ArzayleaDespedí con mi mano a Sam que se alejaba con su vehículo. Ya había terminado su visita, después de todo tenía una familia que la esperaba y por supuesto también su trabajo. Me envolví mejor en mi habitual cárdigan y me giré a ver la ausencia del auto de Chad. También se ha ido.
Al entrar a la casa, mi madre se sentó en el sofá abrazando una manta que pasaba por sobre sus hombros. Al verme embosca una sonrisa ligera y forzada, tenía los ojos rojos y los labios morados.
—¿Ya se fueron?
—Si. — Contesté. —¿Necesitas algo?
—Hablar contigo. —Palmeo el otro lado del sofá. Caminé hacia ella y tomó asiento
—El hijo psicólogo ya se ha ido, eh—Bromeo.
Al sentarme, ella saca de su espalda un documento. Mi cuerpo se paraliza al ver el archivo que robé de Miranda Peraex en sus manos. Claro lo había escondido debajo del sofá sin imaginar que ella volvería tan repentinamente y tras su llegada, la muerte de mi padrastro y la cena con Schwarz había olvidado completamente ese detalle en particular.
—Encontré esto... —, Murmuró. Su voz estaba ronca de tanto llorar —Sé que la muerte de tu padre ha sido una noticia fuerte, estoy orgullosa de como has reaccionado y como estas comportándote.
» pero no permitiré que los Schwarz se lleven también a mi hija. —Toma mis manos entre las suyas —, se han librado de lo de Miranda, y también de lo que paso por falta de pruebas. No quiero encontrarte muerta y que no haya ninguna prueba tampoco.
Se habían librado del caso de mi padre ya que no han dejado huellas ni ADN en la escena del crimen, de hecho, ni siquiera había pruebas de que ellos hubieran escrito la carta. No fueron interrogados ya que se comprobó que ningún Schwarz ha salido de Deeplake e ido a la ciudad donde mi padre se encontraba, los pueblerinos los han visto todos los días por estas calles asique fueron libres de toda sospecha.
» Amo a mis hijos ante todo en el mundo. Tú más que nadie sabe el dolor que se atraviesa en la pérdida de un hijo. No puedo permitir que te asesinen, Arzaylea. Necesito que te alejes de ellos.
—Ojalá pudiera. —Susurré mirando mis manos —Ellos me hacen sentir... Distinta. Siempre soy torpe y dulce, la típica maestra de Kinder, pero cuando ellos están me convierten en alguien distinta. Soy eufórica, imparable, soy todo lo que deseo ser. Ellos me han dicho... —que son demonios —... Cosas increíbles y nunca les tuve miedo. Me gusta sentirme así.
—Arzaylea, siempre has sido brillante. No por ellos.
—Pero...
—Hey. —Me interrumpe —, a quien le gusta jugar con fuego suele quemarse.
Mirando los manos pensé en «Me quemaré pero no moriré» sin embargo me mantuve en silencio.
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Maldición Alemana [#1] ©
FantasíaLos schwarz Seguramente has escuchado sobre ellos, todos en DeepLake hablan sobre esas personas. He escuchado muchos mitos y leyendas sobre esa caótica familia Seis hermanos, una hermana y unos padres extraños. Seguramente has escuchado que son cóm...