Se sube a la mesa, abre la puerta de la caja agarrandola de la manecilla. Y suspira.
Saca unos documentos... me los pasa y los pongo sobre el escritorio seguidamente saca un sobre amarillo, y una especie de agenda.
–Eso es todo lo que hay. —expresa mientras vuelve a cerrar la caja—.
–Pasame el cuadro, por favor —añade—.
—Se lo paso y lo vuelve a colocar en su lugar—.
Se baja de la mesa y agarro los documentos que me había pasado primero y se los doy.
Tiene todo en sus manos y antes de abrirlos solo me queda viendo, pero me queda viendo de una forma extraña. Como si supiera que lo que esta a punto de ver le va a partir en trozos el corazón.
—Jalo un banco—.
–Siéntate Jeycob. Puedes revisarlos tranquilo, yo estaré afuera, cualquier cosa solo llama si me necesitas.
–No Aisha, gracias a ti es que he llegado hasta este punto. Quédate.
–Esta bien, como tu quieras.
—jalo otro banco y me siento al frente de él—.
Puedo ver como le tiemblan las manos... y se queda unos segundos solo observando el folder que guardaba los documentos.
—yo estoy en completo silencio, no pienso decir ni una sola palabra a menos de que él lo desee—.
—Suspira—.
Entra un aire helado a la habitación... claramente está vez no lo siento solo yo, se ha manifestado ante Jeycob también, ambos lo sentimos.
–Es ella Aisha. Esta aquí, la sientes verdad?.
–Si, Jeycob está aqui.
—Jeycob derrama un par de lágrimas que caen sobre el folder—.
Lo abre despacio, el corazón se me acelera... cabe la posibilidad de que ahí encontremos la verdad.
Saca un testamento.
En el que data que la Sra Jane deja como herederos Universales de toda su fortuna a Jeycob y a Dominick. También hay una carta poder firmada con su puño y letra donde le otorga la patria potestad de Dominick a Jeycob una vez que Jeycob cumpla la mayoría de edad. Es decir que Jeycob con esa carta es el tutor legal de Dominick.—A medida que va leyendo esos dos documentos no para de derramar lágrimas—.
Vaya que la Sra. Jane ya sabía la clase de mostró que era el Sr. Robert y pensó en todo. —me digo, mientras escucho hablar a Jeycob—.
Guarda los dos documentos en el folder y los coloca sobre la mesa.
Ve la agenda y tiene un montón de escritos de su madre.
Agarra el sobre, lo abre y saca primero una nota, demasiado clara, tan clara que nos eriza la piel.
"Si alguien encuentra esto, es porque yo ya no estoy viva. Se que puede ser tú Dominick o tú Jeycob quien lo esté leyendo justo ahora. Y quiero decirte mi amor, que por favor me perdones... quiero pedirles perdón por no haber tenido el valor, o coraje suficiente para huir a la primera. Al primer golpe que me dio tu padre, al primer insulto, al primer grito, o la primera paliza. Estaban muy pequeños y se que hay muchas cosas que no recuerdan. Cuando iban de vacaciones donde Margareth, Robert me golpeaba y en muchas ocasiones llegó al punto de dejarme casi muerta, como lo estoy ahora. Aquí logré adjuntar algunas fotos junto con esta nota, de los golpes que me daba... yo se que van a ser muy dolorosas para ustedes, y juro por Dios que daría todo para evitarles este dolor pero no puedo... si no saben de mi, encuentrenme, háganme justicia. Porque el único responsable de cualquier cosa que me haya pasado es Robert Becker mi esposo."
Att: Jane Brown.
—Jeycob se queda helado, al leer las palabras de su madre en esa carta. Ella estaba completamente segura de que esa caja fuerte iba a ser descubierta por cualquiera de sus dos hijos—.
Hace la carta a un lado...
—lo interrumpo—.
–Jeycob... las que hay en ese sobre son fotos... de tu madre golpeada, no creo que sea conveniente que las veas. Solo déjalas ahí, sin abrirlas... como evidencia, es por tu bien.
–Por mi bien Aisha?. Por mi bien que? Al carajo mi bien a mi madre la mató ese maldito imbecil que llamo padre, con quien convivo todos los días y esta cerca de lo que más amo en la vida que es Dominick. Crees que ahora mismo puedo pensar en mi bien?. Cuando no hice nada, maldita sea, nada, para poder salvar a mi madre. —dice alterado—.
–Jeycob... yo te entiendo pero son fotos, entiendelo serán muy fuertes para ti. Te van a partir aún más el corazón. A nadie le gustaría ver a su madre fotografiada con cientos de golpes.
–Aisha. Las voy a ver y punto... es mi madre y yo quiero ver de lo que fue capaz ese maldito hombre.
–Jeycob... solo no quiero que te lastimes más.
–Aisha mírame —pone su cara a solo centímetros de la mia— mírame. ¿Crees que existe otra cosa que me pueda lastimar aún más de lo que ya me ha lastimado saber que mi madre fue asesinada?.
–No Jeycob. Yo se que no, pero te vas a llenar de rabia. Y te puede entrar una furia que difícilmente tu puedas controlar.
–Pues correre las consecuencias.
—me quedo completamente callada, porque lo entiendo, si estuviera en su lugar también querría verlas—.
Saca las fotografías.
Son como 50 fotos, todas de la Sra Jane. Con fechas de cada paliza. Con golpes extremadamente exagerados y una en la que casi le desfigura el rostro. Moretones en los pómulos, las muñecas, los brazos, las piernas.... y muchas cosas igual de desgarradoras la una con la otra.Jeycob se levanta alterado, tira las fotos al suelo y seguidamente agarra el banco en el que estaba sentado y lo estrella contra la pared.
–Lo voy a matar con mis propias manos, así como mato a mi madre. Lo odio maldita sea, lo odio. Ahorita mismo voy a buscarlo...
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Completamente Tuya.
Aléatoire¿Estarías dispuesta a sacrificarlo todo, a cambio de salvar la vida de las personas que más amas, incluyendo la tuya? Sin importarte el precio o todo lo que debas de soportar a cambio de su bienestar.