Mi familia está muy emocionada por mi regreso...
Empiezo a desempacar y todos están maravillados al ver todas las cosas que traje.
–Ay mi amor, todo esto te dio Jeycob?. —pregunta mi madre—.
–Si madre.
–Ni trabajando un año nos alcanzaría para poderte comprar ni la mitad de estas cosas. —expresa mi padre—.
—Owen agarra una de las cajas de lápices—.
–Aisha, Aisha puedes hacerme un gatito.
—sonrío—.
–Si mi amor claro. —respondo—.
–Deja las cosas que ocuparas aquí —dice señalando una mesa— el resto hazlo a un ladito para ver donde te lo guardo para que no dañe. Tú sabes que casi no tenemos espacio en esta casa.
–Tranquila madre eso se acabara pronto. Y ya que estamos en familia quisiera hacerles una pregunta...
–Dinos mi amor?. —dice mi padre—.
–Si, mi niña pregunta. —añade mi madre—.
–¿Quieren seguir viviendo aquí en el pueblo o les gustaría vivir en la ciudad?.
–Hay hija. Con tal de que estemos juntos donde sea.
—responde mi madre—.–Lo mismo opino hija. —añade mi padre—.
–Esta bien. —sonrio—.
–¿Por qué la pregunta mi amor?. —dice mi madre—.
–Ya luego verán.
–Esta bien amor. —responde mi padre—.
Me quedo sobre la mesa pintando el dibujo que me pidió Owen...
Mi madre se va a la cocina a preparar el almuerzo así que decido posponer mi obra para ir ayudarle.
Tiempo después...
Nos sentamos todos a comer. No tenemos comedor. Mi padre se sienta en un balde, mi hermano Zac en un bloque mi madre y yo en las únicas dos sillas que tenemos y Owen sentado sobre las piernas de mi madre.
Amo a mi familia. Es lo mejor que me pudo haber pasado y me siento muy contenta de que Dios por fin después de tanto nos esté sonriendo.
Mientras como me dedico a observarlos y por primera vez desde que Zac enfermo y desde la vez que salí de esta casa por el Sr. Robert, siento un alivio en sus rostros.
Recuerdo el día en que nos dimos cuenta de la enfermedad de Zac. Fue un día como cualquiera estaba con mi madre haciendo el desayuno para mis hermanos, mi padre ya se había ido a trabajar y de repente escuchamos un grito de Zac inmediatemnte fuimos hacia donde se encontraba y estaba llorando mucho, se tocaba el estomago y decía que le dolía. Al inicio pensamos que algo le había caído mal... pero los días siguientes fueron peores, dejo de ir al baño, su panza se infló demasiado y la ropa dejó de quedarle.
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Completamente Tuya.
Random¿Estarías dispuesta a sacrificarlo todo, a cambio de salvar la vida de las personas que más amas, incluyendo la tuya? Sin importarte el precio o todo lo que debas de soportar a cambio de su bienestar.