- Dios mío, Wong, ¡rápido trae el libro de curación! – Eso fue lo primero que escuchó Lana tras desmayarse, eso, y también notó que alguien la llevaba en brazos con cuidado, dejándola en algo cómodo. - ¿Lana? ¿Puedes oírme?
- ¿Quién era? Era... la voz le sonaba a Lana, pero había algo que no le cuadraba, hacía unas pocas semanas que había escuchado esa voz, pero se sentía como algo lejano. Una mano tocó su frente, temblorosa, y lo siguiente que notó, fue cómo mejoraba por segundos su estado.
Joder, se había encontrado muy mal, pero no parecía haberlo notado hasta que algo empezó a ir hacia atrás en ella. Las costillas comenzaron a enmendarse, su estómago dejó de sangrar, la nariz dejaba de sacar sangre por segundos, y la cabeza dejó de dolerle, recuperando lentamente más de sus sentidos.
- ¿Eso es sano? ¿Se pondrá bien? – Otra voz hizo que Lana se moviese. Bruce. Bruce había vuelto. Otra vez, le tocaron la frente.
- Sin duda, Lana Corton todavía tiene marcha en el cuerpo.
- Lo dices como si fuera algo malo. – La voz le sonaba ronca, pero soltó aire antes de abrir un ojo y sonreír ante su maestro. Stephen sonrío y se levantó del suelo, mirando hacia Wong.
- Creo que deberíamos dejarle la jaqueca, así quizá se calla. – Lana miró hacia Wong, que tenía un mándala naranja en el brazo, girándolo para que las piernas de Lana dejaran de sangrar y se pudiese levantar. - ¿Y de qué vas disfrazada?
- Es... un traje de valquiria. – Lana se sentó en el sofá y miró hacia Bruce, estaba completamente vestido, pero movía sus manos con ansiedad. – Dime que ya has contado la movida y no tengo que hacer nada.
- Tenemos que llamar a Tony, y a Steve, ¡juntar a Los Vengadores de nuevo! ¡Thanos llegará en cualquier momento! – Lana miró hacia Stephen, que lo miraba con una ceja levantada, Wong simplemente bajó las manos, un hombre de pocas palabras. Como Yoda.
- Ya, sobre eso. – Lana se tocó la nuca y miró hacia Stephen, que tenía los brazos cruzados. – No creo que pueda contactar con Steve así como así, perdí mi teléfono en un punto entre Noruega y Sakaar.
- Sí, hace ocho meses, cuando desapareciste.
Lana se quedó en silencio unos segundos, procesando lo que acababa de escuchar. ¿Ocho meses de qué? Ah, en Sakaar el tiempo transcurría diferente.
- Mierda.
- Sí, eso mismo. – Stephen se quedó en silencio, su capa parecía juzgarla y todo, había estado preocupado por su alumna, que se llevaba una mano a la cabeza, mirando a Bruce. – Necesitamos contactar con Tony Stark.
- Él tiene un teléfono con el número de Steve, si tenemos alguna oportunidad... es a través de él. Pero...
- Ya. – Stephen entendió al segundo lo que Lana quería decir, y Bruce miró entre ellos, confuso. – Bueno, ¿tienes tu anillo doble?
- Sobre eso...
- Eres lo peor. – Stephen le lanzó un anillo doble de la nada, y Lana lo cogió, poniéndoselo en la mano y mirándolo fijamente. – Cámbiate de ropa, tenemos una misión entre manos.
Lana asintió y creó un portal delante de ella hacia su cuarto, entrando rápidamente y cerrándolo tras ella.
Su cuarto estaba oscuro, y Lana se acercó a las persianas para abrirlas, al igual que la ventana, que abrió de par en par para mirar su interior. Todo estaba cubierto con un poco de polvo, pero no importaba. Se acercó a su armario y cogió lo primero que vio. Unos tejanos, una camiseta negra, un sujetador y ropa interior nueva, y una chaqueta de chándal.
Que irónicamente, tenía el logo de los Vengadores en el brazo. La miró unos segundos. El mundo la necesitaba, y era una vengadora, no había excusas. Se cambió en pocos minutos y se ató las botas que le permitían pegar saltos tan altos como quisiese, para después crear otro portal y cerrarlo, mirando hacia otro portal en el pie de las escaleras, con Bruce ahí, esperando.
- ¿Lista? – Bruce preguntó, y Lana simplemente asintió, caminando hacia dentro del portal y saliendo en pleno Central Park.
Un sonido de sorpresa hizo que mirase al suelo. Sabía que la estaban mirando, y no era nada bueno. Lana levantó la mirada hacia Tony, moviendo la mano lentamente delante de ella en un intento de suavizar las cosas un poco.
- Hola, Tony. – Bruce llegó al lado de Lana, que miró hacia su maestro, la estaba observando de cerca, para después mirar hacia delante.
- Bruce. – El tono de voz de Tony era... ¿sorprendido? ¿atacado? ¿Con un pequeño problema con Lana? La chica miró hacia arriba, Pepper la miraba con los ojos como platos. – L-lana.
- Hey.
Lana miró a Tony a los ojos, la miraba de una manera que no podía descifrar. Estaba herido, confuso, estaba segura que la había echado de menos tanto como ella lo había echado de menos. Pepper también la miraba, con dos manos hacia delante, una de ellas con un pedazo de piedra en uno de los dedos. Boda. Genial.
Bruce avanzó hacia Tony, y se quedó parado, negando para él mismo hasta que se lanzó hacia su amigo, abrazándolo mientras Tony miraba a Pepper con cara de terror. Bruce llevaba fuera de la Tierra demasiados años. Luego, miró a Lana, y después, a Stephen.
- Es muy bonito, y violento. – Stephen carraspeó, con Lana al lado. – Pero como antes he comentado, no es exagerado decir que el universo corre peligro inminente, debemos marchar.
- Sí, espera. Id tirando por ese agujero mágico.
Lana no rechistó, ni siquiera rodó los ojos, solamente se lanzó hacia el portal lo más rápido que pudo y se fue hacia una pared, seguida por Stephen, que la miró con seriedad.
- ¿Bonito primer reencuentro? – Su maestro soltó un comentario irónico, haciendo que Lana pusiese cara de terror.
- Dios, cállate.
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HEKATE [Bucky Barnes]
FanfictionLana Corton tiene que dejar el cumpleaños de su madre cuando recibe la llamada de su jefe. La necesita en Washington D.C. Condiciones de Sombra Profunda. Y ella pensaba que ser Vengadora solamente significaba dinero. [cover por @roggxrs] Bucky Bar...