Hola mis amores como están? Hoy doble actu especialmente dedicadas a Sweaty_bell gracias por todo el amor que le dedicas a mis historias ❤ y buenas noches 😘Capítulo 55
—Entonces...—Jesse dejó la palabras en el aire invitando a que Eric continúe con su historia.
—Las personas ricas necesitan de otras personas ricas para seguir siéndolo, Jess, es lo que mi abuelo siempre repetía.—Le explicó Eric después de que Jesse se tranquilizó un poco. Ambos adultos se habían sentado a tener la merecida charla en susurros que se debían, aun con un ojo puesto en los niños que ahora se las habían arreglado para jugar una partida de Call of Duty. Eric debía admitir que a pesar de todo lo que había estudiado sobre el comportamiento infantil, la manera que tenían los niños para relacionarse aún le sorprendía.—Mi abuelo sospechaba de mi homosexualidad antes de que hubiera salido del closet, lo cierto es que me tardé, no es que lo negara, era más bien bisexual con una clara preferencia por los hombres, tu sabes, yo desde pequeño sabía que me gustaban los chicos, pero me enseñaron que las chicas eran lo correcto, por entonces las niñas no me molestaban y era más fácil que encontrar a otro chico al que "le gustara", entonces estaba bien. Simplemente me gustaban los dos, pero cuando comencé a adentrarme en la sexualidad como tal, me di cuenta que prefería a los hombres, encontrar a una mujer que soporte mis gustos peculiares era bastante complicado a menos que pagara por ellas e incluso así, los hombres siguen siendo más fuertes, no tengo que contenerme "tanto". Como sea, toda la autoaceptación me llevó sus años, no fue hasta que terminé la universidad que me di cuenta de que era gay, 100% gay y dejé de buscar mujeres. Fue un camino largo, incluso tuve mi época de negación y autodesprecio...
—Eric...—Dijo Jesse con lastima agarrando su mano inconscientemente en señal de apoyo, Jesse había tenido la suerte de que Carol nunca lo había juzgado, incluso antes de que Jesse lo aceptara para si mismo, su madre le había dejado entrever que a ella no le importaba mientras lo hiciera feliz. Viéndolo en retrospectiva, no podía evitar pensar en lo afortunado que había sido.
—...mi familia materna viene de uno de esos países donde se celebra la homofobia. Oliver se esforzó mucho por inculcarme las buenas costumbres de un hombre ruso heterosexual. —Jesse hizo una mueca de desagrado.—No lo culpes, realmente hizo un gran esfuerzo para guardarse sus prejuicios conmigo, solo intentaba protegerme. Yo al principio no lo entendía, estuve furioso con él mucho tiempo, hice de todo para que lo despidieran hasta que comprendí que solo tenía miedo por mi. No se puede ser abiertamente gay allí, a menos que quieras que te den una paliza en el mejor de los casos. A mi no me importaba de todos modos, yo era bi, podía ser hetero para Rusia y gay en América, y todos felices. Pero mi abuelo no se dejó engañar por eso, él pareció saberlo desde el principio y cuando se enteró de que uno de mis amigos había salido del closet me envió a Moscú a conocer a la hija de uno de sus amigos. Una chica rusa de una familia tradicional con una herencia cuantiosa. Mi abuelo quería emparejarme con ella, yo estaba malditamente con el corazón roto y me daba bastante igual, me había hecho adicto a participar de los "retiros espirituales" de mi madre, mi abuelo se cansó de verme drogado y me mandó a hacerme hombre. La cuestión es que nuestras familias lo arreglaron todo, Lana se embarazó y nos obligaron a casarnos.—Dijo alterando ligeramente el orden de los hechos. —Yo volví a casa después de un tiempo. Era un crío y en Moscú a mi abuelo le costaba el doble echarme un ojo, Oliver no podía controlarme, no tenía la autoridad suficiente, siempre fui un niño mas bien consentido por él. Mi abuelo era el de los límites así que Lana se quedó con su padre y el niño. Ella no necesitaba nada de mí, monetariamente al menos estaban cubiertos nuestros padres lo habían resuelto por nosotros cómo si fuera un negocio. Lo era, en realidad lo era, y lo que podía llegar a necesita de mi r yo no sabía cómo dárselo, era un drogo, Jess. Tuve épocas malas. Muy malas, te lo juro. Jed es un idiota, el mayor idiota del mundo, pero es la persona a la que quieres al lado cuando estas enfermo, tiene unos cojones de acero. El 90% del tiempo te tratará como la mierda pero es la persona que te sujeta el balde mientras potas hasta las tripas, incluso si fui un cretino con él, no se movió del lado de mi cama mientras me retorcía en mi miseria por la abstinencia. No tienes idea de lo que es desintoxicarte, vuelve un monstro a la mejor de las personas, Jess. Y yo no soy uno de los buenos. En más de una ocasión conseguí que Will saliera llorando, los quería lejos, que me dejaran en paz para volver a meterme hasta el culo, fui cruel pero Jed no me abandonó, cuando me ponía demasiado borde me contestaba con su humor de mierda o decía "Eso es lo mejor que tienes, si pareces un gatito" —Eric sonrió con melancolía—Me ayudó a salirme, el hecho de que me necesitara también ayudó, él estaba hecho un asco con lo de su hermano aunque intentara disimular, yo era un asco con el resto, los dos estábamos rotos, pero apenas volví a ser yo me concentré en recuperarme para ayudarlo, devolverle el favor. No había lugar en mi vida para que pudiera hacerme cargo de Vania, cuando te sales, los primeros años son los peores, siempre tienes miedo a tropezar y volver a caer, pero él estaba bien, su madre es una bruja, pero una excelente madre. Ella es mayor que yo, era más madura. Cada maldito mes me llamó para que hablara con el niño y así lo hicimos todos estos años, de hecho hasta pusimos un día para hacer Facetime, no soy un buen padre Jess, no te lo dije a ti porque realmente no se lo he dicho a nadie. Nunca me consideré a mi mismo como uno, si soy es algo así como un tio lejano, y con suerte. Tampoco creo que él me considere su padre más allá del titulo.—Admitió observando al chico platinado que lucía bastante tenso con Max recostado sobre su hombro.—Ni siquiera me molesté en que aprendiera mi idioma. Notarás que no entiende más de un par de palabras. Yo no soy su padre, Jess, como mucho soy su progenitor, no me engaño pensando lo contrario. He oído cientos de historias lacrimógenas sobre padres abandónicos en mi consulta, Jess, conozco todas las posibles versiones del resentimiento que puede sentir por mi. No espero que me quiera o me perdone.
—Pero lo quieres.—Aventuró Jesse viendo los ojos de Eric clavados en la espalda de los niños. —quieres que él te quiera.
Eric lo meditó.
—No soy un hombre perfecto Jess, no estoy ni cerca de ser uno bueno, a veces solo nos toca aceptar lo que construimos errores o no de por medio, somos consecuencias de nuestros actos. Dime una cosa mi ángel ¿Qué tanto te decepcioné?
***
Jesse no habia sabido que contestar a la última pregunta de su esposo. ¿Cuan decepcionado estaba? Jesse no creía estar decepcionado, pero seguro como el demonio si que estaba impresionado y temía que su silencio fuera malinterpretado por Eric Jesse aún no conocía a la madre de Vania y había pasado una semana desde que se había enterado de su existencia.
Una semana en la que Eric se había mantenido con sus ojos puestos en él. Jesse no sabía si su esposo sospechaba de él o si se debía a la revelación del hijo secreto, pero había algo sutil, una ligera tensión en el fondo que no sabía determinar si era producto de su propia culpa o no.
Jesse observó a los niños en el centro comercial, nada había cambiado realmente en esa semana, salvo por Max que había insistido en ir cada tarde luego del colegio a jugar con "el príncipe" no había manera de convencerlo de que no lo hiciera o que dejara de llamarlo príncipe. Tampoco había querido decirle el por qué de que lo llamaba así.
Pero de alguna manera parecían extrañamente llevarse. Bueno Max al menos parecía malditamente obsesionado con el pequeño de Eric, el platinado parecía más bien curioso por el niñito que se le había pegado como lapa. De hecho en ese momento Max hablaba con Vania sin parar, como si el chico pudiera comprender cada palabra que salía de su boca.
Jesse dudaba de que eso pasara, pero no podía evitar que su sentimiento de hermano protector saliera a flote diciéndole que estaba bien incluso si incomodaba al otro niño.
Vamos, ver a Max interactuar con otro niño (incluso si el otro niño no devolvía la interacción) era un maldito avance, que habían llegado a pensar que Max tenía algo de autista. Durante todos sus años había conseguido relacionarse con unos pocos adultos, pero los niños eran harina de otro costal , en el patio del colegio solía quedarse aislado o cerca de su maestra hasta que volvían a los salones, todos sus profesores habían manifestado una preocupación evidente por el niño, Maxi era un genio, era lo que los test habían dicho cuando descartaron que tuviera algún retraso, pero sus habilidades sociales estaban bastante obstaculizadas.
Volvió a ver a los niños, en ese momento Max parecía intentar arrastrar al chico mayor al pelotero.
Sí, jesse hubiera secuestrado y atado al niño platinado si eso ayudaba a su hermanito, okey, eso era un poco extremo, pero vamos, no estaba tan lejos de la realidad, había aceptado pasar cada tarde cerca del desagradable chofer solo para que Maxi se hiciera un amigo.
Si, El unico problemas de tener al chico ruso alrededor, era que Oliver no se habia despegado de su culo. Eric le había dicho que el chofer era el encargado de cuidar de Vania.
Así que Sí, ahí estaban Chofer y hermano mayor, pretendiendo ignorarse mientras los niños pasaban el rato juntos.
Nick había conseguido convencer al sargento que le diera unas semanas libres por el estrés de los últimos días, pero ambos sabían que en realidad era una excusa para que Jesse tuviera más tiempo a buscar "algo". El problema estaba siendo que Oliver no había apartado la vista de él, sus gélidos ojos siguiéndolo a todos lados a pesar de las incontables veces que intentó convencerlo de que el podía cuidar de ambos niños. De hecho en más de una ocasión había jurado que el chofer lo seguía incluso cuando no estaba Vania cerca.
okey, me gusta mucho oliver, así que aquí les dejo una foto de como me imagino al odioso Chofer.
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El legado de Caín (GAY +18)
Teen FictionEric McGraw lo tiene todo, una carrera exitosa, dinero, y un legado de estrechas relaciones con el narcotrafico. Jesse Rogers, es el detective a cargo del caso, recién salido de la academia vive con un solo objetivo en mente: limpiar el nombre...