras me da un beso en la mejilla—.
–Buen día mi amor. —respondo—.
–¿Cómo amaneciste? —pregunta Zac—.
–Feliz, muy feliz. —respondo sonriente—.
–Y ustedes mis amores? Qué es esta alarma mañanera. —río—.
–Es el cumpleaños de Dominick y quisimos darle un regalo. Ayer lo hicimos y queríamos mostrartelo. —dice Zac—.
–A ver quiero ver —sonrío—.
Owen coloca sobre la cama dos cartas muy bonitas.
–¡Ayyyy que lindas! Estoy seguro de que Dominick las amara. Es un precioso detalle de su parte.
–A que hora es el cumpleaños? —pregunta Owen—.
–Empieza a las cinco.
–Qué emoción. —expresa Zac—.
–Si, me iré a bañar quede de irle ayudar a Jeycob con los preparativos. Así que jovencitos salga de mi habitación.
—ambos sonríen y salen de mi habitación—.
Me doy una larga ducha. 9:00 am Salgo del baño, me visto, me peino y bajo a la sala.
–Buenos días.
–Buenos días. —responden mis padres—.
–No vas a desayunar amor?. —pregunta mi madre—.
–No madre, no ando apetito, muchas gracias. Tengo que ir a la casa de Jeycob quede de ayudarlo con los preparativos de la fiesta de Dominick. Recuerden que es hoy a las 5 y están todos invitados se ponen guapos eh. Yo vendré por ustedes.
–Esta bien. —responden y salgo de la casa—.
Camino las dos cuadras hasta llegar a la casa de Jeycob.
