¿Estarías dispuesta a sacrificarlo todo, a cambio de salvar la vida de las personas que más amas, incluyendo la tuya? Sin importarte el precio o todo lo que debas de soportar a cambio de su bienestar.
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De tanto llorar se termina quedando dormido...
Me muevo, le quito el brazo y me levanto para apagar la luz y pasarme a la cama sofá en lo que me voy acostar.
Jeycob se despierta y me habla;
–Aisha porfavor puedes quedarte a mi lado esta noche.
–Si, esta bien. —respondo y me vuelvo acostar a su lado—.
—Se da la vuelta y me abraza, mi cabeza queda sobre su pecho y siento caer lágrimas en el—.
No le digo absolutamente nada, esta bien que se desahogue todo lo que pueda. Fue un día terrible no quisiera estar en su lugar. Solo lo escucho llorar no se exactamente cuanto tiempo pasa llorando pues me termino quedando dormida.
—Tocan la puerta—. Toc...toc...
El ruido nos despierta, ambos nos estiramos en la cama y volteamos a vernos.
–Buen día. Ya te sientes mejor? —pregunto—.
–Si, gracias. —responde—.
–Vas a ir conmigo a ver a Thomas?. —pregunta—.
–Iré si tu así lo quieres.
—sonríe—.
–Gracias Aisha. Gracias, eres una buena amiga, porque eso es lo que te considero ahora.
–Tu también eres un buen amigo Jeycob.
—Vuelven a tocar la puerta—.
–Pase —responde—.
—entra Susan a la habitación y su expresión facial lo dice todo, esta completamente sorprendida al vernos en la cama a Jeycob y a mi, sin embargo trata de disimular y no hace ningún comentario al respecto—.
–Buen día mis niños. El desayuno ya está listo.
–En un rato bajamos Susan, nos vamos a bañar. Dominick ya comió?. —pregunta Jeycob—.
–No aún no, los va esperarme dijo.
–Ah, esta bien. —añade Jeycob—.
–El Sr. Ya se fue? —pregunta Jeycob—.
–Si, ya. Dijo que no vendría almorzar. Viene hasta la cena.
–Perfecto. —responde Jeycob—.
Sale Susan de la habitación. Jeycob y yo nos levantamos de la cama.
