—no me responde y sigue buscando—.
–Lo encontré. —expresa muy contento—.
–¿Que cosa, que buscabas Jeycob?. —pregunta Dominick—.
–Esto. —dice poniendo frente a mi un papel—.
–¿Qué es eso?.
–Es el contrato que mi padre le hizo firmar a los tuyos, donde estipula que eres Completamente mía.
—Me quedo muda y perpleja viendo el documento—.
Jeycob lo rompe.
–Te devuelvo tu libertad Aisha. Vuelve con tus padres. No te voy atar a mi. Ya no hay nada que te ate. Eres libre.–De verdad Jeycob?
–Si Aisha puedes irte. Eso sí, mañana yo te iré a dejar junto con todas las cosas que te dio Susan que eran de mi madre. Son tuyas.
–No lo puedo creer en serio?.
–Si, cuenta saldada Aisha. Eres libre.
—me tiro a sus brazos, y lo abrazo fuerte, estoy muy contenta de poder regresar a casa, con mi familia a quien extraño con todo mi ser—.
–Gracias Jeycob, gracias.
–Soy Libreeeeeeeeeee! —grito—.
—Susan y Dominick tienen expresiones faciales nada felices—.
–Que pasa Susan? No te sientes contenta por mi...
–Claro que si mi niña es solo que te voy a echar menos. Pero ven acá —abre sus brazos me le acerco y me abraza—.
–Y tu Dominick no estas feliz?.
–Si lo estoy Aisha tu familia te adora. No hacen nada más que hablar de ti. Son increíbles y nada me da más gusto de que regreses con ellos... pero, es que... ya me había acostumbrado a tu compañía y te voy a echar de menos.
–Tranquilo Dominick yo siempre voy a estar para ti y tú puedes llegar a visitarme cuando quieras eres bienvenido en mi humilde hogar.
—Se acerca y me abraza fuerte—.
–Pueden dejarme a solas un momento con Aisha. —pregunta Jeycob—.
–Claro que si. —responden y salen del despacho—.
–Siéntate. —dice—.
—me siento y seguidamente se sienta él—.
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Completamente Tuya.
Sonstiges¿Estarías dispuesta a sacrificarlo todo, a cambio de salvar la vida de las personas que más amas, incluyendo la tuya? Sin importarte el precio o todo lo que debas de soportar a cambio de su bienestar.