LXIX

2.7K 322 27
                                    

Lana estaba sentada en uno de los sofás de la sala de estar de la base remodelada de los Vengadores, mirando hacia el techo. Steve le había pedido hablar a solas... y ella se podía oler perfectamente el tema que iban a hablar. De hecho, estaba muy segura que tendría que hablar con mucha gente a solas después de esos últimos años desconectada de la realidad en general.

Escuchó pasos que caminaban hacia ella, y movió la cabeza para ver a Nat acercarse a ella, sonriente, con un uniforme nuevo bastante zarrapastroso. Con un chaleco antibalas y dos porras eléctricas puestas en cruz en la espalda.

- Bueno... - Natasha se sentó delante de ella, cruzándose de piernas mientras Lana se sentaba bien, con una sonrisa de lado, mirando a su amiga. – Steve nos ha cedido a todos unos momentos a solas contigo, así que he reclamado un favor y me he colado.

- Qué dulce eres. – Lana se llevó una mano a la cabeza, apoyándose en su rodilla. - ¿Qué tal has estado?

- Bueno, he pasado mejores momentos. – Nat se echó hacia atrás, sonriente, parecía estar recogiendo información sobre Lana a una velocidad extraordinaria; su pelo corto, el hecho que estaba más delgada por culpa de no comer, una herida redonda en el cuello que estaba sanándose... - Así que... ¿esclava intergaláctica?

- Un título que no esperaba recibir jamás. – La chica ladeó la cabeza, pensando para sí misma si eso era lo más raro sobre ella.

- La última vez que hablamos... no me refiero al aeropuerto, cuando nos peleamos, ni a cuando os detuvimos por lo de Bucarest. – Nat hizo una pausa, mirando a Lana. – Cuando fui a ver la Steve después de que Peggy Carter muriese.

- Lana Corton no llora. – La chica sonrío de manera amarga, abriendo los ojos como platos. – Eso es una mentira como una catedral, tía.

- Ya, pero es un mantra bonito. – Nat continuó. – Hablamos sobre la decisión propia, ¿recuerdas?

- Sí. – Lana asintió para sí misma. - ¿Por qué sacas esto?

- Porque tomaste la decisión de marcharte de Wakanda, ¿por qué? – Nat levantó una ceja rubia, Lana se echó un poco hacia atrás. - ¿Fue por Barnes? ¿Qué pasó entre vosotros para que te marcharas a entrenar?

Lana se quedó unos segundos en silencio, intentando comprender lo que Natasha acababa de soltar. Sí, se marchó por él, pero no pasó nada entre ellos para que se marchara de mala manera, solamente huyó para conseguir de nuevo su teléfono, con las fotos de ellos dos juntos, que Strange la convenciese de quedarse fue otra cosa.

- La verdad es que no pasó nada, solo... - Lana miró hacia un lado como si fuese obvio, cogiéndose las manos en la falda. – Después de que él se criogenizase... pues Stephen contactó conmigo, y me marché.

- ¿Por qué no volviste? – Nat levantó una ceja, de nuevo intercediendo en el discurso de Lana.

- Porque no sabe nada.

Lana se giró hacia Steve, que entró en la sala seguido por Sam y Wanda, que saludó a una Lana bastante confusa.

- Veo que casi te hago un spoiler. – Nat asintió para sí misma y la joven miró a Steve, que cogió aire.

- ¿Un spoiler de qué? – Lana sonrío y miró hacia Nat, que se había quedado seria, mirándose las uñas fijamente.

- Es sobre Bucky. – Steve se fue a sentar en uno de los sillones, soltando aire antes de mirar a Lana, que ahora lo miraba asustada. Quizá no había sido la mejor manera de soltarle la noticia a la pobre chica, que ahora se había quedado pálida y miraba a sus amigos.

- ¿Qué? – Lana soltó, como si algo muy malo hubiese pasado, pero la verdad, se estaba poniendo en la peor situación posible. Se lo habían cargado. Estaba segura. Ay, que Lana estaba enamorada de un muerto, OTRA VEZ. La chica miró entre sus amigos, todos estaban muy serios. – Mira, estáis muy serios, me estáis poniendo malísima.

