Capítulo 66
Jesse intentó marcar a Eric una vez más y lo único que obtuvo fue el silencio al otro lado de la línea. Suspiró y sintió un par de golpes en la puerta del aseo donde se había encerrado.
—Rogers.—Jesse no respondió. Era Nick. No quería hablar con Nick.—Roger juró que no sabía que iba a pasar eso. Estoy de tu lado.
Jesse abrió la puerta del baño y lo observó con la barbilla levantada y los ojos entornados.
—Debiste decirles quien era antes de que me emboscaran de esa forma. Nunca me negué a declarar, ni una vez. no tenían por qué hacerme eso. No puedo ayudar si me tratan como su sospechoso.
—Lo sé Roger. Confío en ti, ¿sí? Confía en mí.
Jesse no tuvo tiempo de responder porque su radio se encendió con la voz de la operadora informando sobre un ataque en el barrio chino.
—Es la zona de los casinos clandestinos.—Dijo Nick segundos antes de que su radio se encendiera reportando el mismo mensaje.
Sorprendidos se miraron, era raro que los llamaran a ambos por un mismo asunto. Que las veces que habían trabajado juntos solo era cuando la cosa se relacionaba con Caín.
De pronto todas las radios de los policías comenzaron a sonar en la estación como en sincronía reportando un 10. 15
Jesse corrió al frente de la estación donde todos los policías comenzaban a moverse gritando órdenes con un mismo destino.
El barrio chino.
Alguien había masacrado el barrio chino.
Nick y Jesse se miraron con sorpresa, todos sabían que el Barrio chino estaba manejado en realidad por la célula coreana de la ciudad. Y como venían las cosas eso solo significaba una cosa:
Caín había atacado y esta vez lo había hecho con todo.
" se mataran entre ellos antes de que los atrapemos" esas palabras volvieron a resonar en la cabeza de Jesse. ¿ Si realmente Eric se relacionara con los eslavos, estaría en peligro?
Jesse no esperó órdenes, fue corriendo a pedir un coche a la entrada, en esos momentos superados por los pedidos la encargada estaba entregando llaves sin preguntar. Era protocolo de emergencia, todas las unidades de policías y bomberos convocados al mismo sitio para contener y evacuar a los ciudadanos de la zona lindera.
se hablaba de terrorismo, cielos.
Jesse apenas terminó de subirse del lado del conductor cuando la puerta del acompañante se abrió y Jesse vio a Nick sentarse y abrocharse el cinturón. Un asentimiento después se dirigían a la zona en cuestión.
—Atención a todas las unidades—Sonó de pronto la voz robótica.
Nick la sintonizó mientras Jesse continuaba manejando esquivando el conglomerado del tránsito mientras los de vialidad intentaban despejar las calles de los civiles aturdidos.
La voz en el radio pidió que retrocedan. Repitiendo el mensaje una y otra vez para todas las unidades.
Jesse no necesitó preguntar qué demonios estaba pasando, aún estaba a unos 100 metros del sitio en cuestión cuando el ruido de la detonación hizo zumbar sus oídos.
Un coche golpeó su costado haciéndolo perder el control del vehículo, el zumbido en su cabeza le hizo imposible oír su propio grito.
Por un segundo perdió la conciencia, cuando volvió a abrir los ojos se encontró a si mismo colgando del techo por el cinturón de seguridad, pestañeó, los escombros podrían sentirse en el aire y el olor de la carne quemada lo impregnaba todo. Jesse nunca iba a olvidar ese olor en su vida. como una barbacoa humana llena de gritos y dolor.
ESTÁS LEYENDO
El legado de Caín (GAY +18)
Teen FictionEric McGraw lo tiene todo, una carrera exitosa, dinero, y un legado de estrechas relaciones con el narcotrafico. Jesse Rogers, es el detective a cargo del caso, recién salido de la academia vive con un solo objetivo en mente: limpiar el nombre...