Hola mis amores, nuevo cap. Si solo uno 😣 pero espero lo disfruten. Los amodoro.
Jesse observó al otro lado de la calle y jugueteó con su placa. No. No debería estar ahí pero según había conseguido averiguar gracias a Ben, el chico Goldman se había negado a hablar con nadie que no fuera “Blondie"
Apretó el chocolate en su chaqueta y se bajó del coche.
En la entrada del recinto tuvo que dejar su placa y su arma. Ese día frente a las puertas de la correccional de menores de ilinois llegaba como visitante.Sintió su estómago revolverse por los recuerdos. Todos los centros penitenciarios eran más o menos igual de deprimentes aunque esté lucía bastante como la preparatoria a la que había ido en su adolescencia.
Alzó la vista a la cerca electrificada.
Sí, eso no estaba, probablemente, en su antiguo colegio.
El hombre de la puerta le abrió el portón y tras registrar su nombre uno de los penitenciarios lo acompaño hasta el a salón de visitas. Habia visto varios lugares como esos a lo largo de los años. Pequeñas mesas con dos sillas una a cada lado y varios guardias apostados cerca de las puertas y los reclusos más peligrosos.
Goldman estaba cerca de una esquina, sus manos y pies aun atadas con esposas. Jesse caminó en su dirección sintiéndose ligeramente inquieto por las miradas puestas en él.
—¿y su compañero? —preguntó el chico apenas lo vio llegar adoptando una postura un poco más cómoda.
—no pudo venir hoy. —Respondió Jesse dejando el chocolate sobre la mesa, lo habían abierto y comprobado poco antes de dejarlo pasar con él, pero a Ian no pareció importarle.
—Si, oí que es bastante difícil volver desde el más allá. —Soltó como si tal cosa revisando su botín. Los ojos de Jesse se abrieron como platos y el chico se carcajeo—¿No te dijeron que aquí uno se entera de tod?
—Oi algo.
—y viniste porque quieres oir algo más. —Afirmó Ian ofreciéndole el chicolate. Jesse negó con la cabeza —insisto.
—no voy a envenenarte. No vine hasta aquí para eso.
El chico Goldman sacudió el chocolate en dirección al poli como toda respuesta. Tras un suspiro Jesse cortó un trozo y se lo llevó a la boca mostrándolecomo lo masticaba y tragaba. Ian sonrió y lo imitó.
—Lo prefiero con avellanas.
—lo tendré en cuenta para la próxima. —le dijo con una nota de sarcasmo que Ian ignoró.
—Eso espero Blondie. —El chico se inclinó sobre la mesa y aguzó ligeramente sus ojos en una postura confidente. —¿Entonces que quieres?
—Tu fuiste el que dijo que solo quería hablar conmigo ¿Por qué?
—me gustan los rubios. —Se encogió de hombros soltando una risa cuando el poli se ruborizó. – aquí no hay mucho para elegir. Hombres bien parecidos, con placas brillantes y caderas estrechas que regalan chocolates no se ven seguido. Ya habrás oído que por aquí no son muy gentiles.
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El legado de Caín (GAY +18)
Teen FictionEric McGraw lo tiene todo, una carrera exitosa, dinero, y un legado de estrechas relaciones con el narcotrafico. Jesse Rogers, es el detective a cargo del caso, recién salido de la academia vive con un solo objetivo en mente: limpiar el nombre...