–Pero señor, mi hija aún es una niña.
–Tranquilo John no la quiero para mi. Es para mi hijo.
–Su hijo? —pregunta mi padre desconcertado—.
–Si. Es la mujer que estoy comprando para mi hijo.
El hijo del Sr Robert tenía una fama horrible en todo el pueblo. Se decía que era grosero, fastidioso, serio, arrogante, egoísta, fresa y un montón de cosas más.
–Ya eligieron? —vuelve a preguntar, pero esta vez apuntando a mi padre—
–Si, ya elegimos —dice mi madre– matenos.
—moviéndose un poco hacia el lado de mis hermanos que tienen 6 y 8 años y los abraza, mi padre se les une arrastrándose y yo estoy estática—.–Bien entonces esa es su última palabra.
—dice el Sr Robert—.—carga el arma—.
—grito—.
–No,no espere por favor no lo haga. Acepto, me voy con usted pero deje a mi familia en paz. Por lo que más quiera.–Buena elección Aisha-
—dice sonriendo él Sr Robert—.–No,no estas loca por Dios, tu no te vas.
—dice mi madre—.–Madre tengo que, no puedo dejar que ustedes se mueran yo no quiero morir. Zac y Owen están muy pequeños tienen una vida maravillosa por delante. Si la vida de ustedes está en mis manos está es la decisión que yo he tomado.
–Aisha perdóname —suplica mi padre—.
–No tengo nada que perdonar padre. Te amo, y entiendo porque lo hiciste, no te culpo jamás lo haría. Salvaste la vida de Zac.
–Te amo hija —dice mi madre—.
—me levanta uno de los guardaespaldas del suelo—.
–Bien, nos vamos —dice el Sr Robert—.
–Al menos déjeme darles un último abrazo.
—suplico—.–No. Que nos vayamos he dicho. —alza la voz—.
—levanto mi mentón, me limpio las lágrimas y respondo—.
–Esta bien. Los amo cuídense mucho.
—expreso mientras salgo de mi humilde hogar—.Voy callada y pensativa en el transcurso. El vidrio de la camioneta gris en la que voy es testigo de cuántas lagrimas derramo. No sé si la decisión que tome fue la correcta o bueno si, no debo ni cuestionarlo era la vida de las personas que más amo. Tengo miedo, estoy muy asustada todo el cuerpo me tiembla el Sr Robert es muy malévolo, ni siquiera se si tiene corazón, literalmente. Es un hombre frivolo, su mirada es vacía. Como pudo no dejar que les diera un último abrazo. Por Dios que clase de persona es; Dios mío porque permitiste que esto pasara —lloro—. Si él es así, ¿Cómo carajos se supone que debe de ser su hijo? es la interrogante que más me hago durante al viaje a su lujosa mansión en la ciudad.
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Completamente Tuya.
Aléatoire¿Estarías dispuesta a sacrificarlo todo, a cambio de salvar la vida de las personas que más amas, incluyendo la tuya? Sin importarte el precio o todo lo que debas de soportar a cambio de su bienestar.