Arzaylea Brown.
Los hermanos alemanes habían elegido despertar a Kilian bajo mi energía. Sinceramente, era la mejor opción. Me dolía la cabeza y estaba empezando a sentirme mal. Llorar ha sido tan extraño que hubiera preferido ser yo la apuñalada, pero ahora tenía que tomar otro rol
Básicamente el de la demonio sin categoría.
Porque si, no tenía aún categoría. ¡Gracias universo por ni siquiera hacerme una demonio normal!
Los Schwarz han sido reunidos por la policía, –menos Muller que ya ha tenido una entrevista antes dado su caso de no hablar –, eso implica que me han dejado sola increíblemente con él. Lo cual me sorprende, a veces esos rostros malignos y los misterios que traían me ponían de nervios. ¿Me está poniendo de los nervios que me dejen sola con un mudo y un vegetal? Quien lo diría.
De todas formas me obligaron lamentablemente a esperarlos para cuando comience la acción.
Ósea, no puedo despertar a Kilian antes.
¿Motivo que me obliga a cumplir mi palabra? Muller amenazándome con dagas.
¿Soy lo suficientemente estúpida para desafiarlo de todas formas? Un poquito.
—Sabes…—Me apoyo contra el respaldo de la silla aburrida. —Encerrarnos en un sótano con un vegetal no es muy divertido. De hecho es preocupante que Derek se haya llevado la llave de la puerta del sótano. Lo cual, también me causa curiosidad ¿Desde cuando tienen un sótano?
Él no contesta, solo se limita a mirarme fijamente
—Y muchísimas gracias también por haberme ofrecido agua o comida. —Rodee mis ojos y me acomodo mejor para verlo—Un mes dormida y nada. ¿De qué me sirve tener tres Schwarz si ninguno parece querer alimentarme?
Silencio.
Que aburrido.
—¿Puedes darme al menos comida? —Moví mis manos en el aire—Realmente estoy hambrienta. Un mes sin comer. ¿No tienes consideración?
Bufé aburrida al ni siquiera lograr una mueca de su parte. Me puse de pie pero me detengo en seco al ver como Muller saco una flecha de su espalda y me apuntó.
Bañada en ese asqueroso líquido azul, para mi desgracia.
—Okay, sorry, sorry. —Me vuelvo a sentar alzando las manos en el aire. En signo de paz.
Derek Schwarz
—Maldita hija de puta que hace que tengamos que estar horas en este asqueroso lugar. —Murmura Becker acomodándose en su silla por enésima vez —Cada minuto que pasa la odio más.—Es gracioso que tu apodo romántico sea «hija de puta» mil respetos por antes quejarme de «humana» —Conteste desinteresadamente
Él solo se ríe entre dientes.
—Tenemos una relación amor – odio.
—¿Cómo no pude imaginarlo? —Ironicé rodando los ojos.
Él me dio una mirada divertida pero no contestó. Edwin salió de la sala de interrogatorio hablando amablemente con un oficial, lo saludó con un asentimiento con la cabeza y luego el oficial le hizo una seña para que Becker pasara. Edwin se sienta en su lugar.
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Maldición Alemana [#1] ©
FantasiLos schwarz Seguramente has escuchado sobre ellos, todos en DeepLake hablan sobre esas personas. He escuchado muchos mitos y leyendas sobre esa caótica familia Seis hermanos, una hermana y unos padres extraños. Seguramente has escuchado que son cóm...