- Perfecto, ya podemos ponernos todos normal de nuevo. – Sam anunció, sonriendo hacia Lana, que miró hacia sus amigos, que la miraron con muecas en la cara mientras Sam intentaba aguantar la risa. - ¡Era brom-

Lana saltó hacia atrás en el sofá, moviendo su mano rápidamente en círculo y abriendo un portal tras Sam, que, tras una patada en pleno pecho por parte de la joven, cayó de culo en el jardín de la nueva base, con Lana cerrando el portal con cara de pocos amigos.

La chica se giró hacia sus amigos con cara de pocos amigos, señalándolos con la mano que llevaba el anillo doble.

- No ha sido divertido. – Wanda, que había estado detrás de ella, se había quedado con los ojos como platos, habiendo visto perfectamente el exterior de los portales. Steve, por otro lado, estaba completamente en shock.

Lana, su amiga, la que se camuflaba y desaparecía ante sus ojos, había estado entrenando concienzudamente, no solamente para controlar energía mística, sino para poder transportarse con ella.

- ¿También haces portales? – Nat se echó hacia atrás, sonriendo. – Sorprendente.

- Y al siguiente que me haga una broma sobre Bucky lo mando a mi casa de Los Ángeles. – Lana amenazó, sentándose de nuevo en el sofá y mirando a Steve. - ¿Y bien? ¿Todo bien? ¿Encontró Shuri la manera de ayudarlo?

- Bueno... - Steve comenzó, titubeando un poco. – Cuando te marchaste me quedé unas semanas en Wakanda, ya sabes... No quería marcharme todavía, aunque sabía que debía hacerlo porque no es un lugar al que pertenezca.

Lana asintió para sí misma, echándose hacia delante, cruzándose de brazos. Wanda se sentó en uno de los sillones, esperando a ver qué narices iba a decir Steve para avisar a Lana de todo lo que había pasado en dos años.

- Shuri es brillante, es la persona más inteligente del planeta. Así te lo digo. – Steve hizo una pausa. – Y sabía cómo sacarle de la cabeza eso, solamente necesitaba sacar a Bucky del hielo.

La respiración de Lana se cortó, como si se hubiese ahogado en un segundo, de hecho, tuvo que mirar hacia el suelo, confusa.

- ¿Cuánto tiempo lleva fuera?

- Hace una semana hizo dos años. – Steve continuó, y Lana levantó una ceja. Había estado perfectamente disponible para entonces. ¡Si había estado mandando audios encriptados a sus amigos!

- Pero... - Lana no sabía cómo continuar. Todo se había ido a la mierda muy rápido. Ahora, sabía que Bucky estaba despierto, y que estaba curándose. Pero llevaba dos años y ocho meses sin verla; un año y pico despierto, y ocho meses en los que había estado fuera. ¿Por qué nadie contactó con ella?

- Pensamos que lo mejor sería que no te viese hasta que mejorara, por su bien. – Lana levantó una ceja, haciendo una mueca.

- ¿Quién? ¿De quién fue la maravillosa idea de mantenerme alejada de esto?

- De él. – Steve soltó un poco contundentemente mientras Lana se miraba las manos.

- No me puedo creer que se haya marcado un Steve Rogers conmigo. – Lana soltó una risa y Steve sonrío de lado. Lana miró hacia Nat y Wanda, que tenían los brazos cruzados y la miraban. – Jo, qué vergüenza me da tener que admitir delante de todos que sigo pilladísima por ese idiota.

Steve sonrío mientras se sentaba hacia delante, cogiéndose las manos.

- Que sepas que sigue teniendo una foto vuestra en su mesita de noche. – Steve explicó, y Lana miró hacia su amigo con una ceja levantada y una sonrisa. – Así que no creo que seas la única pillada.

HEKATE [Bucky Barnes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora