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Jesse observó la espalda de Jones al salir del cuarto. El hombre no despertó a Eric y Jesse decidió para sí mismo que lo mejor era dejar dormir al pelilargo. Solo un poco más. Se veía tan agotado en ese momento.

Jesse pensó en las palabras del hombre que acababa de salir por la puerta.

¿El había hecho eso con Eric? ¿Jones tenía razón? No. No había sido solo él. Eric ya se veía agotado mucho tiempo atrás, Jesse solo había sido la última estocada.

Jones no sabe quien realmente es Eric, se recordó.

¿Y tu sí?

Jesse estaba seguro de estar cerca de saberlo al menos.

Cielos, él sabía que Eric era parte del grupo eslavo. Estaba más que claro que sus sospechas eran ciertas desde el momento en el que lo había visto en medio del caos. Jesse estaba aturdido, pero lo había visto hablarle a otro hombre en ruso antes de que las ambulancias empezaran a llegar. Había estado frente a él llamándolo. Jesse había reconocido a ese otro hombre, había trabajado con él un par de veces. Era un soplón que había hecho tratos con ellos tiempo atrás, Jesse tenía que decírselo, tenía que advertirle que Ha Neul estaba ahí. Tenía que sacar a Eric del medio, Eric también podía hacer tratos con ellos. Estaba en peligro. Jesse había ido hasta la escena para advertirle.

—Eric.—Lo llamó todo lo fuerte que su condición le permitía, sentía la garganta seca y rasposa. Eric no reaccionó, demasiado derrumbado al sueño por el agotamiento.

Jesse suspiró sintiéndose ligeramente adormecido. No quería dormirse, no hasta que Eric lo viera pero la culpa hacía que deseara dejarlo descansar solo un poco más ¿si?

Intentó entretenerse con algo sin encontrar mucho que hacer en el aséptico cuarto del hospital por lo que terminó contado las placas del techo de una en una, luego de dos en dos y en algún momento su convicción de no dormirse flanqueó dejando que cayera preso de los brazos de morfeo.

Así dormido, inocente a todo lo que pasaba a su alrededor fue como Eric lo encontró cuando fue despertado por la vibración de su propio móvil. Sentía su cuerpo jodidamente entumecido.

—Esta no era la clase de cita que planeaba para tu cumpleaños.— Murmuró viendo el rostro de su esposo dormido.

Cuando Jed se dio cuenta del Coágulo había pasado demasiado tiempo para que pudiera resolverse farmacológicamente, por lo que habían tenido que llevarlo a cirugía. Eric acarició casi sin tocar la cabeza de su esposo que antes había estado lleno de brillantes rizos dorados.

—Cielos Jesse, me diste un maldito susto de muerte.

El teléfono de Eric volvió a vibrar en su bolsillo, de mala gana se retiró a contestar para dejar descansar a su esposo.

—¿Qué?—Le dijo de mala gana a la voz al otro lado de la línea.

—La niña murió.—Eric hizo una mueca.—Lo siento.

—Encargate de que la sepulten con su abuela.

—ya lo hice. No te llamé por eso, Ha Neul está en Chicago.—Carajo, pensó Eric, si había una sola mujer a la que Eric respetara, temiera y hasta admirara en cierto punto era a esa perra. La mujer era la cabeza de la mafia Coreana en EEUU, una zorra despiadada, definitivamente sobre Eric-Y Fiodor, fue herido, es grave.

—¿Qué?

—Los hombres que fueron con él no volvieron. Parece que no se vendió.

—oh.—Por lo visto el cachorro era más fiel de lo que Eric había esperado.

—¿Dónde está?

—Recuperándose en una quinta de seguridad, lo tengo cubierto.

—Bien.

—Hay algo más.

—¿Qué más puede haber?

—No te gustará Eric.

—Nada de lo que has dicho hasta ahora me ha gustado. suéltalo.

—Tu esposo.

—Acaba de salir de cirugía. Está bien.

—No estoy preguntando por él, nada me importa menos. Te vendió. Él fue quien te vendió. Eric, él le entregó la información a Abrams para que se la llevara a Ha Neul. Todo este tiempo estuvo trabajando para ellos. No fueron los coreanos los que se llevaron la fórmula cuando nos atacaron, fue él.

—El dia que lo dejé en mi oficina.-Eric se volteó a ver al durmiente Jesse con desconfianza.

—Te dije que esto pasaría.

—Callate oliver.

—El traicionó a la familia. Sabes lo que tienes que hacer.

—Lo sé.

El silencio al otro lado de la linea fue largo.

—Puedo hacerlo por ti.

—No. Yo me encargo.

—Eric. No tienes que hacerlo.—La voz de Oliver al otro lado sonaba preocupada.

—Tengo qué.

Eric se puso de pie abriendo uno de los cajones del carro que estaba cerca.

—¿Qué estás? ¿qué estás haciendo?—Preguntó Jesse adormilado viendo como sacaba una ampolla antes de sacudirla y observar su contenido. Se había despertado por el ruido. Eric no respondió. Lo vio tomar una gasa de otra de las gavetas y romper el cuello de la ampolleta con cuidado antes de introducir una jeringa y aspirar su contenido. le dio un pequeño toque cuando estaba llena y cambió la aguja por otra antes de dirigirse al suero conectado al brazo de Jesse.

—Te prometo que ya no dolerá, al principio un poco pero pasará en unos minutos.

—¿Qué? ¿Qué es eso?—Jesse estaba demasiado aturdido viendo como Eric apagaba los monitores a su alrededor.—¿Por qué?

Por el legado, Jess, por el legado. Pensó acariciando su rostro con cariño y dolor. No me odies mi angel, por favor no me odies.

—¿Confías en mí?

Jesse lo dudó un momento antes de asentir. Eric le sonrió. Su tonto y hermoso corderito.

—Descansa mi ángel. -Dijo vaciando el contenido de la jeringa en la via conectada al catéter central.

Jesse sintió como si fuego quemara sus venas.—Eric.—Murmuró asustado y abrumado por el repentino dolor, su mano aferró la de su esposo.

—Relájate, todo será más fácil.

—Eric. Tengo miedo—Volvió a murmurar apretando su mano. El dolor lo sacudió obligándolo a cerrar los ojos. Con su mano libre Eric acarició su rostro.

—Lo sé, Jesse. Estoy aquí.—Eric bajó la vista hasta sus alianzas.

Las mismas con las que habían prometido amarse y protegerse mutuamente hasta que la muerte los separe.

—Déjate ir, Jess. Te estoy cuidando.

Nadie iba a hacerle daño a su esposo.

Solo tú, se burló la bestia en su interior.

Sí, solo él.

—Confía en mi, Jesse.—Murmuró cuando los ojos de Jesse por fin se cerraron. 

*FIN*

EL legado de caín octubre 2019-Diciembre 2020

Hola mis amores, este no es el final Epico que esperaban, pues porque probablmente  habrá una segunda temporada.  O caps extras. Pero este es el final por ahora. Releí esta historia y vaya si no es larguísima así que decidí cortarla porque resolver todos los problemas en tres o cuatro caps, me parecía un poco chocante. y pues hay demasiados cabos sueltos, pero me pareció que hasta aquí llegamos de momento. les dejo epílogo. no me odien. Please.  Los amodoro.

El legado de Caín (GAY +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora