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—No lo entiendo, Arzaylea. —Dice el oficial Berwin tras recostarse en su silla.

—Es lo que le dije. —Contesté, haciendo sonar mis uñas tras la mesa. —He recordado lo sucedido, me secuestró Max. Max. Mi ex novio.

—Pero… Nadie lo ha visto por Deeplake.

—Lo sé, ha sido astuto. Me quiere hacer daño por lo que paso con mi hijo, quiere vengarse. Usted ha estado ese día, me ha dejado morir. Y cuando se ha enterado que estoy viva quiso venir a matarme.

—¿Recuerdas donde te llevó?

—No. Estaba drogada. Estaba tan drogada. —Bajo la mirada al sentir que mis lágrimas se acumulan.— Un día Max no me drogo y aproveche para escapar. Estuve corriendo en el bosque por horas y horas, hasta llegar a la carretera.

—¿Recuerdas el camino?

—En la carretera, dos kilómetros hasta el cartel del final de Schwarz, tres kilómetros a la izquierda.

—Arzaylea… ¿Estas segura?

—Si. —Solté un suspiro pesado y limpio mis lágrimas. —Solo quiero estar con Kilian, es mi enamorado ¿Sabe? Estoy cansada de este infierno solo quiero ser feliz. Quiero irme de Deeplake, siempre me he quedado pensando que algún día podría sanar pero no es sano. Esto no me hace feliz.

—Ay, niña.

Él hace un ademán para que me acerque, me pongo de pie y él igual, nos damos un abrazo y es inevitable sentir que estoy abrazando a mi padre. Él frota mi espalda con su mano y yo solo hundo mi cabeza en su cuello, fingiendo llorar aún más.

—Tranquila, soltaré a tu novio y enviaré una alerta a la ciudad y haré que todo el país lo busque.

Acepte con la cabeza.

—Gracias por ser un padre para mí.
—Y tú eres como mi hija. —Me abraza con fuerza. —Llevaré a todos mis oficiales a buscar esa casa, encontraré a ese desgraciado. Lo juro.

—Gracias.

Me separo de él y él sonríe con pena al verme empapada de lágrimas. Me flota el brazo con cariño y luego me guía a la salida de la zona del interrogatorio, para luego, llevarme a los calabozos. Al acercarme puedo ver a Kilian, estaba acostado en el suelo mirando el techo aburrido, al escuchar nuestros pasos alza su cabeza desinteresadamente a ver, pero en cuanto me reconoció se pone de pie rápidamente.

—Arriba muchacho. —Dice el sheriff, sacando las llaves y abriendo su calabozo. —Tú novia ha venido a sacarte de aquí.

Él me miró intrigado, le guiñe el ojo y él sonrío feliz.

—¡Claro!¡Pero si es mi novia! ¡Mi adorable chica! ¡Mi princesa!

—¿Quieres quedarte más tiempo en el calabozo, chico? —Pregunta el sheriff mirándolo mal. —Deja de halagos y lárgate de aquí.

Le sonreí divertida y él se acercó, me abrazo fuertemente y luego, sin poder contener su felicidad abrazó al sheriff, donde él lo aparto bruscamente con asco.

—Mantente en contacto, Arzaylea.

Acepte con la cabeza y entrelace mi mano con la de Kilian, para luego comenzar a caminar hacia la salida. Teníamos el tiempo contado, no podíamos desperdiciar más tiempo.

Al salir, la moto de Kilian estaba estacionada en la acera. Sus ojos brillaron con alegría al ver su moto y se acercó feliz, para luego su rostro cambia y me mira con horror.

—yo la he dejado en la casa. Por favor dime que tu no… —Mira mis manos donde saco las llaves de mi bolsillo y la lanzó. Él las atrapa. —Mierda. ¿¡Has manejado a mi bebé!?

Le guiño el ojo y él me fulmina con la mirada, se sube para conducir y yo me subo detrás. Saco mi móvil y llamo a Derek.

Él me atiende al segundo tono.

—Arzaylea. Ya estamos listos. ¿Ustedes?

—Si. —Contesté. Kilian hace rugir su moto pero no conduce, espera a que cuelgue. —Kilian está conmigo. Lanzarán una orden para capturar a Max. Lo que implica su nombre tachado, no permitirán que salga de viaje lo cual está encerrado en Manhattan, ventaja para nosotros. 

—Okey. ¿El plan que hemos hecho sigue en pie?

—Sí. Todos los oficiales buscarán la cabaña, eso quiere decir que tenemos  horas de tiempo para irnos lejos de aquí sin interrupción de la policía.

—Okey. ¿Estas lista?

Kilian hace rugir aún más la moto. Escucho la risa de Derek.

—Que empiece la cacería, Arzaylea.

(…)


Querida mamá

Empaco mis pertenencias en el bolso rápidamente.

» Siempre quise decirte gracias por haberme ayudado tanto

Me coloco frente al espejo y me miro una vez más.

» Has comprendido mejor que nadie lo sucedido con Tyler.

Cojo las tijeras de mi bolsillo y comienzo a cortar las puntas de mi cabello.

» Lamento no estar presente para cuando me vaya, y tan solo dejarte esta carta.

Una vez corto mi cabello, comienzo a hacer lo mismo con mechones de mi frente.

» Pero si me quedaba no iba a poder irme sin llorar. Y ahora mismo llorar es lo último que necesito.

Dejo las tijeras aun lado y observó mi cabello, ya no me llega a la cintura. Ahora esta hasta mis hombros.

» Buscar a Tyler será difícil. Max es astuto. Pero nosotros somos más, o eso quiero creer.

Cojo la red para el cabello y me lo coloco a la perfección. Dejando todo mi pelo dentro.

» Él cree que jamás estaré preparada ante él, cree que soy ingenua. Eso molesta. Molesta mucho.

Tomo la peluca y me la coloco.

» Lo que no sabe él, es que estoy preparada para enfrentarme a lo que sea y una gran familia alemana me cubrirá las espaldas.

Me pongo mi labial rojo y luego maquillo mis pestañas.

» Algún día, me reiré de lo que sucedió este día, Madre. Algún día, le contaré esto a Tyler y reiremos.

Cojo mis anteojos de sol y me los coloco.

» Iré  a por Max y le haré pagar por todo el daño que me hizo. Encontraré a Tyler.

Cojo el arco y flecha y me lo coloco en mi espalda.

» Por qué ya estoy lista para asesinar por él.

Cierro la puerta de mi habitación mientras cargo todo.

» Vendrán tiempos difíciles, mamá.

Dejó la carta sobre la mesa y luego le doy una última ojeada a la casa.

» Vendrán tiempos donde no sabré por primera vez que estrategia utilizar y que pensar.

Abro la puerta de la salida y observó los tres autos de los Schwarz, los tres grupos de tres personas como hemos acordado. Y más adelante, Kilian conduciendo sólo en su moto.

» Pero es bueno saber que no estoy sola.

Camino hacia el auto y me meto.

» y si tenemos un gran enfrentamiento contra Max... No tendré miedo.

Miró a Muller y le hago un asentimiento con la cabeza. Él acepta con la cabeza también y prende el motor del auto.

» por que después de todo, no hay nada imposible para un Schwarz.

Todos empiezan a conducir, directo a Manhattan. Los observo desde el espejo retrovisor.

» y no hay nada que detenga a Arzaylea Brown.

Maldición Alemana [#1] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora