Eric fue directo al piso superior, con solo pensar en que hubiera hecho él en su lugar, sabía dónde encontrar a Fiodor. Había criado al muchacho a imagen y semejanza suya desde que se había casado con Lana.Saludó con un cortez asentimiento a la recepcionista y se dirigió a las puertas doradas del ornamentado ascensor.
El penthouse del Dom estaba decorado con tonos cremas y dorados, como casi todo en el lugar, una costosa araña decoraba el centro del espacio, pendida sobre una mesa de madera y cristal donde varias delicias se apilaban en ese momento entre quesos y vinos prometiendo una orgía de sabores.
Eric estudió rápidamente la escena, al menos 7 de los mejores hombres de caín estaban desparramados en los sillones de color hueso, lo suficientemente borrachos como para que no se percatan de su presencia, algunos con prostitutas en sus regazos, otros con sus rostros hundidos en el cuerpo de las féminas, dos se limitaban a comer mientras disfrutaban de su hazaña reproduciéndose en el televisor que mostraba las noticias de último momento donde alguien había filtrado el mítico nombre asociándolo al grupo eslavo.
—...fuentes anonimas confirmaron que el policía habría sido asesinado por el grupo eslavo encabezado por el mitico narcotraficante conocido públicamente como"Caín", segun el reporte policial, se estima que el oficial de policia Liu Cong, multiples veces condecorado y delcarado ciudadano de honor en 2015, habría descubierto información inestimable sobre el caso maldito que podria ser la clave para descubrir la identidad de...
Eric hizo una mueca de disgusto.
La voz de la reportera se mezclaba con imagenes de una ciudad enardecida de indignación que había salido a la calle levantando carteles en protesta mientras reclamaban justicia por el policia caido.
Pila de bastardos inútiles.
No solo tendría a los Lee-Cong en contra a partir de ahora, también tendría que resolver los problemas con la policía de Chicago y media población de civiles indignados.
Un segundo repaso le bastó para localizar a Fiodor en el fondo de la sala, sus ojos grises fijos en el intruso.
Eric se contuvo de sonreír. Buen chico. Lucía lo suficientemente sobrio y alerta para que todos sus músculos se crisparan al verlo a pesar del velo serio de su rostro.
Eric se acercó hasta la mesa, repasando lo que había en ella sin dejar de ver por el rabillo del ojo a Fiodor en el otro lado de la sala.
Tomó uno de los cuchillos que descansaban junto a las bandejas y apuñaló uno de los cuadrados de queso antes de llevárselo a la boca.—Jefe—los ojos de Roman se abrieron de golpe al reconocerlo.
Ya era hora, pensó Eric.
Desde que había entrado tuvo más de diez oportunidades de deshacerse de ellos.
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El legado de Caín (GAY +18)
Teen FictionEric McGraw lo tiene todo, una carrera exitosa, dinero, y un legado de estrechas relaciones con el narcotrafico. Jesse Rogers, es el detective a cargo del caso, recién salido de la academia vive con un solo objetivo en mente: limpiar el nombre...