LXVIII

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Steve estaba mirando a Lana desde uno de los sillones de cuero del despacho de Tony en la nueva facilidad de los Vengadores. Estaba sentada encima de una mesa, y todavía no había comenzado a contar su historia, solamente miraba con los brazos cruzados hacia Visión, estaba apoyado en una de las ventanas, con una herida enorme en el lado, y no se cerraba.

- Cuando quieras. – Steve anunció cuando Wanda se giró para mirarla, ahora concentrada en la historia de Lana. – Los dos años. Y estos últimos ocho meses.

- Por dónde empezar, ¿cierto? – Lana se cruzó de brazos, mirando a Steve. Ambos sabían por dónde empezar. – Sé que, aunque estos últimos dos años estaba bastante accesible por audio y fotografía mi paradero ha sido bastante... top secret. – Nat se movió un poco, escuchando con interés. – La noche de ese día... cuando me marché de Wakanda, alguien contactó conmigo. No era muy normal... era extraño. – Bruce soltó media risa. – He estado entrenando con él desde entonces, pasé dos años entre Londres, Nueva York, Katmandú y Hong Kong, preparando nuevas habilidades.

- ¿Qué tipo de habilidades? – Steve preguntó y Lana hizo una mueca, levantando una de sus manos y conjurando un mándala de color naranja, energía mística.

- Lo que yo tengo entendido es que, tras entrenarme, puedo manipular algo que se llama energía mística. No son como los poderes de Wanda, al menos no tan poderosos, pero bueno. – Lana guardó la mándala, mirando hacia Nat, que parecía haberse asustado. Sam tenía una ceja levantada. – Stephen me contactó porque, de todos nosotros, la única que tenía posibilidades de salir a la calle sin ser avistada era yo. No por potencialidad, aunque he conseguido dominar estas artes bastante bien.

- Eso no explica estos últimos ocho meses de silencio radiofónico. – Wanda comentó, pasando al lado de Visión, mirando a su amiga fijamente. – El monitor que llevabas, el que te dio Shuri... Vimos que desaparecías del mapa.

- Ya. – Lana señaló hacia su amiga, asintiendo. – Eso es otra cosa. Y también explica el pelo corto.

- Sabía que no te lo habías cortado porque sí. – Nat sonrío para sí misma, dejando que Lana continuase.

- Hace ocho meses. Aunque bueno, pensaba que solamente habían pasado unas semanas... - Lana cogió aire. – Thor y Loki vinieron a la Tierra, en búsqueda de su padre. Stephen, sabiendo eso, atrajo a Thor al santuario de Nueva York, y me ofrecí a ayudar a Thor con las piedras del infinito. – Lana condensó en pocas frases. – Pero, al final, después de ver que su padre moría, en resumen, su hermana malvada salió de un pozo o algo así. Y Loki hizo que nos mandaran hacia arriba, en el Bifrost, lo malo es que Hela me lanzó fuera y acabé siendo una esclava intergaláctica durante unas seis semanas en Sakaar.

Todos se habían quedado en silencio, Lana tenía los brazos cruzados y una mueca. Sonaba muy extraño.

- Sí. – Lana hizo una mueca hacia Bruce, que dio unos pasos, mirándola. - ¿Ahí es donde entro yo?

- No.

- Oh. – Hizo una pausa. – Continúa.

- En este planeta, que estaba rodeado de agujeros negros o algo así-

- Técnicamente-

- ¡Que me dejes acabar! – Lana soltó, y Bruce se quedó en silencio. – Todo lo perdido llegaba ahí, y me encontré con Loki. Estuvimos juntos unos días, planeando cómo narices salir de ahí, y entonces llego Thor.

- Ahí entro yo, ¿no?

- ¡No! – Lana miró a Bruce, los demás estaban en silencio, intentando comprender qué narices había hecho Lana en ocho meses. – Thor hizo una apuesta con quien llevaba eso, el gran maestro, y le prometió su libertad a cambio de ganar a su campeón invicto, que era... - Lana miró hacia Bruce, que levantó la mano. – El gran maestro me regaló a Loki como mascota, y ambos fuimos invitados a la contienda de campeones, donde Thor se peleó con Bruce. Después, me escapé de Loki y fui a buscar a los dos. – Lana cogió aire. – Los encontré, y también encontré el Quinjet que había llevado a Bruce allí en primer lugar. En resumen, Thor y yo intentamos escapar en el Quinjet, pero Hulk se lo cargó, y entonces... - Lana miró hacia Nat, que la miraba con los ojos como platos.

HEKATE [Bucky Barnes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora