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Y aquí está la segunda actu del dia. Ya me dicen que les pareció los amodoro.

 Ya me dicen que les pareció los amodoro

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Capitulo 42

—Encontraron a su madre. —Eric alzó la vista del pequeño platinado que había estado observando sentado en  los pies de la escalera hasta  Oliver que se paró a su lado en el descanso del primer piso.

En ese momento Vania jugaba con una navaja suiza entre sus dedos con la misma tranquilidad con la que otro niño lo hacía con un max steel.

Sí, no habia conseguido que el chofer apartara la nariz de su culo luego de lo de la noche de la piscina.  De eso hacia 4 noches y Oliver se había tomado el atrevimiento de meter a Lana  y Vania bajo su techo.

La primera vez que vio al pequeño,  Eric admitía que ni siquiera pudo correrlos fuera de su propiedad, se habia quedado en shock.

Lo normal, supuso, al ver a su hijo por primera vez en 12 años.  Solo   había atinado a  huir y   encerrarse  en su cuarto como un animal asustado,  desde entonces apenas si salía de allí.

De hecho hacía  que le subieran todas sus comidas y salía de la casa por el garaje evitando coexistir en el mismo habitad que el niño.

—Se parece a ti—Oliver observó al niño,  que,  como si de un sexto sentido se tratara, alzó la vista atrapando a los dos adultos que fisgoneaban desde lo alto de la escalera—Pero es mucho más educado que tú a su edad. Tiene modales de príncipe.

—Repróchatelo a ti mismo. Tu me hiciste malcriado—Eric dio un paso atrás para salir del rango de visión del niño.

Mantenerle la vista le era imposible. Esos ojos eran suyos, el color un par de tonos más pálido, la misma forma que hacía  difícil mantener la mirada pero mucho más exótico. ¿O a Eric eso le parecía porque era su hijo? ¿A todos los padres sus hijos le parecían criaturas increíblemente especiales, no? ¿Qué haría ahora? ¿enseñarle a jugar al béisbol y sacarlo a tomar helados los domingos? ¿En que demonios estaba pensando? Ese tren había  salido de la estación hacia mucho tiempo.

Eric había  tomando una decisión sobre su hijo hacía años. Sí , era un adolescente  cuando la tomó pero eso no cambiaba las cosas. No era como si de pronto fuera a jugar al padre del año. Pero el que hubiera decidido mantenerse lejos para beneficio de ambos  no habia impedido que en los últimos días  se tomara  unos minutos para observarlo a través de las  cámaras o como en ese momento,  a veces se paraba a mirarlo de lejos contemplándolo con  ojo curioso.

Vamos,  el llevaba años sabiendo que tenía un heredero, se había  encargado de llamarlo una vez al mes dentro  de lo que cabía, pero verlo hacía  todo diferente. Todo del niño le daba curiosidad. Desde el cabello platinado herencia de la familia de su madre al gesto robótico en sus movimientos que hacía parecer que se quebraría si se doblaba demasiado rápido.

—el también siente curiosidad por ti—Susurró Oliver como si fuera su conciencia. A veces odiaba que el hombre lo conociera tanto.

Enfurruñado se dirigió de nuevo a su cuarto. Oliver lo siguió sabiendo que sería  un hueso duro de Roer.

El legado de Caín (GAY +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora