Capítulo cuarenta y nueve.

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Parte uno

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Parte uno.

No había nada nuevo en la forma que Jack me trataba, yo desde un comienzo sabía de sus sentimientos por mi, y él sabía de los míos hacia Cameron, pero lo aceptaba.

El camino hacia la escuela no había sido largo, no había tráfico en la ciudad por la hora tan temprana, me fijé en la forma de manejar de Jack, era totalmente relajada y fuera de apuros, joder, ellos dos eran como el agua y el aceite.

Me costaba acostumbrarme un poco a la idea de que las cosas ahora serían de este modo, que Cameron definitivamente no existiría más en mi vida, y que era Jack Black quien formaba parte de ella, quizás desde siempre tuvo que haber sido de este modo.

Quizás, era el destino.

Quizás, el universo tratando de hacerme entender que mi futuro era al lado de ese hombre que no había hecho nada más que portarse de una buena manera conmigo, que me había ayduado a escapar de Cameron, y que me quería sinceramente.

Recuerdo el día que lo conocí, totalmente ajena a la problemática que me sucedería luego con su primo, me tropecé como una tonta y él me ayudó con mis materiales, había lucido realmente torpe, pero ese cruce de miradas había significado algo para mi, y negarlo sería increíblemente tonto.

Yo sabía que no se podían querer a dos personas con la misma intensidad al mismo tiempo, sabía que estimaba mucho a Jack, que con frecuencia me cautivaba su belleza y su fragilidad, pero aquello no sabía si sería suficiente para sacarme a Cameron Black de la cabeza, mucho menos del corazón.

Era como si él mismo se hubiese martillado ahí, justo en ese punto que más duele. Y estaba seguro, cubierto de espinas y mil tornillos aferrado a él. Cameron estaba impregnado en mi piel, estaba en mi cabeza y en mi corazón, y no sabía si algún día eso podría cambiar.

La gente caminaba rápidamente, algunos de los estudiantes felices por haber terminado esta etapa, otros tristes por dejar a sus amigos, yo era totalmente indiferente. Colton y yo no habíamos hablado en mucho tiempo, el no tenía ni la más mínima idea de todo o que había estado sucediendo en mi vida el último año, y no sabía si podría contárselo todo.

Me dolía haber perdido esa amistad, que era básicamente una de las únicas que tenía en este lugar, era sincera y real. Y la había perdido.

No sabía si podría algún día pedirle disculpas por abandonarlo y haberlo dejado dos veces seguidas, había sido una amiga horrible y merecía que no me hablara nunca más, pero de todas formas una pequeña parte de mi deseaba su perdón.

—Estoy muy orgullosa de ti—susurró mi madre, con una sonrisa frágil en el rostro.

Una punzada de culpabilidad me recorrió de pies a cabeza, si ella supiera todo lo que había sucedido no estaría orgullosa, sino muy avergonzada de la hija que tenía.

CRUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora