El campo estaba tranquilo. No había ni un sonido, solamente los pájaros y los animales que rodeaban al hombre que intentaba arar su huerto. Sabía que tenía a los niños de la aldea en un árbol, bien vigilados pese a que no los miraba directamente.
Más les valía que no se moviesen de ahí o se hiciesen daño, porque si lo hacían Bucky se sentiría completamente fatal.
Se giró unos segundos para mirar a los niños, estaban colgados del árbol, hablando entre ellos animadamente mientras se mecían y lo miraban a lo lejos. Escuchó a una cabra quejándose, de nuevo, se peleaban entre ellas. La vida, supuso. No se iba a meter a pegarles gritos a las cabras de nuevo.
No delante de los niños, o se reirían de él otros seis meses.
Estaba bien saber que, pese a ser amenazante, no tener brazo, y tener el pelo cada vez más largo y descuidado, era el centro de las risas del pueblo. Bueno, desde que volvió a sí mismo, intentando recordar cada vez más, había sido el centro de las risas de otra persona.
Estamos mirando a Lana Corton, sí.
Suspiró mientras paraba de trabajar, mirando al suelo. Lana. Su Lana. Que había desaparecido hacía ocho meses sin dejar rastro alguno. ¿Dónde se habría metido?
Bucky se había sorprendido a sí mismo pensando cada día más en Lana. Esperando a que volviese o, por alguna mágica razón, alguien la encontrara. Ni siquiera sabía si estaba viva, solo que la habían abducido haría meses en un punto de Noruega que Bucky jamás habría conocido de no ser porque el nombre lo perseguía de noche. ¿Y si Lana había muerto ahí mismo?
Se paró a sí mismo, negando con la cabeza cuando su mente se iba a lugares demasiado oscuros. Lo más razonable era que Lana estaba en Asgard, y que, cuando estuviese lista, volvería. Al igual que él también volvería a por ella una vez estuviese estable al completo. Y entonces solo esperaba que todo siguiese siendo normal entre ellos, aunque quizá un poco más público.
Dejó el arado en una de las vallas que cerraban el cercado del huerto y caminó hacia los niños, que lo miraron con sonrisas en sus caras mientras él cogía una de las bolsas llenas de malas hierbas y la lanzaba hacia el carro que había traído al huerto, preparándose para marcharse.
Hasta que algo le llamó la atención. Un grupo de gente.
Su primer instinto fue el de salir corriendo, pero se recordó a sí mismo que ya no hacía falta. Que la gente de Wakanda lo respetaba tanto como él a ellos, y que T'Challa ya no le haría daño (no como hace dos años y ocho meses, vaya).
Lo que le preocupaba era el grupo de guerreros portando armas, escudos y demás encima. Venían a algo serio, y Bucky lo supo justo cuando T'Challa paró delante de él, con la Dora Milaje, Okoye, a su lado, que asintió para saludarlo.
El rey de Wakanda sonrío y se acercó a él, guiándolo con el brazo hacia los guerreros; no había dicho nada, solamente había mirado su reacción mientras uno de los guardas abría un estuche enorme, y dentro, había un brazo hecho con vibranium.
Bucky se lo quedó mirando unos segundos, muchas cosas le pasaban por la cabeza en ese momento.
La primera era: menuda mierda.
Y lo irónico es que parecía sonar con la voz de Lana. Quizá sí se le habían pegado cosas de ella.
La segunda fue en la pelea que se avecinaba. Y en que Steve podría necesitar ayuda y se dirigía a Wakanda en ese mismo momento. Sabía perfectamente que, si él necesitaba ayuda, Bucky saltaría al rescate en ese mismísimo segundo. Ya lo había hecho una vez, en el pasado, ¿por qué no lo iba a hacer ahora?
Una tercera opción era que algo malo había pasado, y que, si estaba relacionado directamente con él, posiblemente sería por Lana. No quiso ni saber si estaba en apuros, ni siquiera preguntaría a quién tenía que matar, pegar, defender, o lo que fuese para conseguir a Lana de vuelta sana y salva. Haría lo que fuese por ella.
El brazo brilló bajo el sol de la media tarde en la pequeña aldea Wakandiana, pronto se iría el sol, y si ese brazo significaba que debía volver a la acción, no volvería a esa aldea en varios días.
Bucky cogió aire, mirando el brazo con resignación.
- ¿Y la pelea? – T'Challa lo miró fijamente, serio, ahora, el antiguo soldado de invierno lo miraba fijamente, el nuevo lobo blanco estaba a punto de volver a una guerra en la que no tenía nada que ver.
T'Challa escogió muy bien las siguientes palabras, mirándolo fijamente a los ojos mientras movía su pulsera hacia arriba y mostraba una sola imagen.
Una sola imagen que hizo que Bucky mirase entre el brazo y lo que parecía un vídeo hecho con un teléfono móvil, en un enorme parque de Nueva York. Un vídeo que mostraba a una joven peleándose rápidamente con un alienígena tres veces más grande que ella, y, que al final, miraba directamente a cámara.
Ahí, con el pelo corto, una sudadera de los Vengadores, unos tejanos roídos y unas botas marrones un tanto mugrosas, estaba Lana Corton. Claro como el agua. A Bucky se le cortó la respiración solo de verla por primera vez en esos últimos dos años y ocho meses.
- Está de camino.
Esas palabras hicieron que Bucky asintiese. Lana estaba de camino, presumiblemente con Steve y su nuevo equipo. Estaba volviendo y la vería pronto; y si ganaban esa pelea, contra lo que fuese que venía, haría todo lo que estuviese en su mano para volver a estar con ella, como en Bucarest y en Nueva York, pero esta vez lo haría bien.
Y si algo Bucky tuvo claro en ese momento, era de que la seguía queriendo.
ESTÁS LEYENDO
HEKATE [Bucky Barnes]
FanfictionLana Corton tiene que dejar el cumpleaños de su madre cuando recibe la llamada de su jefe. La necesita en Washington D.C. Condiciones de Sombra Profunda. Y ella pensaba que ser Vengadora solamente significaba dinero. [cover por @roggxrs] Bucky Bar...