CAPÍTULO 22
— ¡Oye! ¡No sé porqué no contestas el teléfono Eric, pero más te vale que apenas pongas un pie en Chicago traigas tu trasero hasta aquí! Mi madre no para de hacer preguntas y no sé nada de ti!¡me preguntaron por tu segundo nombre y no lo sabía! ¡NO SABÍA TU MALDITO SEGUNDO NOMBRE! ¡Tu seras el que le explique el porqué!—Jesse llevaba como unos buenos 15 minutos parado en la acera mientras le gritaba al buzón de voz de Eric.
Que Carol había invitado a su tía a cenar y entre ambas mujeres llevaban dos horas acosándolo a preguntas.
—Soy un hombre críptico, mi ángel. Ese es el porqué. —Jesse se detuvo, dio un paso atrás y se giró aun con el móvil en la oreja para ver a un Eric en una camisa blanca con diseño de hojas y pantalones de mezclilla, su cabello sujeto en una media cola floja le daban ese aire relajado que contrastaba con las ojeras en sus ojos.
—Eric.
—Traje vino. —Dijo y los ojos de Jesse fueron a la botella en las manos del pelilargo. —Y mi segundo nombre es Lev.
Jesse tardó un momento en salir del Shock y cuando lo hizo murmuró un: —Lev. Suena bien.
—Sí, supongo que mi madre pensaba lo mismo, Jess.
Jesse se ruborizó por lo tonto que había sonado su comentario.—¿Qué haces aquí?
—Creí oír que dijiste que querías mi trasero aquí hace menos de dos segundos.
—¿Pero cómo? si acabo de dejarte el mensaje.
—Oliver me mantuvo al tanto de ti. Dijo que no lo estabas llevando bien en casa con tu madre.—Vaya que observador había resultado el chofer odioso, pensó Jesse—...Así que lo primero que hice al bajar del avión fue venir a rescatarte. —Mintió Eric. — Oliver se llevó mis maletas a la casa.
Jesse desvió la vista a la acera del frente, el chofer malo ya no estaba, genial.
Jesse no lo pensó demasiado antes de lanzarse a abrazar a Eric.
—Gracias.—Murmuró hundiendo su rostro en el hombro del pelilargo.
—Oye. —Eric acarició su cintura sorprendiéndose a si mismo al darse cuenta de que había extrañado solo estrechar al poli bueno en sus brazos.
Sí, tal vez Jesse era demasiado azucarado para Eric, pero parecía ser que parte de él se había acostumbrado a tener al gatito frotándose contra su cuerpo en cada ocasión. Lo que antes le había molestado, parecía que ahora lo extrañaba más de lo que deseaba admitírselo a si mismo.
—¿Deberíamos entrar?
—Por favor se bueno con mamá.—Le pidió Jesse tomando su mano para arrastrarlo al interior de la vivienda. Eric notó que el chico las tenía húmedas. Definitivamente estaba nervioso, y no pudo evitar que, el deseo de Jesse porque su madre lo aceptara, le despertara cierta ternura.
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El legado de Caín (GAY +18)
Teen FictionEric McGraw lo tiene todo, una carrera exitosa, dinero, y un legado de estrechas relaciones con el narcotrafico. Jesse Rogers, es el detective a cargo del caso, recién salido de la academia vive con un solo objetivo en mente: limpiar el nombre...